Secciones
Servicios
Destacamos
I. Ugalde
Sábado, 20 de julio 2024
Irán ha advertido a Israel de que no prosiga con su «peligroso aventurerismo» ante la eventualidad de que dispare las tensiones en Oriente Medio y la operación militar en Gaza se convierta en una guerra regional. Además de condenar «enérgicamente» el bombardeo del puerto yemení ... de Hodeida, que considera una »expresión del comportamiento agresivo del régimen israelí asesino de niños», el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanani, ha manifestado que el Gobierno hebreo y Estados Unidos son «directamente responsables de las peligrosas e impredecibles consecuencias de los continuos crímenes en Gaza, así como de los ataques a Yemen».
El aviso es la reacción del régimen de los ayatolá al impactante bombardeo de la terminal marítima por parte de la aviación judía. El número de víctimas asciende ya a seis fallecidos y más de ochenta heridos. Mientras Estados Unidos ha reiterado el «derecho a la defensa» de Israel, Arabia Saudí ha declarado este domingo que «no tiene relación ni ha participado en el ataque contra Hodeida».
El portavoz del Ministerio de Defensa, Turki Al Maliki, ha precisado además que «el reino no permitirá que entidad alguna viole su espacio aéreo», en alusión a la propia operación que ha arrasado el puerto de Yemen. Arabia Saudí se encuentra entre este país e Israel. Sin embargo, asegura que no ha autorizado ningún vuelo sobre su territorio de cazas israelíes. Tampoco el ejército hebreo ha facilitado datos sobre una ofensiva que ha situado «entre las más complejas» realizadas por sus tropas, ya que el objetivo se encontraba a 1.800 kilómetros de distancia.
Las joyas de la corona de la fuerza aérea son los aviones furtivos F-35, aunque la mayoría de su flota consta de F-16. Los misiles que guarda en sus arsenales con el potencial suficiente para recorrer esa distancia son los Arrow 3, capaces de cubrir 2.400 kilómetros, o el temible Jericho II, un proyectil balístico con capacidad de incorporar una ojiva nuclear cuya capacidad de vuelo es de 3.500 kilómetros. Sin embargo, es muy poco probable que Tel Aviv haya empleado uno de estos costosos misiles pues cuenta con menos de una treintena en sus depósitos. El Gobierno de Benjamín Netanyahu ha justificado la operación porque Hodeida, según su Inteligencia, funciona como el puerto de entrada de las armas iraníes con destino a los rebeldes.
Sea como fuere, el ataque ha devastado un puerto clave para la entrada de mercancías a Yemen, cuya población sufre numerosas necesidades y deficiencias alimentarias. Varias ONG han alertado este domingo de la amenaza que supone para millones de personas afincadas en los territorios dominados por los hutíes, que controlaban también la actividad de la terminal. El principal peligro ahora es que el incendio, absolutamente fuera de control, alcance los grandes almacenes de víveres que se han librado de las bombas.
Miles de conductores han hecho desde la madrugada largas colas delante de las gasolineras ante el miedo a que se paralizasen las reservas en el país, aunque la compañía petrolera yemení ha informado de que cuenta con almacenes suficientes para garantizar el abastecimiento. Se da la circunstancia de que el puerto de Hodeida había salido indemne hasta ahora de los diez años de guerra que enfrentaron a los hutíes y el Gobierno yemení, reconocido a nivel internacional, que tiene el respaldo de Arabia Saudí. Fuentes de este gabinete han culpado al «régimen sionista» de un bombardeo que «puede profundizar la crisis humanitaria» y se han dirigido a los hutíes para que dejen las «batallas sin sentido que sirven a los intereses del régimen iraní y su proyecto expansionista en la región».
El bombardeo de los depósitos de combustible portuarios provocó una cadena de explosiones que ha arrasado por completo la zona comercial, los almacenes y diferentes instalaciones en un amplio radio, ocupado por escombros y ceniza. Un día después de los hechos, los bomberos todavía luchan contra las llamas sin apenasequipamiento. No han podido tomar el control del fuego. El resplandor y la humareda del incendio han sido visibles desde una mayoría de lugares en Oriente Medio. Los hutíes trabajan con medios precarios. Según puede verse en varios vídeos, contarían prácticamente con un único camión de bomberos. Las autoridades consideran que la extinción se prolongará varios días.
Los rebeldes prometieron una respuesta y esta mañana se ha producido en dirección a la localidad costera istaelí de Eilat. Las Fuerzas de Defensa han interceptado un misil procedente de Yemen sin mayores dificultades para su 'escudo' antiaéreo. De momento, la réplica es contenida pese a que las autoridades yemeníes han señalado que Israel acaba de «abrir las puertas del infierno» y los hutíes anuncian una dura acción de respuesta; no solo contra el Estado hebreo sino contra la «coalición británica-estadounidense» que protege con sus barcos de guerra el tráfico de mercantes en el mar Rojo.
De hecho, fuentes de la milicia aseguran que uno de sus cohetes ha impactado este domingo contra un portacontenedores que habría sufrido algunos daños. El portavoz militar hutí, Yahya Saree, ha señalado que la «respuesta del grupo a la agresión israelí contra nuestro país llegará inevitablemente y será enorme».
Mientras la tensión se recrudece en la región, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, prepara su viaje a Estados Unidos. Se reunirá con el presidente Joe Biden este martes, después de que el mandatario ya haya recibido el alta médico por una infección de covid. Al día siguiente, el dirigente judío tendrá un encuentro con los republicanos y está previsto que ofrezca una conferencia en el Congreso.
Miles de israelíes se han manifestado estos días en Tel Aviv y otras ciudades del país reclamando a Netanyahu que no viaje a Washington hasta que haya cerrado un acuerdo con Hamás para la liberación de los rehenes. En una declaración frente a la base del ejército en Tel Aviv, el padre de un joven de 24 años que sigue secuestrado en Gaza acusó al primer ministro de entorpecer las negociaciones porque, para él, «es más importante salvar su puesto que salvar vidas».
A la guerra en Gaza y la escalada de tensión con Líbano, el Gobierno de Benjamín Netanyahu sumó este sábado otro frente que, según ha admitido el gabinete de seguridad, podría desembocar en una nueva contienda bélica. Un día después del ataque perpetrado por un dron hutí contra el centro de Tel Aviv, que dejó un muerto y una decena de heridos, aviones israelíes arrasaron el puerto de la ciudad yemení de Hodeida como «respuesta» a la agresión. La acción supone una ampliación del conflicto que añade una mayor inestabilidad a la región.
«Los hutíes nos atacaron más de 200 veces. La primera vez que dañaron a un ciudadano israelí, los atacamos. Y lo haremos en cualquier lugar donde sea necesario», anunció el ministro de Defensa, Yoav Gallant, en alusión a los más de 220 drones, misiles de crucero y balísticos lanzados por los hutíes contra Israel en los últimos nueve meses de guerra. Este grupo islamista, apoyado por Irán, lleva meses atacando también los buques en el mar Rojo en «solidaridad» con el pueblo palestino, según afirman.
Cientos de personas despidieron ayer en Rishion Lezov a Yevgeny Ferder, la víctima del ataque hutí en Tel Aviv. De 50 años, Ferder trabajaba como empleado de mantenimiento en el albergue contra el que se estrelló el avión no tripulado, dentro de un edificio de servicios y viviendas. El aparato no fue detectado a tiempo. Según el ejército, tomó una ruta inusual hacia Israel tras atravesar Egipto y entrar en territorio nacional desde el Mediterráneo. El fallecido era de origen bielorruso. Formó parte del ejército ruso, luego condujo camiones y se estableció en Israel en 1999. Se integró en las Fuerzas de Defensa, trabajó en un kibutz y más tarde lo contrataron en una fábrica de Kiryat Gat, donde residía su padre, un emigrante bielorruso.
La explosión del dron hutí contra el edificio de Tel Aviv, después de un fallo clamoroso de las defensas antiaéreas que sigue bajo investigación de las autoridades hebreas, fue el detonante de la represión contra Hodeida. El ataque de los rebeldes volvió a agitar los fantasmas de la masacre causada por Hamás el 7 de octubre en una población asustada y que exige garantías de seguridad al Gobierno de Netanyahu. El mismo viernes, los jefes de seguridad israelí transmitieron a los ministros que no cabía moderación alguna respecto a los hutíes y recibieron la luz verde para el bombardeo. La crudeza de Israel a la hora de borrar del mapa gran parte del puerto contrasta con la cautela de Estados Unidos. En su lucha contra los hutíes, la flota estadounidense ha renunciado a poner Hodeida en su objetivo porque se trata, o trataba, de un punto neurálgico de entrada de alimentos y ayuda humanitaria a la población.
Noticias relacionadas
El ataque aéreo, llevado a cabo únicamente por Israel, tuvo como objetivo depósitos de combustible y otras instalaciones del puerto yemení. Un punto estratégico por ser utilizado para importar armas desde Irán, tal y como explicó este sábado el ejército hebreo, que también dejó claro que la operación se realizó tras haber informado antes a EE UU y otros países aliados. Los hutíes, por su parte, señalaron que el bombardeo causó muertos y heridos y advirtió que Tel Aviv «pagará el precio».
La cadena de televisión Al Masirah ha informado esta madrugada que al menos tres personas han muerto y 87 resultado heridas, la mayoría con «quemaduras graves». Según estas informaciones, las bombas alcanzaron no solo el complejo de combustibles sino también una central eléctrica y varios objetivos civiles. Las explosiones han destruido uno de los principales centros logísticos de entrada de ayuda a Yemén, lo que puede agravar la hambruna que padece la población.
La cadena de televisión Al Masirah, dirigida por los hutíes, dijo que los ataques israelíes tuvieron como objetivo instalaciones petrolíferas en el puerto de la costa oeste de Yemen, matando al menos a tres personas e hiriendo a 87, la mayoría de ellas con «quemaduras graves».
Esta es la primera vez en que Israel ataca Yemen y las consecuencias son impredecibles. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, justificó el bombardeo porque Hodeida «no era un puerto inocente». Según explicó, ha sido «utilizado con fines militares» y como «punto de entrada de armas mortíferas suministradas a los hutíes por Irán». El gobernante israelí añadió que esta terminal ha sido empleada también como base logística para dirigir los ataques de los rebeldes contra los barcos internacionales que navegan por el Mar Rojo.
Fuentes militares han aclarado que la velocidad con que se llevó a cabo la operación militar forma parte de los planes de Israel para combatir a las milicias favorables a Hamás en territorios como Yemen o Líbano. Los depósitos de combustible están casi a 2.000 kilómetros de las fronteras de Israel, lo que «deja claro a nuestros enemigos que no hay lugar al que no llegue el largo brazo del Estado», subrayó Netanyahu. A diferencia de los combates que lideran las flotas de Estados Unidos, el Reino Unido y un combinado europeo contra los disparos de drones y misiles hutíes hacia los mercantes del estrecho, las Fuerzas de Defensa dejaron claro que este bombardeo lo realizó íntegramente la aviación israelí.
El ejército no prevé, de momento, una escalada del enfrentamiento con Yemén, aunque no descarta que los rebeldes respondan con un lanzamiento masivo de drones o intensifiquen las acciones contra los barcos internacionales. Algunas fuentes internas sostienen que la operación militar, demoledora en cuanto a las consecuencias, con un enorme incendio frente al puerto y millones de litros de combustible quemados, estuvo limitada lo suficiente como para no abrir un nuevo frente de batalla con los rebeldes hutíes. El Estado hebreo está en guerra con Hamás en Gaza y con la milicia proiraní Hezbolá en Líbano, donde bombardea regularmente sus bases de lanzamiento de cohetes. Israel ya estuvo al borde de un conflicto con Irán después de volatilizar con misiles la casa en la que se encontraba un alto mando de la Guardia Revolucionaria.
Mientras las redes sociales de Oriente Próximo se llenaban de imágenes y vídeos de las columnas de humo negro y fuego sobre Hodeida, las autoridades de Gaza denunciaban la muerte una treintena de palestinos mientras los tanques avanzaban hacia el oeste y norte de Rafah. Una de las víctimas fue una mujer embarazada a la que los médicos del Hospital Al Awda de Nuseirat pudieron extraerle con vida el feto en una cesárea de urgencia.
De acuerdo con el último balance del Ministerio de Salud gazatí -controlado por Hamás-, ya ascienden a 38.919 los palestinos fallecidos y a 89.622 los heridos a causa de la ofensiva militar lanzada por Israel contra la Franja.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.