Inicio para no presumir. El nuevo tren Madrid-Logroño que tenía prevista su llegada este viernes a las 12.41 horas se ha retrasado 50 ... minutos. En un principio el panel informativo de llegadas de la estación informaba de que el ferrocarril se retrasaba y llegaría a las 13.10 horas, pero pronto ha alargado aún más su demora, previendo el fin de trayecto a las 13.27 horas, aunque finalmente ha parado en el andén 5 a las 13.31, es decir, con 50 minutos de demora, lo que ha alargado el viaje hasta casi 5 horas. Un estreno del servicio que no es el soñado. Según algunos viajeros con los que ha hablado Diario LA RIOJA, el tren ya ha salido con retraso de Madrid, pasadas las 9.00 horas, cuando estaba previsto emprender el viaje a las 8.40.
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Marta Cardiel, logroñesa que estudia oposiciones y reside en Madrid, ha contado que se enteró de que era un nuevo servicio después de comprar el billete, extrañada porque el tren partía de Chamartín en lugar de Atocha. «Hemos salido 25 minutos tarde porque no había vía o no sé qué. Luego ya no me he fijado, pero supongo que habremos esperado más tiempo en alguna estación. Y por el camino también hemos parado alguna vez», ha explicado Cardiel, que ha pagado 13 euros por la ida y 12 por la vuelta, el 21 de abril, con el descuento del carné joven. «Ya había venido otras veces de Madrid y el servicio no ha mejorado mucho porque nunca se había retrasado tanto», ha juzgado Cardiel.
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Leticia Sabando también ha llegado junto a su hija a Logroño desde Madrid, donde trabaja y reside, para pasar la Semana Santa aquí. «Hay muy poquitos trenes, deberían poner más, aunque la diferencia de precio es grande, los que quedan costaban 80 y pico y este me ha costado 37,55 euros», ha declarado la viajera riojana. «Lo había cogido por el horario y el precio. No había cafetería, pero nos han ofrecido un botellín de agua. El personal ha sido muy amable», ha expuesto Sabando. A pesar del retraso, la logroñesa ha extraído algo positivo: «Es verdad que el último tramo ha sido muy lento, pero muy bonito porque vas pasando por todos los pueblos, aunque la primera ha sido por vía rápida».
Según ha explicado Renfe a este periódico, el retraso se ha debido a un problema logístico en la salida y a cuestiones de gestión de la circulación. Trabajadores de la estación de Logroño han detallado que este tipo de retrasos se producen cuando un convoy se cruza con un Alvia, que tiene preferencia y al que hay que cederle el paso.
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El Intercity ha alcanzado la capital riojana tras salir de la estación madrileña de Chamartín y pasar (y hacer parada) por Segovia, Valladolid, Burgos, Miranda de Ebro y Haro. En total, unas 4.25 horas de trayecto, aunque con el retraso acumulado en la salida casi han sido 5, cuando la previsión era que apenas tardara cuatro. El mismo tren pero a la inversa, por la tarde, a las 16.12 horas, sale de la capital riojana rumbo a Madrid, a donde la previsión es que llegue a las 20.15, si no ocurre ningún imprevisto que lo retrase.
Los trenes S-120 y S-121 que realizan estos trayectos, y que pueden circular tanto por vías de ancho convencional y como por alta velocidad hasta una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora, ya funcionan en otras zonas de España. Así, la mitad del viaje, en el tramo entre Madrid y Burgos, se realiza a una velocidad alta, mientras que la otra mitad, entre Burgos y Logroño, el trayecto es más lento, empleando en cada uno aproximadamente dos horas.
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