Pedro Sánchez no dejará que el PP se cobre la pieza de la presidenta del Congreso, Francia Armengol, al calor de los descubrimientos del 'caso Koldo'. El presidente del Gobierno admitió este martes la gravedad del escándalo que ha forzado la marcha del exministro de Transportes y ex secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, al Grupo Mixto en el Congreso de los Diputados y que este martes mismo llevó a la destitución del secretario general de Puertos del Estado, Álvaro Sánchez, pero defendió que se trata de un caso aislado que hay que «dimensionar» en sus justos términos y auguró que no se llevará por delante la legislatura.
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Armengol, que este martes ofreció una comparecencia ante la prensa en la Cámara baja para tratar de disipar las dudas que pesan sobre los contratos realizados durante la pandemia por el Gobierno del que fue presidenta, el balear, con la empresa Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas S.L., dejó algunas preguntas sin respuesta clara: quién ofreció los servicios de la instrumental que supuestamente pagó comisiones al asistente del exministro, Koldo García Izaguirre, a su ejecutivo, y por qué se tardó tres años en reclamar el dinero de unas mascarillas que no se correspondían con el uso requerido.
El jefe del Ejecutivo acusó al principal partido de la oposición de poner en marcha una «campaña de difamación» que alcanza incluso a su esposa y, en una conversación informal con los periodistas seleccionados para informar de su viaje de tres día a Brasil y Chile, aseguró que, aunque no ha hablado con la presidenta del Congreso, no tiene duda alguna sobre su gestión y garantizó que su puesto no está en peligro.
Sánchez esgrimió además que su Gobierno está actuando con rapidez y ejemplaridad y contrapuso sus actuaciones -ni Ábalos ni Álvaro Sánchez han sido, al menos de momento, ni imputados ni señalados por ningún delito por la fiscalía- con la manera de actuar del PP, al que hizo responsable de una corrupción «sistémica».
«Cuando hablamos de defender la democracia , de luchar contra estos casos de falta de ejemplaridad o de corrupción, -abundó este miércoles en una comparecencia en Brasilia con el presidente Luis Inazio 'Lula' Da Silva- hablamos de no infundir bulos, descalificaciones e insidias, de no poner en marcha una estrategia del ventilador que lo que hace es generar mucha zozobra en la opinión pública y desde luego también de ser consecuente y coherente». «Y si se exigen esos estándares de ejemplaridad -dijo como crítica al PP- aplicárselo a su mismo partido».
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Los socialistas defienden que con los mismos criterios con los que los populares exigen la cabeza de Armengol o del presidente canario Víctor Torres, deberían demandar también la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o la del alcalde de la capital de España, José Luis Martínez Almeida, por el caso de los comisionistas Luceño y Medina, a los que su primo puso en contacto con la administración. Este miércoles anunciaron que estudian llamarlo a comparecer en la comisión de investigación que han impulsado en el Congreso.
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