El juez ordena el internamiento en régimen cerrado de dos de los menores implicados en la violación grupal en Logroño

Los cinco menores detenidos este pasado martes por la violación grupal a dos menores en Logroño en el número 16 de la avenida de Navarra pasaron a disposición de la Fiscalía de Menores alrededor de las 09.00 horas de este miércoles y más de siete horas después abandonaban el edificio de los juzgados tras prestar declaración en presencia de sus abogados.

Los cinco presuntos implicados en la agresión sexual a las adolescentes tienen entre 14 y 17 años de edad, y junto a ellos habrían participado otros dos menores de 14 años y por tanto inimputables que quedaron bajo la tutela de sus progenitores. Pese a no tener responsabilidad penal, estos dos últimos sí que tendrían responsabilidad civil.

Las víctimas, de 12 y 13 años, y no de 14 como así trascendió ayer, según fuentes próximas a la investigación, habían quedado sobre las 20.00 horas del pasado domingo a través de las redes sociales con quienes luego se convirtieron en sus agresores en una céntrica calle de la capital riojana. Al parecer, las adolescentes conocían previamente a dos de los jóvenes con los que se habían citado.

Incluso, en un primer momento, antes de acceder al número 16 de la avenida de Navarra, todos los menores dieron una vuelta por los alrededores hasta que las convencieron para que les acompañaran al inmueble. Ya en el interior del edificio, pasadas las 21.00 horas, llevaron a cada una de las pequeñas a los trasteros cochambrosos de la planta baja donde las habrían abordado de la forma más atroz posible. Cada una de ellas fue introducida en uno de ellos y allí se produjo la violación.

Una vez consumada la agresión sexual, las niñas salieron del inmueble y en un primer momento, pese al estado alterado en el que se encontraban y que ya pedían ayuda a las personas que a esas horas transitaban por la calle, nadie les hizo caso. Así hasta que una mujer les prestó atención y alertó de lo ocurrido a una patrulla de la Policía Local que pasaba en esos momentos por el lugar.

De inmediato, en el zona se concentraron hasta tres patrullas de la policía muncipal que iniciaron las primeras pesquisas y la identificación de varios de los supuestos agresores que todavía permanecían en el interior del edificio.

El amplio dispositivo policial y el numeroso grupo de jóvenes presentes en la zona alertó a los vecinos, que comenzaron a concentrarse en torno al portal del número 16, uno de los edificios más antiguos del lugar, en el que son habituales las pintadas y en el que este mismo martes se acumulaban varios desperdicios, como botellas, tetrabrick y papeles, entre una sillita de niño y un patinete.

Tras la identificación, los agentes de la Policía Local comparecieron en la comisaría de la Jefatura Superior de Policía, competente en este caso, para narrar lo sucedido y lo que las menores les habían trasladado.

En el edificio, situado a las puertas del casco antiguo logroñés, según relataron a este diario algunos residentes, es un centro habitual de encuentro de grupos de jóvenes que se juntan para beber.