Las terrazas son para el verano

Fernando Fernán Gómez escribió la obra teatral 'Las bicicletas son para el verano', afirmación que no es del todo cierta porque si bien estas alcanzan un mayor uso con el estío hay quien las utiliza a lo largo de todo el año desafiando a la climatología. Algo similar a lo que ocurre con las terrazas de algunos establecimientos hosteleros en La Rioja.

Aunque es en el verano cuando las terrazas alcanzan su mayor esplendor, la mayoría de los establecimientos que cuentan con ellas en verano, es porque disponen de ellas durante los doce meses del año. La proliferación de las estufas con forma de 'seta' que pueblan las inmediaciones de la puerta de los bares en los meses más fríos, las hacen más 'habitables' –incluso con temperaturas que rozan los cero grados– especialmente por aquellos habituados a fumar y que necesitan para ello un espacio al aire libre.

En cualquier caso, las terrazas ofrecen ahora que las temperaturas invitan a aprovechar los espacios abiertos, la posibilidad –muchas veces bajo el amparo de una sombrilla– de disfrutar de una variada oferta, que puede llegar a incluir desde el desayuno o brunch, a una comida o cena como ocurre en la calle María Teresa Gil de Gárate y en la calle Portales de Logroño. En esta última zona son varios los establecimientos hosteleros que sirven sus platos en el exterior, pensando –especialmente con la amplitud de horarios– en los peregrinos compostelanos. Desde La Cocina de Ramón, a los otros establecimientos que le acompañan en la calle peatonal más transitada del casco histórico de la capital riojana, se puede recuperar fuerzas a cielo abierto.

Si lo que se busca simplemente es un refrigerio, hay agradables rincones con terrazas en toda la geografía regional. Algunas están ubicadas en lugares cargados de historia y singularidad, éste es el caso de la Plaza de la Vega en Haro, las del Mercado, San Agustín, el Parlamento o la calle Bretón de los Herreros en la capital, también ocurre en el Paseo del Mercadal en Calahorra, con las que rodean al quiosco de la música de Ezcaray, incluso con las mesas y sillas que alimentan la terraza del parque, en Torrecilla, entre otras muchas.

El Palacio Tondón en Briñas acoge una terraza con excelentes vistas sobre el meandro que el Ebro dibuja en la zona; en El Rasillo desde algunas mesas estratégicamente ubicadas (por ejemplo en el restaurante Los Cameros) se puede ver el azul intenso que reflejan las aguas del pantano González Lacasa rodeado por la naturaleza serrana.

También están las estrictamente urbanas, como las que se ubican en el corazón de la capital riojana –simulando un oasis en el desierto de asfalto– y entre las que se encuentran las de El Espolón, la Gran Vía logroñesa o la Plaza Primero de Mayo, por ejemplo, aunque las hay prácticamente en todas las calles, no solo de la capital, sino de la mayoría de las localidades riojanas de tamaño medio.

Hace pocos meses, Isla Sicilia, en la logroñesa República Argentina, ha inaugurado una terraza urbana que, protegida en el interior de una gran manzana de viviendas, permite disfrutar de las bondades del innovador establecimiento. Casa Ríos también hace algún tiempo que cuenta con una terraza cubierta, discretamente ubicada en la calle San Agustín, para poder presumir de ser la única terraza de la zona más castiza de la capital.

Cada una cuenta con una oferta gastronómica diferenciada que merece diferentes alabanzas. Recientemente, la Guía Repsol ha premiado con sus 'Soletes' de verano las terrazas de dos establecimientos riojanos alejados de los principales núcleos urbanos de la comunidad autónoma: la de Finca La Emperatriz, en Baños de Rioja y la de La vida es sueño, en San Román de Cameros.

De la primera, la Guía Repsol dice «en esta finca, que fue propiedad de la emperatriz de Francia, Eugenia de Montijo, puedes degustar uno de sus vinos con unos aperitivos mientras contemplas los viñedos que se extienden por La Rioja Alta», sobre la terraza de San Román, comentan los inspectores de la Guía Roja: «Pura calma en la Sierra de los Cameros, con cocina vegana y un paraje increíble. Además, aquí se puede venir a desconectar durante un fin de semana para volver nuevo».

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