Secciones
Servicios
Destacamos
Cuando se acaban de cumplir dos años del atroz asesinato de la pequeña Carolina Corral, su madre, Adriana Ugueto se enfrentará desde hoy y ... hasta el próximo 17 de febrero en el banquillo de la Audiencia Provincial de La Rioja a la máxima pena: prisión permanente revisable. Un jurado deberá decidir sobre la inocencia o culpabilidad de la acusada, que, según la versión del fiscal, drogó y luego asfixió a su hija en una habitación del hotel Los Bracos de Logroño.
De acuerdo con el relato de los hechos que hace la acusación pública, la procesada y su madre, Olga Febles, habrían urdido un plan para acabar con la vida de la menor y suicidarse después. La pequeña, que entonces tenía cinco años, era fruto de una relación sentimental anterior con idas y venidas que acabó al poco de nacer Carolina. En un primer momento, la acusada, que se había trasladado a vivir con su madre, «se mostró muy controladora y posesiva» con su hija. Al padre también le imponía condiciones para que viera a la pequeña. Siempre en un bar situado debajo del domicilio de la abuela y solo una hora dos días a la semana.
Las reglas fueron cambiando poco a poco. Después de que el padre presentara un contencioso en los juzgados de Haro, localidad en la que residían, el juez otorgó primero la guarda y custodia a la progenitora, luego acordó custodia compartida y tras ser recurrida, se la atribuyó al padre. Como la procesada no estaba conforme se saltó en varias ocasiones el régimen de visitas alegando que el padre «no le prestaba los cuidados y atenciones que precisaba, que la menor no quería estar con él e incluso que le pegaba», apunta la Fiscalía. Una situación tensa que acabó con cruce de denuncias.
Adriana Ugueto y su madre, que trabajaron juntas en una tienda en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro hasta que la cerraron en octubre de 2019, «mantenían una relación muy estrecha y compartían todo lo que les sucedía a cada una». En ocasiones, la procesada le confesó que sufría por no estar siempre con su hija y que se le pasaba por la cabeza suicidarse. Un pensamiento al parecer compartido por Olga Febles, quien se había sentido estafada por un hombre al que conoció a través de las redes sociales. Él le había dicho que trabajaba para la ONU, que tenía a sus hijos enfermos y necesitaba dinero y ella le fue mandando remesas a cuentas de Turquía e Indonesia. La abuela denunció lo sucedido en la comisaría de Miranda de Ebro en septiembre de 2019 y expuso que la cantidad que se le había estafado era de 100.000 euros.
En este punto, la acusada y su madre planearon acabar con sus vidas y también con la de la pequeña. Buscaron información en sus móviles sobre dónde comprar veneno, cortarse la venas y asfixiar a una persona, entre otras muchas cuestiones que les facilitara el camino para poner fin. También pusieron fecha: debía ser el fin de semana del 24 al 26 de enero de 2020 puesto que ese fin de semana a Adriana Ugueto, según el régimen de visitas establecido, le correspondía estar con la menor.
De despedida, Adriana Ugueto dejó cuatro notas manuscritas dirigidas a su padre, a su hermano, alias 'Peke', y a dos amigos íntimos. Además grabó varios vídeos en su tablet en los que se despedía de su hermana y el resto de la familia. La abuela hizo lo mismo y dejó cinco notas. En una de ellas culpaba de su suicidio a «J.R., de nacionalidad inglesa empleado de la ONU».
El 25 de enero de 2020 a través de 'booking' reservaron dos noches en el hotel Los Bracos. A las 8.15 del día siguiente se presentaron en recepción y les asignaron la habitación 404. Colgaron el cartel de no molestar en la puerta y pusieron en marcha su macabro plan. Primero le suministraron unas gotas de Noctamid a la pequeña y después de que se quedara profundamente dormida y sin posibilidad de defenderse «presionaron la boca y la nariz de la menor acabando con su vida por asfixia», describe el fiscal.
Acto seguido, la acusada, con ayuda de su madre, y «guiada con la intención de acabar con su propia vida» se hizo varios cortes en muñecas, piernas y en la región cervical. Sobre las 17.16 horas de ese domingo, Olga Febles dejó la habitación del hotel y se dirigió a la zona del mirador del Ebro y allí se lanzó al agua. Su cuerpo fue hallado a las 13.30 horas del martes 28 de enero. En su bolso se encontró un envase de Noctamid, dos cuchillos cerámicos y dos memorias USB.
Antes, el lunes 27, Adriana Ugueto que aún seguía viva, se asomó varias veces por la ventana de la habitación del hotel sacando la cabeza y las piernas por el alféizar. Un vecino que vio a la mujer alertó a la Policía Nacional. Los agentes hallaron el cuerpo de Carolina sobre una de las tres camas de la habitación, tapado con la ropa de la cama, con el chupete aún puesto y toda la habitación llena de sangre.
La Fiscalía considera a Adriana Ugueto autora de un delito de asesinato con alevosía a persona especialmente vulnerable por razón de su edad, considera que concurre la agravante de parentesco y reclama prisión permanente revisable, además del pago de una indemnización al padre de la pequeña de 200.000 euros por los daños morales causados.
Hemeroteca
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.