«Mejor llamar al 112 y que quede en un susto que perder tiempo si desaparece un niño»

En caso de que se encuentre en la calle o en un centro comercial y que de repente, tras una distracción, se da cuenta de que su hijo pequeño no está, hay que empezar a llamarlo a gritos por su nombre y preguntar de inmediato a las persona que estén al lado y en los comercios cercanos, ofreciendo los detalles sobre la fisonomía, características físicas y ropa del niño.

Si en los primeros momentos no da resultado esa búsqueda inicial, hay que llamar de inmediato al 112 para que desde ahí se dé aviso a los cuerpos policiales competentes en ese ámbito territorial, Policía Local, Policía Nacional o Guardia Civil en el caso de La Rioja. «Es mejor alarmar y movilizar a una patrulla y que al final sea un susto que dejar pasar el tiempo», aseguran desde la Jefatura Superior.

Si están los dos padres o a uno de ellos le acompaña alguien más, que uno se quede en el punto de la desaparición por si vuelve el niño allí. El resto proseguirá la búsqueda por la zona aportando la descripción con todos los detalles posibles e incluso mostrando alguna foto del menor que se lleve en el móvil. Si estaba solo un adulto con el menor, esperar a la patrulla.

Hay que insistir a los hijos que no hablen con extraños y mucho menos que se vayan con cualquiera a ningún lado, aunque les ofrezcan cualquier cosa que les pueda gustar: chucherías, ver un perrito... E inculcarles que en el caso de que alguien les aborde y se sientan incómodos o amenazados que recurran a cualquier persona que esté alrededor y, aún mejor, a cualquier comercio cercano. Y finalmente, que en caso de extravío, que no den vueltas, que vayan a la tienda más cercana y pidan que llamen por teléfono a sus padres o a una patrulla policial.