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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirá este viernes, 23 de agosto, con el jefe del Ejecutivo canario, Fernando Clavijo con el objetivo de abordar la crisis migratoria que azota al archipiélago desde los últimos meses. Un tema convulso dado el rechazo del Congreso ... a la reforma del artículo 35 de la ley de extranjería, que permitiría el traslado de menores no acompañados a otras comunidades y, con ello, aliviaría el colapso del sistema de acogida que sufren desde finales del año pasado.
El encuentro entre ambos dirigentes va a producirse bajo las críticas de otros partidos políticos por la gestión de Moncloa del problema. El PP ha denunciado que el cambio en la normativa no daría solución al problema de la crisis migratoria si no va acompañado de un aumento de los recursos, tanto en lo que respecta a financiación como a infraestructuras, para las comunidades autónomas. Además, aboga por incrementar la seguridad en las fronteras de los países desde donde salen las pateras como solución para reducir el número de embarcaciones y, con ello, la cantidad de migrantes que viajan hasta España.
La ruta atlántica, desde la costa occidental de África hacia Canarias, sufrió un importante repunte de tránsito durante el último trimestre del año pasado. Miles de personas, entre ellas muchos niños solos, viajaron hasta el archipiélago desde diferentes países- principalmente Senegal y Mali. Esta situación provocó que el territorio gobernado por Clavijo viese cómo su sistema de acogida, poco a poco, se colapsase. De hecho, según declaró hace unos días, en aquel momento, las islas recibieron casi 8.000 niños.
Lejos de frenar la llegada de migrantes a Canarias, las cifras no paran de crecer y, aunque no hay datos específicos de cuántos menores han arribado en lo que va de 2024, sí se sabe que las llegadas (en general) han crecido un 126% respecto al mismo periodo del año pasado. Una situación que, según las estimaciones transmitidas por Clavijo y cuya visión comparten las ONGs, se irá complicando en los próximos meses. Calculan que solo en Mauritania, una de las principales vías de salida desde África, hay cerca de 150.000 personas esperando el momento idóneo para lanzarse al mar huyendo de guerras, abusos o duras condiciones de vida.
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Es tal el colapso que está viviendo el archipiélago que, a través de diferentes organizaciones, se han visto obligados a habilitar carpas para poder acoger a los niños que siguen llegando. Pero no es el único problema. Muchos de estos menores deberían haber recibido la protección internacional, por estar huyendo de guerras, pero la sobrecarga de expedientes dificulta esta labor.
Tanto Clavijo como el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, han mantenido diversas reuniones con el objetivo de aliviar la situación. Fue en abril cuando ambos dirigentes habían llegado a un preacuerdo. Consistía en declarar la emergencia migratoria en Canarias de manera que pudiesen obligar al resto de comunidades autónomas a acoger a cerca de 2.000 menores. Sin embargo, para ello es necesario reformar el artículo 35 de la ley de extranjería, algo que ni el resto de gobiernos regionales ni el Congreso de los Diputados aceptó.
Hasta ahora, el procedimiento para el traslado de menores consistía en pactar, en la Conferencia Sectorial de Infancia, un determinado número de niños que viajarían desde las comunidades más tensionadas hacia otras. Sin embargo, esta solidaridad voluntaria, la mayor parte de las veces, ha estado acompañada de incumplimientos. El año pasado, por ejemplo, estaba previsto que Andalucía acogiese 36 niños, pero solo llegaron 30. En el caso de la Comunidad de Madrid, no acogieron ninguno a pesar de que se habían comprometido a asumir la tutela de 34.
Pese a este incumplimiento por parte de las comunidades, este año han vuelto a cerrar un acuerdo para un nuevo traslado de estos menores, también voluntario. La Conferencia Sectorial de Infancia celebrada a principios de julio acabó con un pacto para repartir a 347 niños, una cifra que se ha ido reduciendo en los últimos años.
Tras el fracaso del Gobierno en el Congreso por no haber conseguido aprobar la reforma de la ley de extranjería, el presidente canario pide tramitar la medida a través de un decreto ley. «Seguimos manteniendo que, efectivamente, son menores y las comunidades tenemos una responsabilidad, pero son inmigrantes y el Estado tiene otra responsabilidad», aseguraba este miércoles, 21 de agosto. Considera que esta vía permitirá un alivio más rápido de la situación en el archipiélago, aunque es consciente de que es necesario un cambio en la normativa para evitar sucesos similares en el futuro.
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«Lo importante es que se haga una modificación porque ya no están llegando solo a Canarias, ya estamos hablando de Ceuta- que tiene 16 menores por kilómetro cuadrado-, ya estamos hablando de Alicante- que duplica el número de niños que puede acoger», señaló Clavijo. Algo que considera que «era evidente que iba a ocurrir». Por ello, defiende que es necesario «dar una respuesta como país a toda esa gente y especialmente a los menores».
Canarias, Ceuta, Andalucía, Baleares... Prácticamente todos los territorios que sirven de entrada para los migrantes procedentes de África han avisado ya de que sus capacidades se encuentran al límite. No obstante, la ventaja de algunos de estas regiones es que el problema no está tan relacionado con los menores acompañados- que son competencia autonómica-, sino con la inmigración en general.
España es el país en el que más ha crecido la inmigración en lo que respecta al año pasado. Han llegado más de 31.000 personas, lo que implica un incremento del 66% en comparación con lo registrado en 2023. Un aumento que contrasta con el descenso que están viviendo otros Estados, como Italia, donde el número de llegadas ha caído un 64%. No obstante, las arribadas a este país siguen siendo superiores a las de la Península y los archipiélagos (38.190, según datos del Ministerio de Interior de Italia).
Toda esta situación la abordarán en la reunión que se va a celebrar en el archipiélago, después de que dirigentes 'populares' recriminasen al presidente del Gobierno que hubiese pasado las vacaciones en el archipiélago, recibiese al recién investido president de Cataluña, Salvador Illa, y que no se hubiese sentado con Clavijo. Sobre todo en un momento en el que las llegadas de inmigrantes siguen creciendo- en la última semana han llegado a España más de un millar de extranjeros en patera.
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