Un año más sin Trump

A muchos europeos este escenario nos resulta increíble. Sobre Trump pesan ya acusaciones por 91 delitos y faltas, y pasará buena parte de los próximos meses en los juzgados, desde donde podría ser enviado a la cárcel. Si obtiene un segundo mandato, se propone expandir el poder ejecutivo y debilitar los pesos y contrapesos del sistema constitucional norteamericano. Siente cada vez más desprecio por la justicia y ve conspiraciones contra él por todas partes. Ya no está rodeado por personas con experiencia en tareas de gobierno, capaces de frenar sus peores impulsos. Mantiene una visión del mundo inspirada en una pesadilla, en la que admira a los tiranos como Vladímir Putin y quiere llegar a acuerdos poco meditados con ellos, mientras deja de lado a los aliados tradicionales de Estados Unidos. Su eslogan 'América primero' significa en el fondo que la superpotencia occidental ya no es responsable de impulsar un orden global basado en normas y en instituciones comunes.

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Ivia Ugalde

Por otra parte, Trump cada vez justifica más la violencia, un dato que con frecuencia pasa desapercibido. Defiende que se pueda disparar a los que roban en una tienda y la ejecución de su antiguo colaborador, el general Mark Milley, que actuó para limitar las consecuencias del asalto al Congreso. Un 7% de los votantes aprueban el uso de la fuerza para devolverle a la Casa Blanca, en un país en el que el control sobre las armas de fuego es una terrible asignatura pendiente.

Para frenar a Trump, el Partido Demócrata apuesta por un segundo mandato del presidente Biden. El anciano político no ha conseguido que disminuya la intensa polarización política, pero ha sido capaz de desarrollar una agenda económica muy apreciable, y de recuperar el liderazgo internacional, con una gestión cautelosa y firme de la guerra de Ucrania. A Biden le falta energía y una parte de sus votantes, los más jóvenes, dudan si apoyarlo. El mandatario ha decidido jugarse la reelección con su apoyo decidido a Israel y su involucración en Oriente Próximo para impedir una catástrofe humanitaria y la escalada del conflicto. El reloj ha empezado a correr en un año más sin Trump.