«No pedimos que nos traten mejor, sino igual que al resto»

«Superfeliz». Así de rotunda se expresa Vanessa Lamata sobre las sensaciones que le despierta su maternidad en solitario. Su pequeño Luka, de dieciséis meses, la ha colmado de una felicidad que llevaba tiempo anhelando: «Tenía muchas ganas de ser mamá y me costó mucho quedarme embarazada». Aunque su maternidad es reciente, ya ha vivido en sus propias carnes las 'desventajas' de la monoparentalidad: «Me correspondían las 20 semanas de permiso de maternidad, pero solicité también el periodo que le hubiera correspondido a la otra parte y me lo denegaron». Incluso trató el asunto con un abogado que le recomendó que abandonara sus pretensiones porque, tras la sentencia del Supremo, no llegaría «a ninguna parte».

Visto el desenlace de su solicitud, Vanessa decidió coger una excedencia unos meses. Lo dice con orgullo pero también con cierto pesar: «Ver que en las familias con dos progenitores sus hijos tienen más derecho a cuidados que el mío se lleva con resignación». «Por suerte [otra monoparental que se refiere a la suerte] nunca he dejado de trabajar y me podía permitir unos meses a costa de mis ahorros para estar con mi bebé», señala para defender el objetivo de que la ley «nos defina como monoparentales y nos iguale al resto de las familias». Como Silvia, Vanessa vive en Alfaro y no dispone de ningún tipo de beneficio fiscal ni reducción de tasas por su condición de monoparental. «Además de la Ley, luego está cada ayuntamiento», apunta mientras indica que, por ejemplo, el de Alfaro no ha aprobado que las ordenanzas fiscales distingan a las monoparentales. A pesar de que las convocaron con el compromiso de hacerlo, luego olvidaron la promesa.

Vanessa asume que la conciliación sólo es posible con implicación familiar extra, porque «no hay derecho a percibir ayudas si tienes un sueldo normal; es decir, tienes que estar en una situación muy mala». La realidad es que las ayudas pretenden atajar la vulnerabilidad, afecte esta o no a las familias monoparentales.

Vanessa se rebela ante algunos comentarios de que las monoparentales disfrutan de privilegios. «Me han llegado y he devuelto la contestación: 'Lo siento, pero estás equivocado, no tengo ninguna ayuda'». Y añade: «También he tenido la otra versión, la de 'si has decidido tú tener a tu hijo, ¿por qué tienes que beneficiarte de ninguna ayuda?'. La respuesta sale disparada: 'Tampoco a las numerosas las obligan a nada y tienen descuentos y exenciones».

«No pedimos que nos traten mejor que al resto, solo como al resto, de la misma manera», reclama, para concluir.

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