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Seguir las evoluciones de lo que tiene que ver con el ferrocarril en La Rioja nunca ha sido tarea fácil. Es fácil perderse en una ... maraña de titulares que se extiende durante décadas y en la que ha habido muchas promesas, pocos cumplimientos y, en general, muchas decepciones en La Rioja.
El capítulo de este jueves necesita pues una explicación para no perderse en ese lío de declaraciones, peticiones, desmentidos y medias afirmaciones. Intentémoslo, pues, a base de preguntas.
1
Todo empieza en octubre de 2023. Capellán, en una comparecencia parlamentaria a los cien días de su gobierno, explica que va a pedir al Ministerio que se creen dos nuevas frecuencias: dos trenes «casi directos» (con una única parada en Calahorra) con salidas desde la capital riojana a las 6.45 y las 17.00 horas para llegar a Atocha a las 9.45 y las 20.00 respectivamente –y en el otro sentido, salidas a las 7.00 y las 17.00 horas y llegadas a las 10.00 y las 20.00. La idea era que el trayecto durara menos de tres horas.
En ese momento, y hasta este viernes, La Rioja solo tenía un tren «directo» a Madrid, con salida 7:30 a las y regreso a las 18:05. Sin trasbordo, pero con seis paradas intermedias, eso sí. Esos trenes directos tardan entre tres horas y cuarto y tres horas y media. Los que necesitan trasbordo superan en su mayoría las 4 horas.
2
Hasta este jueves, año y medio más tarde, no había habido ninguna definitiva. La reacción inicial fue buena; la delegada del Gobierno, Beatriz Arráiz, explicaba entonces que desde el Ministerio se veía «razonable» la propuesta, más allá de discrepancias en detalles concretos.
3
En abril de 2024, el Ministerio de Óscar Puente sorprendió a propios y extraños con un anuncio que casi nadie esperaba: iba a haber un nuevo tren a Madrid (solo uno, no los dos que pedía La Rioja)... pero por el otro camino, el más largo. Un tren por Miranda, con parada en varias ciudades castellanas, que haría el viaje en unas cuatro horas.
Las reacciones «viajaron» de la sorpresa al cabreo. «No es el tren que queremos ni el que necesitamos», dijo Capellán. La reacción de Óscar Puente a través de redes sociales fue amenazar con eliminar ese tren si La Rioja no lo quería.
No llegó la sangre al río: el gobierno regional bajó el tono y aceptó ese trayecto aún sin renunciar al pedido por La Rioja Baja. El nuevo tren debería haber partido en otoño del 2024, pero por retrasos varios se inaugura este viernes, 11 de abril.
4
El 31 de mayo del año pasado Puente y Capellán firmaron, aparentemente de forma definitiva, la paz en una visita del ministro a Logroño. Una visita con un tono cordial y constructivo, en el que Puente prometió la llegada a Logroño de los Talgo S-107, («o de otros trenes que liberen la llegada de esos S-107») que harían más rápido el trayecto Logroño-Madrid por La Rioja Baja.
Pero, ahí está la raíz de cierta confusión de este jueves, no aclaró si esos trenes vendrían a las frecuencias actuales (ese único tren directo con seis paradas) o si serían para los nuevos trenes Logroño-Calahorra-Madrid que pedía Capellán. En cualquier caso, decía, «espero que por estas fechas del año que viene estemos en capacidad de ofrecer esta alternativa».
Es decir, Puente NO prometió nuevas frecuencias, sino solo estudiarlas. Pero SI se comprometió al menos a mejorar el material rodante para mejorar también los trenes a Madrid y su rapidez. Este jueves Arráiz decía que esa promesa sigue en pie, aunque la petición del Gobierno de La Rioja de nuevos trenes queda, por ahora, descartada.
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