Los actos vandálicos del Alto Najerilla causan daños por valor de unos 100.000 euros

Desde la Dirección General de Infraestructuras se calcula que los daños pueden ascender a 100.000 euros, contabilizando 52 árboles talados y 25 señales afectadas a reponer. «El daño ambiental no se puede calcular, pero es un desaguisado», advirtió ayer Vicente Urquía. Los servicios jurídicos del Ejecutivo regional estudian medidas legales. «No podemos consentir que haya actos que atenten contra la seguridad ciudadana, contra la salud y se produzcan ataques homófobos», afirmó la presidenta del Gobierno riojano, Concha Andreu.

Pedro Medel, presidente de la Asociación de Ganaderos de las Siete Villas, no estaba de acuerdo con las formas pero admitía entender lo sucedido. «Es normal que haya sentado mal pero no es tan grave. Los insultos sobraban pero el malestar es general porque la gente está agobiada y te cuentan milongas. Llevamos mucho tiempo con la boca callada. Han hecho al ganadero esclavo del lobo», opinó Pedro Medel, quien asegura haber transmitido esto a Concha Andreu en la Fiesta de la Trashumancia.

«De lo que se acordó en la Mesa del Lobo no se ha hecho nada, es una vergüenza. Yo estoy con los ganaderos y nos retiramos hasta que no veamos que se haga algo», anunció Medel. Por otra parte, el representante de los ganaderos de las Siete Villas expuso el cambio drástico que ha vivido la zona en los últimos meses: «Antes el lobo atacaba muy de vez en cuando de día, pero ya es lo normal. Estos no son los lobos que había antes».

Las Organizaciones Profesionales Agrarias (OPA) coincidieron en condenar los actos pero apoyan la crítica que subyace. Eduardo Pérez Hoces, presidente de ARAG-ASAJA, considera que lo sucedido empaña la imagen y las reclamaciones de un colectivo que cada día lo tiene más difícil pero pidió a los políticos reflexionar sobre por qué se ha llegado a esto. «Llevamos meses advirtiendo de la situación mostrando el enfado, hartazgo y la desesperación que está sufriendo un sector al que el Gobierno ni escucha ni le pone las medidas necesarias para un equilibrio entre el control al lobo y un modo de vida que garantice la supervivencia de nuestros pueblos», explicó Pérez Hoces.

Óscar Salazar, presidente de la UAGR-COAG, también rechazó los actos por incívicos e inconvenientes, aunque creyó que responden al malestar de la zona. «Exigimos que se pongan en marcha inmediatamente las medidas acordadas en la Mesa del Lobo, estableciendo los niveles del semáforo y tomando las medidas oportunas», reclamó Salazar. Y Néstor Alcolea, de UPA, censuró los insultos pero apoyó las reivindicaciones. «Venimos meses denunciado la situación límite que sufren los ganaderos, especialmente los que conviven con el lobo. Se sienten abandonados e ignorados», declaró.

Los alcaldes de las Viniegras y Ventrosa (PP) no quisieron hacer declaraciones pero sí el de Mansilla, José Manuel Ballesteros (PSOE), quien condenó lo ocurrido y se plantea denunciar las pintadas en La Casa de Islas. «No son formas, el corte de la carretera pudo haber sido una desgracia si alguien se pone malo, como sucedió el sábado», criticó Ballesteros. Desde el colectivo Siete Villas del Alto Najerilla mostraron su desacuerdo con lo ocurrido. «No se debe llegar a las actuaciones ni amenazas de estos días, algo que rechazamos y deseamos que no se repita», afirmaron.

La Ley de Parques Naturales destaca estos como espacios de amplia superficie, belleza paisajística, representatividad de sus ecosistemas, singular flora, fauna o geomorfología y valores naturales, ecológicos, estéticos, educativos y científicos cuya conservación merece atención preferente. La declaración de parque natural favorece el aprovechamiento sostenible de los recursos y su integración en el desarrollo socioeconómico de la zona, prohibiéndose los usos incompatibles con las finalidades que hayan justificado su declaración, y facilita la entrada de visitantes pero con limitaciones. En el vecino Parque Natural Sierra de Cebollera se puede cazar, pescar y ejercer la ganadería.

«Cebollera es lo mismo y se puede comprobar que la gestión ha sumado, a los usos tradicionales, el turismo y todo lo que conlleva. Que pregunten en el Alto Iregua si están a favor o en contra del parque natural», señaló David Ijalba, presidente de la Asociación de Ambientólogos de La Rioja.