«Mi madre me comentó que se habían llevado a un niño y yo le dije: Ha sido 'El viejo'»

Desde la dos pantallas de la sala, se ha oído y visto a la menor, de 12 años, contando lo ocurrido aquel día. Estaba en el parque Entre Ríos, junto a un amigo, y al poco rato llegó Álex. «Detrás, vi al asesino, porque siempre nos miraba desde el banco», ha relatado. «El hombre estaba mirándonos a nosotros. A mí siempre que lo veía me daba miedo, porque él me intentó llevar a su casa», ha detallado.

Llegó el momento de ir a casa y su amigo y ella se fueron del parque. Cuando la niña estaba cenando, llamó su madre. «Me dijo que había desaparecido un niño, que le había llamado una amiga para decírselo, y yo le dije: Seguro que se lo ha llevado 'El viejo', porque yo siempre le llamaba 'El viejo'». Serían las 20.30 horas. Poco después bajó a la calle «porque me llamaron los policías» y allí estuvo hasta las 03.00 horas.

El hombre, que un momento le dijo que se llamaba Pachi, a veces aparcaba el coche enfrente de los bancos. «Me saludaba y me preguntaba: ¿Qué tal el día? Y yo, por educación, siempre le saludaba». «Un día, yo estaba con unos amigos y me preguntó: ¿Puedes venir un momento? Fui y me dijo: ¿Podías subir a casa para ayudarme con unos pajaritos?. Yo le dije: Espera que llamo a mi madre para preguntarle. El contestó: »No tranquila, no hay molestia, Una amiga, oyó lo que había dicho, y vino detrás de él insultándolo«.

La pequeña ha recordado que el mismo hombre les siguió varios días, a ella y a su mejor amiga, y en ocasiones, llamaban a sus padres porque les daba miedo. Tampoco querían que ese individuo supiera dónde vivían, así que entraban a casa por el garaje.

La menor conocía dónde residía Almeida. «En el tercero, porque nos vigilaba desde allí». Les miraba desde las escaleras y, a veces, «sacaba el móvil como intentando sacar una foto. Un día yo se lo dije a mis amigos y le sacamos una foto». La imagen, que los pequeños se hicieron a modo de selfie, correría como la espuma después por los whatsApp y en ella se veía al acusado mirando desde detrás del cristal.

¿Quieres decir algo más? Le preguntan a la pequeña: «Que se haga justicia», se oye que dice en la grabación.

Tras la niña, se ha visionado la declaración del otro menor, también de 12 años, y amigo de la anterior. Al igual que ella, ha relatado que ese día estuvieron con Álex en el parque. Ya de vuelta en casa, su madre le llamó para comentarle que había desaparecido un niño. Inmediatamente le dijo que «había sido el hombre del banco porque estaba todo el rato mirando a los niños». Su madre no sabía de quién hablaba. También le indicó a la progenitora el portal en el que residía Almeida.

Este pequeño también había visto al acusado en otras ocasiones y casi siempre sentado en los mismos bancos o en los que están próximos a una tienda de comestibles. En concreto, «la tarde que desapareció Álex, el hombre estaba detrás, en un banco de la izquierda».

A él tampoco le gustaba Almeida: «Me daba miedo, mala vibra», ha concluido.

Ambos menores declararon el 29 de junio de 2022 en cámara Gesell, es decir, en una sala acondicionada con dos ambientes separados por un vidrio de visión unilateral, con el fin de evitar el hostigamiento y la revictimización de una persona. Por entonces, Almeida se encontraba en el centro penitenciario de Segovia y, pese a que ya se había negado a declarar hasta en tres ocasiones anteriores, solicitó estar presente durante la comparecencia de los pequeños. La juez de instrucción puso un biombo para impedir que pudiera verlos.