LA RIOJA
LOGROÑO.
Lunes, 3 de mayo 2021, 02:00
El ingreso del controvertido líder del Frente Polisario y presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Gali, en el hospital San Pedro de Logroño sigue enturbiando las relaciones entre España y Marruecos. Aunque la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, puntualizó hace días que este asunto «para nada perturba las excelentes relaciones que España tiene con Marruecos», desde Rabat se tiene una percepción muy diferente.
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En una entrevista concedida a la Agencia Efe y recogida ayer por el diario 'ABC', el ministro marroquí de Exteriores, Nasser Bourita, aseguró que su país seguía esperando «una respuesta satisfactoria y convincente» por parte de Madrid. Bourita llegaba a preguntarse si España quería con este caso «sacrificar su relación bilateral» con el vecino del sur. «Con los socios –decía el ministro alauita– no se maniobra por la espalda sobre una cuestión que es fundamental para Marruecos».
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