La ONU denuncia crímenes de guerra en la Franja y exige detener la «carnicería»

«Ningún sitio es seguro en Gaza», lamentó la portavoz del Alto Comisionado, Ravina Shamdasani, al afear al Estado judío que haya pedido a los palestinos que abandonen zonas de la Franja mientras mantiene un bloqueo que impide su huida y la entrada de suministros. Shamdasani advirtió de que el traslado forzoso de ciudadanos supone «un crimen de guerra», como lo es bombardear de forma indiscriminada zonas masificadas, instalaciones protegidas y ejercer un «castigo colectivo» sobre una población ya azotada por una «catástrofe humanitaria», sin alimentos, luz, combustible y agua.

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«La falta de gasolina lleva al cierre de hospitales y panaderías. La gente termina en refugios en condiciones cada vez más duras, saturados, sin apenas saneamiento y bebiendo agua en mal estado, lo que acerca el fantasma de que haya brotes de enfermedades», denunció el Alto Comisionado, que este viernes pidió a ambas partes el fin de la violencia para tratar de «buscar una alternativa a esta carnicería».

En lo que respecta a Hamás, la oficina de la ONU fue igualmente tajante. «La toma de rehenes también es un crimen de guerra», remarcó Shamdasani, que urgió a su liberación «inmediata e incondicional». También reclamó a los islamistas el cese de «ataques indiscriminados» contra territorio israelí.

Naciones Unidas, en su denuncia de las atrocidades en Gaza, se vio respaldada por la UE y el presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, que este viernes desde Bruselas mostró su «duda legítima» de que Israel esté cumpliendo el Derecho Internacional, a luz del «sufrimiento» de la Franja. En la misma línea se posicionó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en tanto que el mandatario francés, Emmanuel Macron, instó a Tel Aviv, a ser «selectivo» en la lucha contra Hamás para evitar comprometer a los civiles.