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Claudia, Alondra, Marta, Sere y Teo son cinco amigos que a la 1 de la madrugada del pasado domingo accedieron a la discoteca Macao exhibiendo sus pasaportes COVID. «Por una parte me parece bien y por otra, mal. Quizá haya gente que no se ha ... querido vacunar y así se sienta obligada, aunque también es cierto que al final lo van a pedir en todos los sitios y esto te da más seguridad», confesaba Marta Marqués (ya vacunada).
Entre sus amigos las opiniones iban más allá: «Es absurdo pedir un certificado de vacunación en España cuando no es obligatorio vacunarse». Todos, menos una de ellas, estaban vacunados. Y, de hecho, les sorprendió que les reclamasen el pasaporte: «Pensábamos que lo pedirían a partir del lunes».
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Luis J. Ruiz
Tampoco convence la implantación en los términos plantados a Antonio Cendra, propietario de Macao y secretario de la Asociación de Salas de Fiestas, Discotecas y Ocio Nocturno de La Rioja: «En estas circunstancias me parece ridículo que tengamos que pedir un papel, lo que que no quiere decir que sea lícito ni legal, pero que no va a tener ningún tipo de acción positiva».
Cendra apuesta por el uso, como en otras comunidades, de una aplicación que lea el código QR porque, tal y como se aplica en La Rioja, basta con «enseñar un papelito, lo que es mucho más cómodo para nosotros, pero depende ya de la responsabilidad de cada cual, porque, tal y como se ha hecho, pueden venir con pasaportes falsos».
En la gran mayoría de los locales de ocio nocturno de Logroño no se reclamaba el pasaporte y en la mayoría de casos porque afirmaban que desconocían que ya está vigente. En el pub Bronx 2.0 sí se pedía, pero no quisieron hacer declaraciones. Alfredo Lázaro, del Stereo, opina que «no sé si va a tener mucha utilidad porque se puede falsificar fácilmente, así que volvemos a la responsabilidad individual, y cada uno es de un padre y de una madre...». Reconoce que ahora «la responsabilidad será del portero y sabemos que hay gente maja, maleducada y imbéciles, pero, si lo exigen, habrá que hacerlo».
Enrique López, propietario de The Swing Tavern y Bambara, se preguntaba cómo es posible que los camareros puedan estar sin vacunar y haya que pedir el certificado a los clientes. «Lo tendremos que pedir porque no podemos estar sin trabajar», advierte López.
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