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M. Rego
Sábado, 18 de mayo 2024, 14:06
Cuando Susana, Elena y Ramón emprendieron hace unos días viaje hacia Afganistán no se imaginaban que jamás volverían a casa. Detrás de estos nombres se encuentran los tres españoles asesinados en el ataque «terrorista» que el viernes sacudió a un grupo de turistas que visitaba ... el mercado de la ciudad de Bamiyán. Ellas eran madre e hija, ambas farmacéuticas. Él había trabajado en una empresa química. Todos procedían de Cataluña. Como María Celia, que se encuentra ingresada «grave pero consciente» en un hospital de Kabul. Otras dos mujeres, cuya identidad por ahora no ha trascendido, salieron ilesas del tiroteo.
Susana Vilar Bühler y Elena Schröder Vilar habían partido hacia Afganistán a mitad de mes y tenían previsto volver el próximo fin de semana a España. La madre, de 65 años y natural de Figueres, se había establecido hacía décadas en Barcelona, donde era titular de la farmacia de la estación de Sants. La hija que le acompañaba en el viaje trabajaba en otra botica, en Les Arenes (Terrassa). Sus tres hermanas (Susana, María y Sara) se dedican asimismo al negocio farmacéutico.
En el mismo grupo de turistas se encontraba Ramón Bellmás Rimbau, un gerundés de 72 años que había trabajado en el sector químico y que algunos medios apuntan a que se trataba de la actual pareja de Susana. Tenía tres hijos (María, Ana y Ramón). Su identidad, y la de las otras víctimas españolas, han sido desveladas por el diario afgano 'The Khorasan Diary' después de que el Ministerio de Exteriores español habría abogado por mantenerlos en el anonimato. Sin éxito.
Junto a los fallecidos viajaba también María Celia Tamayo. Es la única de las turistas españolas herida que ha logrado salvar la vida aunque Exteriores ha explicado que el estado de la mujer, también catalana, es «grave», pero está «consciente» en el hospital de Kabul donde ha pasado por quirófano y permanece ingresada. La decisión de los médicos que le atienden y su propia evolución determinarán cuándo podrá regresar a casa. Las dos ciudadanas de España que resultaron ilesas en el ataque, y que se hallan asimismo en la capital afgana, podrían volver el domingo en el mejor de los casos.
El proceso de repatriación de los cadáveres se encuentra ya en marcha con la intención de que las familias puedan recuperar los restos mortales cuanto antes, aunque Exteriores ha eludido dar plazos. El ministerio se encuentra en contacto directo con el régimen integrista, pese a no reconocer su Gobierno, mientras un grupo de diplomáticos españoles procedente de Catar y Pakistán -no hay embajada en Afganistán desde agosto de 2021- atenderá a los afectados en Kabul. El ministro José Manuel Albares ha agradecido, además, la cooperación de la delegación de la UE en la zona durante estas horas tan complicadas.
Mientras, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha abierto este sábado diligencias para investigar lo ocurrido en Bamiyán al considerar que hay «indicios de que los hechos puedan ser considerados como un delito de terrorismo». Las supervivientes, que mantuvieron esta mañana conversación telefónica con Albares, han relatado lo que vivieron en el mercado de esta turística ciudad donde se levantaban los icónicos Budas, hoy en ruinas. Al menos un hombre salió de un callejón «disparando» de manera indiscriminada contra los turistas. Murieron tres españoles y tres afganos, y hay varios extranjeros heridos. Además, siete personas han sido detenidas por el incidente.
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