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Peter Frankopan Sabio 29 | Experto en la historia de Asia «Los canales de comunicación con China están cortados y eso es muy peligroso»

Con motivo de nuestro 35 aniversario y en colaboración con la Fundación BBVA, hablamos esta semana con este británico, catedrático de historia global en Oxford, que es uno de los autores occidentales más influyentes en china. Gran conocedor del mundo asiático, le preguntamos sobre la pervivencia de occidente... Y su visión no es optimista.

Viernes, 11 de Noviembre 2022

Tiempo de lectura: 5 min

Peter Frankopan (Londres, 1971) es un historiador superventas que ha conseguido algo inaudito para un occidental: que lo lean en China. Desciende de una familia de la aristocracia croata que se remonta al siglo XI y fue educado en Eton y Cambridge. A pesar de su linaje, es muy crítico con las élites y prefirió dedicarse a la docencia. Frankopan es catedrático de Historia Global de la Universidad de Oxford, donde dirige el Centro de Estudios Bizantinos. Ha publicado Las rutas de la seda, El corazón del mundo y La primera cruzada (todos, en Crítica).


XLSemanal. Es usted uno de los autores extranjeros más infl uyentes en China. ¿Cómo enderezamos las relaciones entre el gigante asiático y Occidente?

Peter Frankopan. Deberíamos mejorar nuestra capacidad de discutir con China. Los canales están cortados. Y eso es muy peligroso.

XL. ¿Qué pensó cuando vio al expresidente chino Hu Jintao ser expulsado del Congreso del Partido?

P.F. Desde nuestra perspectiva parece algo muy siniestro. Pero nuestro conocimiento de lo que pasa en el politburó es cero.

XL. Usted también es un experto en la historia persa. ¿Puede la juventud de Irán acabar con el régimen de los ayatolás?

P.F. Con excepción de los clérigos y la Guardia Revolucionaria, Irán es una sociedad joven, vibrante y educada. El reto para los reformistas es cómo capitalizar las protestas de la calle sin acabar en prisión o muertos. Pero no tienen un portavoz claro. El régimen seguirá usando la represión. En cualquier momento, sin embargo, la mecha de la revolución puede prender. Sucedió en 1979. Entonces, nadie hubiera apostado por Jomeini contra la Savak, la Policía secreta del sah.

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POR QUÉ PASARÁ A LA HISTORIA
Experto en las Cruzadas y en los antiguos imperios de China, Rusia, Persia, Turquía y Asia Central, este historiador adopta un punto de vista global gracias al manejo de fuentes de muy difícil acceso en 15 idiomas, lo que le ha servido para vender millones de ejemplares en todo el mundo, incluidas China y la India.

XL. Muchos de los oligarcas rusos residen en el Reino Unido. ¿Hasta qué punto siguen respaldando a Putin?

P.F. Los oligarcas no controlan a Putin; es Putin quien los controla. El desafío para cualquier forma de disensión en Rusia es el de calibrar el riesgo y la recompensa. Los oligarcas tratan de proteger sus bienes, pero no son leales a Putin... ni Putin a ellos. Es una relación oportunista que puede cambiar según sople el viento.

XL. ¿La amenaza nuclear es creíble?

P.F. No demasiado. Pero veo muy probable que se vuelvan a utilizar armas nucleares en algún momento. Quizá no en esta guerra, pero dentro de cinco, diez, cien años… Soy pesimista.

XL. ¿Por qué?

P.F. Porque soy historiador. Hay líderes políticos muy volátiles contra los que es muy difícil protegerse.

XL. Al final, es una cuestión de que el sentido común prevalezca.

P.F. Pero hay que tener suerte. Y no solo eso, hay que tener suerte todo el tiempo. Y la lógica nos dice que, si una sola vez la ecuación va mal, por una provocación, un error humano… el desastre está servido.

«¿Cómo es posible que en Reino Unido, Francia o España haya cada vez más desigualdad? Hemos permitido que algunas corporaciones tengan demasiado poder»

XL. Rishi Sunak, el primer ministro del Reino Unido, de origen indio, es un descendiente de una antigua colonia que ha hecho fortuna en la metrópolis. ¿ Justicia poética?

P.F. Es una señal de modernidad. Pero dos tercios de sus ministros se han educado en las escuelas privadas de la élite, que cuestan 60.000 euros al año. Hay un sesgo de clase y riqueza. Sería ingenuo pensar que la elección de un solo individuo resuelve las cuestiones pendientes en cuanto a racismo y tolerancia.

XL. Usted mismo se ha educado en Eton y es un privilegiado…

P.F. Dios reparte las cartas cuando naces, pero luego tienes que probar tu valía. Soy un humilde profesor. Podía haber hecho otras cosas: inversor, banquero… Pero intento que la gente mire el mundo de otra manera.

XL. Volviendo a Sunak. La presión es máxima…

P.F. Y debe tomar decisiones difíciles. Pero el signo de los tiempos es la ausencia de liderazgo. ¿Dónde están los grandes líderes de Occidente? Francia, Italia, Reino Unido, incluso España son países que se han fracturado. ¿Cómo es posible que sean cada vez más desiguales?

XL. Dígamelo usted…

P.F. Una razón es que hemos permitido que algunas corporaciones tengan demasiado poder. Los satélites de Elon Musk proporcionan las comunicaciones al Ejército de Ucrania. Sin embargo, sale en Twitter apoyando las condiciones de Rusia para terminar la guerra. Y cuando un embajador de Ucrania le dice que está más guapo callado, Musk le responde: «Muy bien, eso haré. Os quedáis sin satélites». Es un mundo donde hay una enorme concentración de riqueza, por un lado, y un enorme despilfarro de talento, por otro. ¿Cómo le explicas a los menores de 30 años, desempleados o con trabajos de pena, que no van a poder comprarse una casa? Estamos en una encrucijada.

XL. ¿Y cómo salimos de ella?

P.F. Va a ser difícil, porque el nivel de nuestros líderes es paupérrimo… No se les ocurre nada más que políticas negativas: frenar la inmigración, ir contra esto y lo otro… Deberían preguntarse cuáles son los desafíos del siglo XXI y cómo preparar a la siguiente generación para afrontarlos.

XL. Prepara usted un libro sobre cómo los cambios climáticos han hecho tambalearse a las civilizaciones a lo largo de la historia. ¿Qué ha descubierto?

P.F. Lo fundamental para cualquier sociedad es la estabilidad. Y un clima inestable tiene un efecto demoledor. Afecta a las cosechas, trae enfermedades… Ya sucedió durante la anomalía climática medieval, un calentamiento que duró algo más de trescientos años, entre los siglos X y XIV. Si tienes margen de maniobra, muchas tierras de cultivo, una población no muy numerosa, lo superas. Pero si estás al límite de tu capacidad, llegan los problemas. Y vamos a un mundo donde cada vez habrá más ciudades que superen los 30 millones de habitantes. Y que serán muy vulnerables a cualquier fallo de los suministros.

XL. Esto me recuerda un análisis del historiador Eduardo Manzano sobre la caída de Al-Ándalus, que coincidió con esa anomalía climática. El califa de Córdoba necesitaba que lloviese para evitar hambrunas y no perder la confianza de sus súbditos. Se organizaban plegarias, se confeccionaban calendarios…

P.F. En efecto. El clima obliga a tomar decisiones geopolíticas. España, por ejemplo, vendió Florida en 1819 porque entonces era un lugar demasiado frío donde no se podía cultivar. Hoy atrae turismo por todo lo contrario. Y las proyecciones apuntan a que el 90 por ciento del planeta será zona endémica de malaria y dengue a fi nales de siglo. Hay que actuar ya.

XL. Por lo menos, ya sabemos cómo desviar un asteroide… ¿Se le ocurre algún otro motivo para ser optimista sobre la supervivencia de la humanidad?

P.F. Sabemos cómo desviar un asteroide que no sea demasiado grande [ríe]. Pero sí, tengo un buen motivo. Los seres humanos somos buenas personas. Hay algunos embusteros y megalomaníacos, pero la inmensa mayoría es gente decente.


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