El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas fue trasladado a una cárcel de máxima seguridad. EFE

EE UU pide a México y Ecuador que zanjen su conflicto diplomático

Washington argumenta que se trata de «aliados cruciales» mientras el país azteca hace efectivo el cierre de su embajada y retira a todo su personal

Domingo, 7 de abril 2024, 22:55

Ecuador contra la pared. A la corrupción interna, a la violencia que vive por culpa de las luchas entre los grupos del narco, al caos penitenciario donde las revueltas son diarias, ahora suma un conflicto diplomático con México que ha provocado todo un seísmo en ... la comunidad internacional que se ha manifestado mayoritariamente en contra del Gobierno de Daniel Noboa. Que los partidos opositores pidan la dimisión del mandatario es algo normal, pero que los más afines también le den la espalda resulta preocupante.

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La sensación de que Quito se ha hecho el 'harakiri' suma muchos adeptos. El mundo coincide en afirmar que lo que perpetró el Gobierno ecuatoriano el pasado viernes asaltando la embajada mexicana de Quito para arrestar al exvicepresidente Jorge Glas, es una violación del derecho internacional que en países democráticos muy pocas veces se ha experimentado.

Solo el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ha solicitado al país azteca y a Ecuador que resuelvan sus diferencias por ser «aliados cruciales». Washington, no obstante, condena cualquier violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. La Unión Europea también se ha sumado a la censura general a Quito por esta violación.

El detonante de toda la situación fue el asalto de la Policía ecuatoriana a la embajada mexicana para detener a Glas, el hombre más buscado del país, que estaba a punto de obtener el salvoconducto para recibir asilo en el país azteca. Era perseguido por la justicia por dos delitos de corrupción. Lo sacaron de la legación el sábado y ahora se encuentra en La Roca, una cárcel de máxima seguridad en Guayaquil que aloja a los presos más peligrosos.

México, mientras tanto, procedió este domingo el cierre indefinido de sus servicios consulares en Ecuador, pese al argumento esgrimido por Noboa de que ordenó entrar en la sede diplomática y detener a Glas ante el riesgo de fuga. El grupo de 18 personas que operaba en la embajada mexicana, integrado por funcionarios y sus familias, se trasladó al aeropuerto acompañado por los embajadores de Alemania, Panamá, Cuba y Honduras, quienes velaron por que se respetara su integridad.

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«Nuestro personal diplomático deja todo en Ecuador y regresa a casa con la frente y el nombre de México en alto tras asalto a nuestra embajada», informó en la red social X la ministra azteca de Exteriores, Alicia Bárcena. El grupo viajó en una aerolínea comercial después de que se descartara el envío de un avión militar debido a las graves tensiones con las autoridades de Quito.

Intromisión

Aunque no falta quien acusa al presidente mexicano, Manuel López Obrador, de refugiar a decenas de criminales y colaborar con la supervivencia del correísmo en Ecuador solo con el objetivo de desestabilizar a su presidente, son mayoritarios los que consideran que la intromisión en los asuntos interiores de un país es inadmisible. En este conflicto hasta Nicolás Maduro, considerado un dictador y el mayor violador de los derechos humanos en Latinoamérica, ha levantado su voz en contra de Noboa.

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Para el actual presidente de Ecuador, Glas es apenas un punto y seguido de toda una red criminal. Según algunas fuentes hay diez prófugos de la justicia que tienen vinculación con el narcotráfico y el lavado de dinero. Siete de ellos están en México y los otros tres en Venezuela.

Glas no era inocente. Había sido sentenciado a seis años por asociación ilícita en el caso Odebrecht y a ocho años en el caso Sobornos. El asalto a la embajada mexicana fue cometido tras la negativa ecuatoriana a dar un salvoconducto para que abandonara el país. Quito argumentó que Glas tenía que rendir cuentas ante la justicia ordinaria y acusó a la legación azteca de abusar de sus privilegios.

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«Noboa tenía que ser más contundente», había exigido un especialista en estos temas. Al día siguiente el presidente aplicó su ley y fue contundente. Entró en la embajada a la fuerza con el argumento de que no podía aceptar que México amparara a un «delincuente perseguido».

España insta al «respeto del derecho internacional»

El Gobierno español censuró este domingo el asalto de las fuerzas de seguridad ecuatorianas a la embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, y llamó al «respeto del derecho internacional».

«La entrada por la fuerza en la embajada de México en Quito supone una violación de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961», indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado. «Hacemos un llamamiento al respeto del derecho internacional y a la concordia entre México y Ecuador, países hermanos de España y miembros de la Comunidad Iberoamericana», añadió la nota.

La Convención de Viena de 1961, que rige las relaciones diplomáticas entre naciones, establece que los edificios diplomáticos o consulares «serán inviolables».

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