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CRUZ MORCILLO
Martes, 4 de febrero 2020, 12:32
«Adri se viene conmigo porque tu padre tiene razón en que ella así como está no puede ofrecerle nada a la niña y no quiere verla sufrir, ya sufrió bastante desde pequeña y sabemos que por unos drogadictos y eso es el futuro ... que le espera». Son palabras de Olga Febles, la mujer cuyo cadáver apareció hace una semana en el río Ebro a su paso por Logroño. Horas antes, su nieta Carolina de cinco años había sido hallada muerta en la cama del hotel Los Bracos y que recoge Cruz Morcillo en Diario ABC. Su hija Adriana Ugüeto está en prisión como presunta autora del crimen.
Ambas mujeres dejaron varias cartas escritas en su vivienda familiar de Haro (La Rioja) el último sábado de enero antes de coger el coche y dirigirse al hotel Los Bracos de Logroño. Esas cartas las entregó Ramón Ugueto, el hijo menor, a la Guardia Civil cuando la niña ya estaba muerta. ABC ha tenido acceso a la última carta de Olga, la abuela de la pequeña, dirigida a su hijo Ramón y en la que evidencia su intención de quitarse la vida y le explica las razones. «Esto es muy díficil para mí, el dejarte me resulta insoportable pero no tengo otra salida. Te amo con todo mi corazón».
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Pablo Álvarez
La abuela comienza la carta de despedida pidiendo perdón a su hijo y añade: «Esto no lo he hecho ni por Adri ni por Carol. Sé que me equivoqué, metí la pata hasta el fondo, he intentado arreglarlo por todos mis medios pero no lo he podido hacer».
La mujer había denunciado en septiembre que había sufrido una estafa de un extranjero, al que aseguró haber enviado casi cien mil euros. Todo apunta a que fue víctima de la estafa conocida como «Love Scam», en la que un individuo se hace pasar por un alto cargo internacional y asegura vivir todo tipo de desgracias, incluidas enfermedades de sus hijos, persecuciones y detenciones.
En la misiva, Olga Febles relata a su hijo lo que ha vivido y le anima a que la ONU le indemnice a él y a su hermana Daniela porque «tu padre no va a hacer nada». La mujer estaba separada del padre de sus hijos.
Lo que cuenta la suicida es que conoció a un inglés, Jaime Raymond, que le pidió ayuda porque su hijo estaba muy enfermo. Según ella es ingeniero naval y trabaja para la ONU. «Le ayudé pero me engañó. No me justifico porque no tengo justificación. Solo te pido que algún día me puedas perdonar. Llevo seis meses luchando y sufriendo con esto y no puedo más. Mi vida es un infierno».
La madre detalla a su hijo todo lo que ha vivido y deja claro que se va a quitar la vida. «Juro por Dios que no tengo otra salida y por eso me quiero ir. No te voy a hacer pasar por más vergüenza», dice pero curiosamente no hay más que dos referencias a su hija Adriana y a su nieta Carolina, ambas muy vagas. Insiste en que no quiere que sufran más. A su hijo le dice una y otra vez cuánto le quiere y el orgullo que siente por él.
Ahora los investigadores tratan de averiguar si la abuela participó en el crimen de Carolina o si pudo incluso ser la autora. La data de la muerte de la niña es clave para aclarar ese punto, dado que toda apunta a que Olga Febles salió del hotel Los Bracos la tarde noche del domingo. Con una idea fija: suicidarse.
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