Este MUWI, para siempre

No obstante, continuaba habiendo propuesta musical para adultos con tres conciertos vespertinos, casi a modo de vermú torero. Comenzó actuando Colectivo da Silva, grupo que dejó buenas vibraciones en el festival Actual 2020, habiendo actuado bajo techo y en pleno invierno pese a su música fresca y desenfadada. La música de Colectivo da Silva necesita verano, ambiente distendido y desinhibido, aunque quizá no tanto sol como el de hoy. Hay que reconocer que la joven banda tiene ingenio con canciones como 'Que Dios bendiga el reguetón' y 'After', en la que cantan «Debí quedarme en el 'after' para siempre». Es más, en un momento del directo el cantante preguntó al público: «¿Quién ha estudiado Derecho aquí?; y al levantar orgullosamente la mano dos personas, espetó: «Os habéis equivocado». Hasta la propuesta escénica era insólita, con un bajista que parecía extraído de 'Stranger Things', el uso de una pandereta eléctrica y una serie de músicos uniformados solo con los calcetines altos. A destacar que realizaron todo el concierto con un guitarrista sustituto, con un notable alto de nota. Su canción más célebre es, a la vez, la más bizarra, una semblanza a 'Marina D'Or', la penúltima que tocaron.

A continuación actuó The Grooves, otro grupo que ya había pasado por Actual. Las cinco chicas madrileñas ofrecieron un rock suave, femenino y distinto, con un aire diferenciador que propiciaba el saxofón y el trombón. Tuvieron actitud, con canciones reivindicativas, muy vivas, y un estoicismo de admirar al actuar a pleno sol, mientras el público se refugiaba en la sombra y ellas pedían agua fría. Una de las pocas pegas que se pueden poner a esta edición del MUWI es que, al contrario que en otros años, no se colocara una carpa en la zona del público durante los conciertos del domingo para refugiarse. Solo a partir de las 17 horas se colocaron un par de sombrillas. The Grooves acabaron con las canciones 'Todos a las llamas' y 'Lloverá y yo veré', de La Pegatina, haciendo bailar al público con una propuesta muy digna y mejorando el tema original.

Tomaccos cerró el MUWI con un 'hillbilly' que casi parecía aterrizado de otro mundo. La banda madrileña apareció dispuesta en línea, ataviados los cuatro con trajes marrones de época. Con ritmos del Mississippi e instrumentos como una tabla de lavar, al modo del sonido 'vintage', realizando un concierto muy animado y raro que propició que se bailara 'lindy hop' en el patio de la bodega con música en directo. Tuvieron un piropo para Diego M. Continente al nombrarlo como uno de los músicos más influyentes de la actualidad y alabaron el trabajo de Messura. Para entonces ya se había nublado el cielo y cayeron cuatro gotas. Pero el MUWI ya estaba hecho. Sin duda, la edición más destacada, regular y con mayor respuesta del público.