Un control de seguridad en la entrada de la carretera que lleva a las ruinas de una estatua de Buda en Bamiyán. EFE

El Gobierno atribuye el crimen de tres españoles en Afganistán a un acto terrorista

Las víctimas son dos farmacéuticas, madre e hija, y un hombre de 72 años que viajaban junto a otras tres mujeres catalanas

Sábado, 18 de mayo 2024

El ataque perpetrado el viernes por al menos un individuo armado en el mercado de Bamiyán, en el centro de Afganistán, que causó seis muertos, entre ellos tres españoles, y cuatro heridos de diferentes nacionalidades tiene todos los ingredientes para ser catalogado como acto terrorista. ... Nadie ha reivindicado su autoría más de veinticuatro horas después del baño de sangre, y apenas han transcendido detalles sobre el suceso, pero el Ministerio de Asuntos Exteriores admitió este sábado que todo apunta «claramente» a un suceso de este tipo tras confirmar con algunos de los supervivientes que los disparos se dirigieron contra los turistas, a quienes se reconoce con facilidad en un país que vive bajo el régimen talibán y sus restricciones incluso en la vestimenta. La Audiencia Nacional no lo dudó: hay «indicios de que los hechos puedan ser considerados como un delito de terrorismo» y por ello abrió diligencias para investigar lo ocurrido a casi 8.000 kilómetros de sus despachos.

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Hasta allí, un país atravesado por la guerra durante las dos primeras décadas de este siglo, habían volado los extranjeros que el pasado viernes se encontraban en Bamiyán. Venían de Kabul y su tour incluía la visita a la ciudad de los icónicos Budas gigantes que los integristas dinamitaron en 2001, sin importarles nada que la Unesco los hubiera catalogado como Patrimonio Mundial. Fue en el bazar de esta urbe donde, sobre las 18.00 hora local (15.30 en España), se desató el «caos». Un individuo, aunque no se descarta que actuara acompañado, salió de repente de «un callejón disparando» contra el grupo de trece turistas, explicó el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que este sábado habló por teléfono con las dos españolas que salieron ilesas del tiroteo. La idea es que, si nada lo impide, despeguen este domingo de regreso a casa.

No volverán con ellas los otros cuatro españoles que iban en el mismo grupo. En un hospital de Kabul quedará ingresada María Celia Tamayo, que se encuentra en estado «grave pero consciente» tras pasar por quirófano para ser intervenida de las lesiones provocadas en el incidente. El ministro aseguró que el objetivo es que salga «tan rápido como sea posible», pero asumió que dependerá de su propia evolución y de la decisión de los médicos. El contacto con el régimen talibán, cuya autoridad no ha sido reconocida por Occidente, es relativamente fluido en estas circunstancias y la intención es que la repatriación de los cadáveres de los tres fallecidos se produzca también cuanto antes. Albares eludió este sábado compartir las identidades de las víctimas mortales, pero el medio afgano 'The Khorasan Diary' les puso nombre y apellidos: Susana Vilar Bühler, Elena Schröder Vilar y Ramón Bellmás Rimbau. Todos, como la herida y las supervivientes, procedentes de Cataluña.

Víctimas de otros países

Las dos mujeres habían aterrizado el miércoles en Afganistán para recorrer el territorio durante semana y media. Eran madre e hija. Susana, de 65 años, nació en Figueres aunque llevaba media vida asentada en Barcelona, donde era titular de la farmacia de la transitada estación de Sants. Elena, que rondaba la treintena, se dedicaba como sus tres hermanas al mismo negocio y en su caso regentaba una botica de Terrassa. Con ellas viajaba Ramón, un gerundés de 72 años que tenía tres hijos y había trabajado en el sector químico. Diferentes medios apuntaban este sábado a que era la actual pareja de Susana. Todos fueron asesinados en un ataque que acabó también con la vida de tres afganos -dos civiles y un talibán, según la agencia local Aamaj- y causó heridas a turistas de Noruega, Australia y Lituania, además de la española hospitalizada en la capital. «Sólo una anciana no está en una situación muy estable», informó Abdul Mateen Qani, portavoz del Ministerio del Interior afgano, al respecto, sin concretar si esa mujer se trataba de María Celia.

Herida

Una de las supervivientes se encuentra «grave pero consciente» en un hospital de Kabul, donde tuvo que pasar por el quirófano

El régimen islamista afirma haber detenido a siete sospechosos del asesinato, uno de ellos herido, y mantener abierta una investigación para aclarar el «acto criminal» ocurrido en Bumiyán, cuya región está habitada principalmente por la comunidad chií hazara, una minoría religiosa perseguida por el Estado Islámico, que la considera hereje. «Todos serán encontrados y castigados», aseguró el portavoz de Interior, sobre los posibles autores del primer ataque contra extranjeros en Afganistán desde la vuelta de los talibanes al poder en 2021. Fue ese año, en agosto, cuando España cerró su embajada en el país centroasiático, lo que obligó este sábado a desplazar a una delegación diplomática desde Catar y Pakistán hasta Kabul para atender a los afectados y realizar los trámites para la repatriación de los fallecidos y el regreso a casa de las supervivientes.

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La UE, que acogió a los españoles en las instalaciones de su misión en la capital afgana, condenó el ataque «en los términos más fuertes», mientras que la ONU se mostró «profundamente impactada y consternada» por unos hechos que definió como «ataque terrorista». Una «barbaridad», resumió Albares, quien reconoció que acciones como la del viernes «se orientan a ciudadanos europeos» y recordó que Afganistán es uno de los países a los que se desaconseja viajar por el riesgo de secuestro y atentados.

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