Se suspende el funeral de Guillermo Castillo del sábado a la espera de informes forenses

El letrado, mediante un escrito al Juzgado de Primera Instancia de Haro, ha solicitado que se aclaren varios puntos de la autopsia, que según recalca se ha «dilatado y diferido durante once meses», aspecto por el que también pide explicaciones. El bufete de García Montes envió ayer al juzgado encargado del caso unas alegaciones tras haber recibido el miércoles una autopsia que fue firmada digitalmente el 2 de abril, es decir, un día antes.

En este texto se requiere a los forenses abundar en varios puntos de su estudio (determinar si el traumatismo craneoencefálico fue causa de la muerte o posterior, el carácter de las heridas incisas que presentaba, si se empleó algún objeto contundente, cuál fue la secuencia de las lesiones...). Sería tras la ampliación de esta pericial (si es aceptada) cuando se hagan cargo del cuerpo del hostelero asesinado. «Consideramos que es un informe inexacto e incompleto. Cuando esté completo lo haremos llegar a los peritos por si hay que realizar algún tipo de prueba, lo que resultaría imposible si se produce una incineración o una inhumación», analiza García Montes.

No se trata ni de la primera ni de la segunda ocasión en que la salida del cadáver de Guillermo Castillo del Instituto de Medicina Legal se convierte en un punto controvertido de este caso. El Tribunal Superior de Justicia de La Rioja comunicó públicamente que desde el 18 de enero la familia podía retirar el cuerpo «después de que los forenses finalizaran su informe».

El 1 de marzo, el Juzgado de Haro notificó otra providencia a la familia reiterando que el cadáver podía ser retirado de la morgue. Sin embargo, el abogado Marcos García Montes mantuvo la posición de no emprender este trámite hasta no recibir oficialmente la autopsia.

Y ahora va un paso más allá solicitando esta ampliación que puede no ser la última diligencia, ya que el abogado abre la puerta a la consulta posterior con peritos para, según sus alegaciones, «determinar con claridad protegiendo los derechos de las partes procesales la causación de la muerte, forma y tiempos».

Ayer, antes de conocerse esta solicitud por parte de la acusación particular, la hija de Guillermo Castillo llegó a programar las exequias para este mismo sábado, aunque horas después posponía el funeral y el entierro en Cuzcurrita 'sine die' para permitir a Marcos García Montes que solicitase la citada ampliación de la autopsia.

Mientras se dirime qué ocurre con el cuerpo de Guillermo Castillo, que apareció esposado y brutalmente golpeado en el suelo de su casa, los plazos siguen corriendo y dos hombres, de 38 y 53 años, continúan en prisión desde mediados de agosto, cuando fueron detenidos junto a una mujer que quedó en libertad con cargos. En el momento de los hechos uno se encontraba de permiso carcelario y el otro llevaba una pulsera telemática para la reinserción de los presos.

El pasado 26 de enero, ambos imputados participaron en una reconstrucción del crimen en Cuzcurrita en la que trataron de descargarse de su responsabilidad acusándose mutuamente del crimen. Mientras, García Montes sigue defendiendo que hay más personas implicadas en el homicidio, lo que ha venido a llamar «comando información», que habría suministrado datos a los presuntos autores materiales del crimen y encubridores, aspectos que no aparecen en la investigación.