Junts, en contra del impuesto a las energéticas por la planta de Repsol en Tarragona

La posición del grupo cuyo partido está presidido por Carlos Puigdemont es determinante en un contexto marcado por la negativa de las energéticas a aplicar este tributo y, sobre todo, por su intención de trasladar inversiones a otros lugares fuera de España, como ya ha amagado Repsol. La formación independentista alega ahora que puede ponerse en riesgo el futuro de la planta petroquímica que la compañía que dirige Josu Jon Imaz tiene en Tarragona, clave para la economía catalana.

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El voto de los siete diputados de Junts es crucial para que el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez pueda llevar a cabo esa medida tributaria sobre la que ya ha mostrado su intención de mantenerla en el tiempo, más aún después de remitir su plan fiscal a la Comisión Europea la semana pasada. El objetivo de Moncloa es convertir en permanente estos dos gravámenes que se pusieron en marcha en 2022, en el peor momento de la crisis de precios, aunque fuera de manera extraordinaria.

Sin embargo, el Gobierno considera que es momento de prorrogarlos aunque en condiciones diferentes a las que estaban planteadas inicialmente, fundamentalmente para ajustarlos a las nuevas condiciones del mercado y, además, que no tengan un impacto en las cuentas de resultados de las compañías afectadas. Solo por esos tributos Hacienda recaudó más de 3.000 millones de euros el año pasado, aunque esa cifra se vería minimizada previsiblemente con la nueva configuración del tributo.