El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez preside la reunión de la Ejecutiva Efe
Elecciones en Galicia

El PSOE desvincula a Sánchez del descalabro gallego y lo achaca a factores ligados al territorio

Page pide una lectura nacional del resultado del PSdeG y admite su satisfacción: «Me alegro de que no haya ganado Puigdemont»

Lunes, 19 de febrero 2024, 15:05

No hay más autocrítica en la dirección federal del PSOE por el calamitoso resultado obtenido este domingo en Galicia que el reconocimiento de que, durante demasiados años, desde que Emilio Pérez Touriño perdió la presidencia de la Xunta en 2009, ha habido un ... continuo afán por cambiar de caballo al primer tropiezo; una estrategia que, esgrimen ahora en Ferraz, ha impedido consolidar proyectos y liderazgos internos. La portavoz de la ejecutiva socialista, Esther Peña, admitió este lunes que probablemente existan otros factores que también expliquen el descalabro, pero excluyó de ellos la gestión de Pedro Sánchez.

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El jefe del Gobierno presidió este lunes la reunión de la ejecutiva socialista que analizó las consecuencias de un escenario tan distinto al que, durante semanas se había alentado desde sus filas. El planteamiento era que se daban todas las condiciones para que, en la primera cita electoral tras el 23 de julio y tras meses de una durísima oposición contra el canje de amnistía al 'procés' por investidura, Alberto Núñez Feijóo sufriera por persona interpuesta un nuevo y letal revés electoral. Y no fue así.

El PP no solo retuvo, con cierta holgura además –40 escaños frente a los 38 con los que le habría bastado–, una mayoría absoluta que, según los socialistas, estaba claramente en el aire. El PSdeG cedió al BNG cinco diputados improductivos para garantizar la alternacia política y cosechó su peor resultado histórico. Del ya mal dato de 2020, cuando obtuvo un 19% de los votos y 14 escaños, ha descendido a un raquítico 14% de los votos teniendo que conformarse con 9 diputados de los 75 que tiene el Parlamento autonómico.

En el círculo del presidente insisten en que la explicación es fundamentalmente «territorial» y alegan que mientras esta era la tercera vez que Ana Pontón se presentaba por el BNG, para Ramón Gómez Besteiro era la primera y partía con desventaja. «Si vas a una campaña con un candidato que ya sale tercero, vas a remolque todo el rato», esgrimen.

Pero el siempre crítico Emiliano García-Page alertó, en un acto institucional en Ciudad Real, del error que sería hacerse trampas al solitario. «El producto de estas últimas elecciones era regional, pero el guiso era nacional. Y es importante que se obtengan conclusiones desde la seriedad», exigió. El presidente castellanomanchego llegó incluso a admitir su satisfacción por la victoria popular. «Si el PP hubiera perdido (...) seguramente se estaba planteando que era una legitimación de la amnistía o de Puigdemont; luego me alegro de que no haya ganado Puigemont», dijo.

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«¿Dejamos gobernar al PP?»

En Moncloa y en la dirección federal rechazan de plano, sin embargo, su análisis y el de aquellos que interpretan que los pactos con los secesionistas y la «política para la reconciliación» de Sánchez estén teniendo un efecto devastador en el ámbito autonómico y sirviendo para engordar al soberanismo. «No es verdad y solo hay que mirar a Cataluña», esgrimen. «¿Qué es lo que plantean, que no pactemos con los independentistas y dejemos gobernar al PP y Vox? ¡Claro, lo que nos iba a fortalecer es estar en la oposición!», ironizan. «Es al revés, nuestra fortaleza es que sabemos gestionar la complejidad de España», se defienden.

Su tesis es que el crecimiento del BNG tiene otra clave, la perseverancia que a ellos les ha faltado, y que la amnistía no les ha restado apoyos. «El bloque de la izquierda ha recortado en tres puntos la distancia al de la derecha respecto a 2020», alegan. La idea que ahora quieren inocular y por la que dicen que trabajarán los próximos cuatro años, en todo caso, es que solo si la oposición está liderada por el PSOE el cambio será posible. En el PSdeG sostienen que una parte de sus votantes se retrajo ante la idea de un Gobierno liderado por los nacionalistas y en Ferraz creen que esa posibilidad actuó también como agente movilizador en la derecha. «El PP –critican en el núcleo duro del partido– ha desplegado una estrategia de 'asustaviejas'».

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