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La iglesia San Miguel Arcángel de Cuzcurrita albergó este sábado el funeral por el hostelero Guillermo Castillo, asesinado en la noche del 2 de mayo. del año pasado. Después de un año de espera, la familia pudo despedirse de él con un sencillo funeral, ... al que asistieron centenares de vecinos y amigos de la familia. Tres imágenes del hostelero en actitud alegre presidían el altar, en el que ofició la misa el párroco de Cuzcurrita.
Durante la homilía, que fue precedida por el entierro ante una decena de personas en la intimidad, sonaron jotas y rancheras, las favoritas de Guillermo Castillo y que él mismo interpretaba en el restaurante para sus clientes.
Tras la ceremonia, amigos de la familia dedicaron palabras a los asistentes, recordando al hostelero como una persona carismática y muy alegre. «No es lo mismo ver cómo se apaga la vida, a que sea arrebatada», decía con rabia una de ellas.
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También subió al altar una de sus mejores amigas, Nuria, para poner voz a una carta escrita por Yolanda. «Dios mío, Padre de Bondad y Misericordia, te presento a mi padre, quien ha dejado este mundo para ir a tu seno. Te doy gracias por haber podido compartir su amor, su sabiduría y su guía a lo largo de la vida. Ha sido un gran padre, un amigo y un compañero fiel en el camino. Te doy gracias por su vida, por su ejemplo y por todo lo que hizo por nuestra familia», comenzó diciendo. En un texto dirigido a Dios y en el que deseó a su padre el descanso eterno.
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Por último, la misma Yolanda Castillo dedicó unas espontáneas palabras de agradecimiento a los centenares de personas que le estaban arropando. «Gratitud, amor y fe. La gratitud es a todos ustedes y a toda esa gente que ha estado ahí. Que gracias a ellos he podido tirar para adelante. La fe es la de creer que podía ser posible para mí vivir sin mi padre –decía la hija del difunto–. El amor también para mí ha sido importante porque durante este tiempo he recibido muchísimo amor», apuntó.
La ceremonia finalizó con la interpretación de la canción 'Riojano de Pura Cepa'. A pesar de las circunstancias de la muerte de Guillermo Castillo, y de la obligada demora a causa de la investigación de su sepultura, la de este sábado fue una tarde bonita, de recuerdo y llena de cariño con la familia del hostelero. La misma Castillo reconocía al término encontrase «más tranquila».
Las voces que dulcificaron la ceremonia ofrecieron a las puertas de la iglesia tras la salida de todos la ranchera 'El rey', de José Alfredo Jiménez, lo que dio pie al último aplauso de la tarde.
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Víctor Soto
Después de cerrar un capítulo importante para que la familia pueda comenzar su duelo, el próximo será la celebración del juicio, previsto según anunció la acusación particular, para antes del verano.
Guillermo Castillo fue asesinado en la noche del 2 de mayo. De momento hay dos personas detenidas y, según apuntó la Guardia Civil cuando se produjeron las detenciones, el asalto estuvo motivado por un robo.
El cuerpo de Guillermo Castillo ha sido analizado en el Instituto de Medicina Legal desde mayo hasta el pasado mes de enero, cuando finalizó la investigación forense.
La acusación particular, dirigida por el mediático abogado Marcos García Montes, decidió aplazar el funeral, inicialmente previsto para el sábado anterior, hasta que se resolviesen dudas que habían planteado respecto a las lesiones presentes en el cuerpo.
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