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La convocatoria promovida por Hegoalde en Calahorra a favor de los presos de Alsasua y una mesa de diálogo en Cataluña acabó convirtiéndose en una amplia bronca por parte de numerosos 'contramanifestantes', movilizados con banderas de España. Frente a los solo 11 manifestantes que ... se pusieron detrás de la pancarta -con llamativos errores ortográficos- del partido convocante, cientos de personas ocuparon la calle Bebricio con banderas de todos los tamaños. La movilización de Hegoalde acabó siendo testimonial y por tanto, muy alejada de las 200 personas que inicialmente el partido preveía convocar en Calahorra.
La alta respuesta contraria a la manifestación en la calle llevó a las fuerzas de seguridad a plantear a los representantes de Hegoalde que descartasen la idea de la manifestación. Algo que rechazaron a pesar del clima de confrontación instalado desde el principio.
Pasadas las diez de la mañana y ante un amplio dispositivo de seguridad, del que la Delegación del Gobierno de La Rioja eludió ofrecer datos, los manifestantes comenzaron su recorrido por Bebricio. La Guardia Civil, reforzada con medio centenar de agentes antidisturbios llegados de Zaragoza, y la Policía Local (unos 15 efectivos movilizados) escoltaron a los once manifestantes durante el recorrido.
El presidente de Hegoalde en La Rioja, Ángel Vegas, y el represenante del partido en Calahorra, Juan Carlos Gil, contaron con el apoyo de la asociación independentista de Cataluña Omnium Cultural, representada por Monste Ortiz. No asistió sin embargo ningún representante de las familias de los presos de Alsasua, que días antes habían difundido un vídeo excusando su presencia y dando las gracias a Hegoalde por la manifestación en Calahorra. Entre el reducido grupo se encontraban también varios jóvenes y manifestantes llegados de otros puntos de La Rioja.
Continuamente increpados con gritos de «asesinos» y «terroristas», los manifestantes avanzaron por la calle Bebricio, donde se vivieron momentos de tensión a su llegada a las inmediaciones del antiguo cuartel de la Guardia Civil. Allí un numeroso grupo de 'contramanifestantes' les quiso impedir el paso gritándoles «no pasaréis», y con consignas como «¡España, unida, jamás será vencida!». La Guardia Civil abrió de nuevo el camino y la manifestación pudo llegar hasta su final, en la glorieta del Ayuntamiento.
Fue entonces cuando 200 personas rodearon a los manifestantes, parapetados por un cordón de los agentes antidisturbios. La Guardia Civil tuvo que escoltarlos después por la calle General Gallarza hasta la avenida de Valvanera, donde habían estacionado sus vehículos.
La tensión se disparó en ese momento, cuando varios 'contramanifestantes' golpearon los vehículos en los que se marchaban, e incluso se lanzaron piedras a uno de los turismos aparcados junto al parking del Silo. Una de ellas acabó rompiendo una luna. La persona causante de este destrozo pudo ser después identificada.
El incidente marcó la parte final de una manifestación, con la que según explicó el presidente de Hegoalde, Ángel Vegas, se buscaba reivindicar una «solución para Cataluña mediante el diálogo», porque «la división que está provocando es peligrosa». «Creíamos que teníamos el deber para con España y con los catalanes de convocar esta manifestación pacífica», declaraba mientras un helicopetero de la Guardia Civil sobrevolaba la zona.
En el lado contrario, en donde se vieron representantes de Vox, como su portavoz en Calahorra, Maite Arnedo, y Adrián Belaza, quien fue candidato del partido a la Alcaldía de Logroño, acudieron 'contramanifestantes' de Logroño, Alberite, Navarra y hasta Cataluña.
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