La hija del hostelero intentó paliar su ansiedad investigando por su cuenta lo ocurrido

El primero de los peritos, el psicólogo forense que examinó y trató tanto a Yolanda Castillo como a su hermano ha detallado que a ambos les afectó psicológicamente de una manera similar, aunque la reacción fue diferente. Los dos tenían ansiedad y depresión, pero ella intentó encauzar su estado investigando por su cuenta lo ocurrido. «Buscó personas, un abogado, se involucró mucho en investigar el suceso». De este modo, ha dicho el psicólogo «trató de sobrellevar una situación que había sufrido».

De hecho, durante su declaración en la vista oral la pasada semana, Yolanda Castillo contó que nada más conocer la detención de los acusados en agosto de 2023, y después de que se hiciera público que la novia de C.S.R. era de Pradillo, convenció a su pareja y a un amigo de la familia para que le acompañaran a Pradillo, localidad en la que se había hecho público que residía la mujer. Era el fin de semana del 19 y 20 de agosto y se celebraba la feria de las Almazuelas. Allí se encontraron con la mujer. Estaba en el bar y, según su versión, les habría confiado que su pareja le confesó «que habían matado a un viejo en Cuzcurrita».

El mismo perito psicólogo ha relatado en la vista oral que el hermano de Yolanda Castillo reaccionó de otra forma. «Dejó de tener relaciones sociales», ha explicado. Este fue su «mecanismo de defensa: aislarse».

Por su parte, y a preguntas de la acusación particular de la hija de la víctima, una psicóloga, terapeuta Emdr, que hizo un informe de Yolanda Castillo, ha contado que empezó a tratarla en julio de 2023 y entonces presentaba una sintomatología «compatible con tratar de digerir lo que había ocurrido».

En cuanto a los sentimientos que presenta la hija de la víctima, ha detallado que son de «profunda tristeza, injusticia e indefensión» porque un crimen como el ocurrido en Cuzcurrita «genera desesperanza, poca ilusión, falta de motivación». Yolanda Castillo, además, habría expresado «que tenía miedo», algo «normal» tras un suceso de este tipo.

La médico de Atención Primaria de la hija de Guillermo narró que desde el asesinato de su progenitor, Yolanda acudió a la consulta con más frecuencia. «Tenía dolores generalizados, cansancio, todo por la muerte de su padre».

El juicio continúa este jueves con la reproducción de la reconstrucción de los hechos. El Ministerio Público solicita 27 años de cárcel para C. S. R .(23 por asesinato con alevosía y cuatro por robo con violencia) y 27 años y nueve meses para A. D. G. por idénticos delitos, mientras que las acusaciones particulares piden la prisión permanente revisable. Por su parte, las defensas solicitan la absolución, ya que se descargan mutuamente la responsabilidad en el crimen.