Varios vecinos se afanan en la limpieza de la calle principal de Huércanos. Justo Rodríguez

Las tormentas arrasan la comarca de Nájera y se ceban en Huércanos

Zona catastrófica. Los daños provocados por las fuertes lluvias son «incalculables» y afectaron a multitud de vecinos, también en varias zonas de Uruñuela

Jueves, 22 de junio 2023, 16:24

La mañana de después de las tormentas de la tarde noche del miércoles en la comarca de Nájera trajo consigo un panorama desolador, sobre todo en las calles de Huércanos y Uruñuela, dos de las localidades más afectadas por sendas tormentas que cayeron. Los ... ríos de agua que bajaban el miércoles hacían prever que los daños iban a ser cuantiosos, y ya con la luz de la mañana del jueves se confirmaron los presagios: calles teñidas de marrón por el barro, bajos y merenderos inundados, muros caídos por la fuerza del agua, huertas arrasadas...

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La peor parte de este desastre ha recaído, una vez más, en Huércanos, donde en septiembre del 2004 hubo también una gran riada que afectó al municipio. Muchos vecinos comparaban lo ocurrido la noche del miércoles con aquella ocasión. Roberto Varona, alcalde de Huércanos, puntualizó que «la diferencia con entonces es que cayeron menos litros de agua, esta ha caído el doble. Con la de hace años se hizo una previsión del agua que había caído y se diseñaron los colectores, el problema es que los ha desbordado». El alcalde pedirá la declaración de zona catastrófica y la Delegación de Gobierno se dispone a estudiar el expediente.

Como señalaba un vecino que ayudaba en las tareas de limpieza del frontón, «la peor parte llegó con la segunda tormenta, a eso de las 21.00 de la noche. Con la primera el agua se fue filtrando, pero con la segunda no dio abasto». Esa segunda tormenta fue la responsable de que las calles pochanqueras se convirtieran en ríos, entrando en decenas de casas, en los bares del pueblo, en el centro de salud y, sobre todo, en las escuelas, uno de los edificios más castigados. Allí, bomberos, profesoras y más trabajadores del centro estuvieron toda la mañana afanándose para achicar agua, limpiar barro y tratar de salvar el máximo material posible.

El edificio del colegio fue el más afectado, toda la planta baja quedó inundada y se perdió cantidad de material

ESCUELAS DE HUÉRCANOS

La directora del CRA Cuenca del Najerilla, Begoña Gallarta, detalló que toda la planta baja se había visto afectada, llegando el agua a alcanzar alrededor de metro y medio. «Se está intentando recuperar lo que se puede, mesas, sillas, muebles... Las pantallas interactivas se han perdido». Una profesora explicaba que en su aula tuvieron la suerte de que por la mañana del miércoles habían movido libros de texto al aula de música, en la planta de arriba, y eso se pudo salvar, pero «muchos profesores han perdido material bibliográfico, hecho por ellos, muy valioso». Además de estos materiales, también se perdieron las notas de los niños, que se iban a dar el jueves. A raíz de todo esto, ayer quedaron suspendidas las clases, hoy viernes también, pero «tenemos la convivencia final del CRA en Tricio, así que recogeremos a los niños en el autobús e iremos para allá», contaba Begoña Gallarta, que añadía: «Por nuestra parte ya hemos avisado al director general de Gestión Educativa, Emilio Ángel Izquierdo, y a la inspección de que suspendíamos las clases y de toda la situación».

Por la mañana, hubo que agujerear el muro de contención con el río para dejar pasar el agua que cubría las calles

CALLES ANEGADAS EN URUÑUELA

En el centro de salud de Huércanos, que se encuentra justo al lado de las escuelas, hubo la suerte de que el agua solamente llegó al rellano, y no afectó a la parte interior. Desde Bomberos Forestales, que entre otras tareas se ocupaban de la limpieza, explicaron que «solamente había unos 20 centímetros de agua y barro, y en una hora lo hemos dejado habilitado». El cuerpo de bomberos y el resto de medios estuvieron trabajando desde la noche del miércoles «a eso de las 22.00 horas» y durante todo el día del jueves.

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Además de los edificios públicos, entre los que también se vieron afectadas las piscinas, los daños fueron también cuantiosos en multitud de casas. Desde la entrada del pueblo, se podía ver a decenas de vecinos sacando muebles, electrodomésticos, ropa o herramientas del campo a las calles, algunos de ellos para poder limpiarlos, y otros para tirarlos directamente porque habían quedado inservibles.

A pesar de las chapas que pusieron muchos vecinos, por la fuerza con que bajaba el agua, entró destrozando merenderos, despensas con comida y todo lo que tenían en los garajes. «Cuando empezó a bajar el agua se llevó la chapa y subimos rápidamente al piso de arriba, hasta casi las 02.00 de la mañana cuando ya pudimos bajar», contaba uno de los vecinos afectados. Otros, que se dedican a la venta de fruta y tenían todo preparado para el jueves, explicaban que los portones no sirvieron de nada, porque el agua entró por atrás y cuando se dieron cuenta ya llegaba al medio metro. «Lo de dentro se ha perdido todo, se ha roto la cámara frigorífica, el coche, se ha estropeado todo. Ahora toca sacar el barro y dar parte al seguro», lamentaban.

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Cien litros en Uruñuela

Uruñuela, donde cayeron 100 litros por metro cuadrado, fue otra de las grandes damnificadas, sobre todo en la calle Sur, el camino Hormilla, el camino de la Ermita o la zona de la salida hacia Cenicero. También hubo incidencias en la zona de Las Huertas, aunque tuvieron la suerte de que el agua no entró a las viviendas, solamente afectó a jardines y a la calle, donde los vecinos trabajaban con bombas y mangueras para achicar el agua. Al otro lado de la carretera, en el camino Hormilla, bomberos y vecinos trabajaban también en la limpieza de los bajos de las viviendas, pues ahí sí entró el agua. Un vecino relataba que la noche del miércoles «hubo que ayudar a una mujer con movilidad reducida a subir al piso de arriba, porque entraba agua, pero la mujer está bien».

Carmelo Guinea, alcalde de Uruñuela, contaba cómo en la mañana del jueves algunas zonas del pueblo seguían inundadas y tuvieron que romper «parte del muro de contención para que el agua que bajaba del término municipal de Huércanos pasara al río». Otra de las zonas afectadas fue donde se encuentra la granja Hermanos Gallarta, que también se inundó y se llenó de lodo. «Por suerte no ha afectado a los animales, pero el agua entró a las instalaciones y las oficinas y ha estropeado bastante material, como el ordenador que tenemos automatizado para echar de comer a los animales, archivadores con documentación o ropa de trabajo», apuntan los responsables.

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Durante buena parte de la mañana del miércoles, las carreteras entre estas dos localidades, además de hacia Cenicero, estuvieron cortadas por el mal estado en que se encontraban debido a las fuertes lluvias. Concha Andreu visitó las zonas afectadas por las tormentas, y el Gobierno de La Rioja anunció que pediría la declaración de zona catastrófica por los daños ocasionados en los municipios.

Huércanos y Uruñuela, en imágenes

Justo Rodríguez
Justo Rodríguez
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