Magyar Vagon retira su opa por Talgo tras el veto del Consejo de Ministros

El movimiento, según las mismas fuentes, responde más a cuestiones tácticas que a un cambio en el fondo. La apuesta de Magyar Vagon por Talgo se mantiene y sigue trabajando en el análisis de la defensa legal de sus intereses con la presentación de recursos contra la decisión del Gobierno de España. E, incluso, no descarta presentar otra opa en el futuro.

La opa suponía para el conglomerado húngaro seguir sosteniendo los avales de casi 650 millones de euros requeridos por el regulador y que conllevaban un gasto de cerca de 40 millones anuales en intereses. Aunque la voluntad no cambie, sin la opa registrada el escenario sí se altera en lo que tiene que ver con la capacidad de movimientos. Y es que decae el deber de pasividad que limitaba a Talgo, que ahora tendría libertad para afrontar acciones que afectan al valor de la empresa, repartir dividendos o avanzar en otras operaciones o fusiones corporativas.

Además, fuentes jurídicas señalan los posibles cambios que puede operar esta nueva situación en el pacto de socios que tiene Trilantic, el máximo accionista de Talgo (40%), con Juan Abelló y la familia Oriol. Este grupo tiene las participaciones en el fabricante de trenes a través de una sociedad, Pegaso International, que ostenta el 60% de los títulos.

Sin la opa, los tres socios tendrían libertad de movimientos para colocar jugar con las acciones en el mercado en función de sus intereses particulares y no atendiendo a las necesidades industriales de Talgo.

La compañía necesita ampliar su capacidad de fabricación para sacar en tiempo una cartera de pedidos que ahoga a sus dos plantas con más de 4.000 millones. La apuesta de Magyar Vagon pretendía ser una solución por la aportación de sus ocho plantas. Pero el Gobierno de España no la ha autorizado por razones «insalvables de seguridad nacional» a la luz de informe del CNI que señalaba conexiones con Rusia.

El bloqueo actual arroja nubarrones al futuro de Talgo que tiene en Euskadi su mayor fábrica con 700 empleados en Ribavellosa (Álava). El otro centro de producción que cuenta con 500 trabajadores está en Las Matas (Madrid). Los sindicatos han reclamado al Gobierno que presente su hoja de ruta para la empresa, además de garantizar el empleo y las fábricas. También han pedido una reunión a la dirección para conocer sus planes.

La decisión de mantener la opa había generado una situación extraña porque la CNMV no podía retirarla. Según la legislación de opas, el regulador tenía la capacidad solo de evitar su tramitación si no contaba con la preceptiva autorización del Gobierno. Pero la retirada solo estaba en manos del oferente, Magyar Vagon.