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la rioja
Miércoles, 10 de abril 2019, 20:11
Ya vamos por cuatro... y lo que nos queda. Llega la cuarta entrega del viaje que realizamos con Olegario Gurrea a través de su maravillosa recopilación de fotos del Logroño antiguo. Todo un viaje en el tiempo a través de los lugares más destacados de la capital riojana durante la primera mitad (y algo más) del siglo XX.
Esta entrega se centra en el corazón de la ciudad, en El Espolón. Ha sido siempre, desde sus inicios en el siglo XVIII, el centro de la vida de Logroño y el lugar en donde se celebraban los actos importantes de la ciudad. Destacaba el ya desaparecido seminario, el quiosco de múnica y la escultura ecuestre del general Espartero.
El antiguo Seminario Conciliar estaba situado en el Espolón. Abarcaba toda la manzana entre Hermanos Moroy (por donde estaba la entrada principal) y Muro de la Mata y entre Sagasta y Marqués de Vallejo, que antes se llamaba de la Compañía porque antes que seminario y desde 1683 era el colegio de los Jesuitas. En 1767 y debido a la confiscación de bienes a los jesuitas se aprovechó para instalar en él el seminario Conciliar. La iglesia del mismo era de estilo renacentista y se llamaba de El Salvador. Fue derribado en 1934, tras ponerse la primera piedra para la construcción del nuevo seminario por el obispo de la diócesis, Fidel García. Como curiosidad entre 1918 y 1920, estudió allí Teología, José María Escrivá de Balaguer, luego fundador del Opus Dei.
el Muro de la Mata ya ante el seminario, se celebrara a principios del siglo XX. el desfile de carrozas llamado 'El Coso Blanco'.
Este es el recordado quiosco del Espolón realizado en 1892 por Luis Barrón, en una imagen de Víctor Lorza. Estaba rodeada de seis estatuas de reyes procedentes del Palacio de Oriente de Madrid, dedicadas a don Pelayo, Ordoño, Leovigildo, Alfonso I 'el casto', Enrique I y Felipe V. Fueron derribadas en 1931 al declararse la república.
Fotografía de 1908. Además del ambientazo, se puede pueden ver las estatuas de los reyes alrededor del quiosco. Al principio, fueron colocadas en el llamado paseo de reyes pero, al colocar la del Espartero, no pareció bien que seis reyes rodearan, como rindiendo pleitesía, a uno que pudo reinar pero que por su negativa nunca lo fue.
El ambiente en el Espolón era impresionante. En esta imagen se puede apreciar la diferencia de clases, por las vestimentas de las señoritas y las de algunas personas que las observan.
Preciosa imagen del quiosco, con el seminario al fondo.
Una vez derribado el seminario, se puede apreciar ya la nueva Plaza de Abastos, inaugurada en 1930, obra de Fermín Álamo.
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