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El regreso de ABBA Björn Ulvaeus «Nunca he estado en una fiesta en la que sonara 'Dancing Queen'»

Es uno de los mayores retornos en la historia de la música: ABBA vuelve a la carga después de casi cuarenta años de silencio. Lo hacen con un nuevo álbum… y con versiones rejuvenecidas de sí mismos. Björn Ulvaeus nos lo cuenta.

Domingo, 28 de Noviembre 2021

Tiempo de lectura: 12 min

El pasado septiembre, Björn Ulvaeus y Benny Andersson anunciaron por streaming que habían grabado un nuevo álbum con Agnetha Fältskog y Anni-Frid Lyngstad: la 'pausa' de casi cuarenta años se había terminado, dijeron, ABBA está de vuelta. Es una de las pocas ocasiones en las que la palabra 'sensación' está realmente justificada.

Eso sí, los cuatro integrantes no tienen intención de salir de gira con Voyage, su nuevo disco. En vez de eso, estos setentones han encargado la creación de versiones virtuales de sus yo jóvenes, avatares con el aspecto que tenían entre los 20 y los 30 años y que ocuparán su lugar sobre el escenario. Lo harán en un espacio creado para la ocasión en Londres, con capacidad para tres mil espectadores y en el que ABBA podría seguir actuando cuando sus cuatro miembros estén muertos. La vuelta de ABBA tenía que ser así. Grande, descabelladamente grande. The winner takes it all, 'el ganador se lo lleva todo'. ¿Es con esta apuesta con la que el pop se vuelve realmente inmortal?

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"Somos realmente nosotros". Abba, en la actualidad, cuando han sacado un nuevo álbum e inician gira 'en formato avatar'. De izquierda a derecha: Björn Ulvaeus, Agnetha Fältskog, Anni-Frid Lyngstad y Benny Andersson. |Baillie Walsh

Ulvaeus, de 76 años, se baja de su Tesla rojo un minuto antes de la hora acordada para la entrevista. Lleva un abrigo negro, pantalones negros y gafas negras y, en vez de aquellas botas de plataforma a las que iba encaramado en Eurovisión en 1974, calza unos zapatos bajos y negros. Se sienta, cruza las piernas y lanza su famosa sonrisa marca Björn Ulvaeus, una sonrisilla ratonil que no parece haber envejecido un solo día.

XLSemanal. Si un fan de ABBA le preguntara dónde se ha metido estos cuarenta años, ¿qué contestaría?

Björn Ulvaeus. Que he estado muy ocupado. Benny y yo hemos escrito dos musicales. También me he dedicado a los negocios inmobiliarios y he construido el Museo ABBA. He estado liado. Solo que no con ABBA.

XL. Cuando les llegó el dinero por su primer éxito, Waterloo, Benny Andersson y usted decidieron escribir canciones todos los días, desde la mañana hasta la noche. ¿Cómo es hoy un día en su vida?

B.U. Tengo cuatro o cinco reuniones al día porque estoy metido en un montón de proyectos. Uno de ellos es Pop House Entertainment, la empresa a la que pertenecen el museo, el hotel y las demás cosas...


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Toda una vida. Los integrantes de ABBA en 1974, justo después de ganar el Festival de Eurovisión. Se habían formado como grupo dos años antes. |Getty Images

ABBA fue una floreciente empresa bifamiliar hasta principios de los años ochenta, cuando se divorciaron, primero, Ulvaeus y Fältskog y, luego, Andersson y Lyngstad. Su marca era símbolo de alegría y de un mundo mejor. De tradición, pero también de innovación para los nuevos mundos que estaban por llegar: ABBA grababa vídeos musicales cuando nadie lo hacía. Sacó un álbum en CD cuando todo el mundo todavía tenía un tocadiscos en el salón. Convirtieron una de sus canciones (Mamma Mia) en un musical de éxito y más tarde en una película de Hollywood. Desde un punto de vista empresarial, fueron unos adelantados.


XLSemanal. Al principio, cuando se hablaba de montar un museo ABBA, en Estocolmo, usted no quiso participar: «Todavía sigo vivo, no veo por qué debería haber un museo sobre mí», dijo. ¿Se mostró igual de poco entusiasta con el proyecto del avatar?

Böjrn Ulvaeus. No, y fue precisamente porque hice lo del museo, y eso me obligó a estar todo el día en contacto con mi yo de los años setenta. Mi forma de afrontarlo fue ver a ese Björn Ulvaeus como una figura histórica, como alguien que vivió en esa década.

XL. Como otra persona...

B.U. Ver a mi avatar resulta algo raro, pero no tanto como la gente cree. Desde que lo dejamos, en 1982, de una u otra forma me encuentro con el recuerdo de ABBA prácticamente a diario: estoy hojeando un periódico o leyendo algo en Internet y de repente aparece un vídeo nuestro o alguna otra cosa sobre el grupo. Así que estoy acostumbrado. Dicho esto, ver a tu yo joven y saber que ese yo joven va a vivir eternamente porque está hecho de unos y ceros es una experiencia única.

"Ver a tu yo joven y saber que ese yo va a vivir eternamente porque está hecho de unos y ceros es una experiencia única"

XL. ¿No le revuelve un poco pensar que en algún momento, cuando usted ya no esté, seguirá habiendo una versión de Björn Ulvaeus actuando sobre un escenario?

B.U. Para ser sincero, no lo pienso mucho. Sí le doy más vueltas a si me gustaría volver a ser joven.

XL. ¿Y?

B.U. Francamente, no me gustaría.

XL. ¿Por qué no?

B.U. Porque en estos momentos me siento estupendamente bien conmigo mismo.

XL. ¿A sus 76 años no echa de menos la vida de estrella del pop que llevaba a los 34?

B.U. No, no la echo nada de menos. Lo que hago ahora me divierte mucho más: hemos escrito canciones nuevas, hemos grabado un disco y estamos metidos en esta aventura increíble de los avatares. La vida no podría ser mejor.

XL. Lleva lo de envejecer mejor que el resto de la gente.

B.U. Soy un privilegiado, eso es innegable. Envejecer es algo muy distinto si estás enfermo y eres pobre. En general, no, no es bueno. En mi caso, es que físicamente me siento muy bien. Hago una hora de deporte todos los días. Corro en una cinta, hago elíptica… Y tengo un aparato de estos que vibran, se supone que son muy eficaces.

XL. Si está tan en forma, ¿por qué no ir de gira, como acaban de hacer los Rolling Stones?

B.U. Sería un circo. Ninguno de los cuatro tenemos las más mínimas ganas de hacerlo. Es algo que está fuera de toda discusión.

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'Waterloo'. La canción con la que ganaron Eurovisión en 1974, los catapultó a la fama. Al año siguiente lanzaron Mamma mia. Luego, Dancing Queen... y así hasta una veintena de números uno. |Getty Images

XL. En el año 2000 rechazaron una oferta de mil millones de dólares por ir de gira a Estados Unidos. ¿Por qué?

B.U. Por lo que recuerdo, iba a ser un año entero. Y ni idea ya de cuántos conciertos…

XL. Unos 120.

B.U. Sí, como se imaginará, nos habría matado. Habría sido duro.

XL. ¿Tan grande es el miedo escénico que provoca ser ABBA?

B.U. No, no es por eso.

XL. ¿El problema entonces es viajar?

B.U. Todo lo demás. La vida social. Estar de gira se hace muy duro. Por eso decidimos que no lo haríamos.

XL. Esto que dice recuerda a una frase de Super Trouper, una canción que escribió usted y que cantaba Anni-Frid Lyngstad: «All I do is eat and sleep and sing…» ('todo lo que hago es comer y dormir y cantar').

B.U. [Ríe]. ¡Sí!

XL. «… Wishing every show was the last show» ('deseando que cada concierto fuera el último').

B.U. En aquellos tiempos, yo me sentía así... y Frida también: queríamos volver a casa y no salir de gira nunca más.



Super Trouper es uno de los muchos números uno que ABBA cosechó desde su victoria en el Festival de Eurovisión. Algunos de sus títulos se pueden interpretar como pequeños viajes por Europa: Mamma mia, Chiquitita, Voulez-vous.

Entre 1973 y 1981, ABBA publicó ocho discos. Vendieron millones de copias. La nómina de sus fans incluye a reinas de la discoteca como Kylie Minogue, pero también a Dave Grohl, el exbatería de Nirvana. ABBA es música para toda la familia. Música disco sin cocaína, rock sin heroína, pop con mucha dopamina. Canciones que hablan de amor, de corazones rotos, de deseo. Y de separación.


Ulvaeus y Fältskog anunciaron su divorcio en 1979. Precisamente 1979 es también el año tomado como referente para crear los avatares.


XL. ¿Por qué 1979?

B.U. Los avatares tenían que estar basados en alguna fase concreta de nuestra carrera activa, la consigna era: el grupo vuelve tal y como la gente lo conoció. Podríamos haber elegido cualquier momento entre el 74 y el 82. Pero Agnetha y Anni-Frid preferían esa época.

XL. ¿Y eso?

B.U. Bueno, porque las dos estaban increíbles. Pero también lo estaban antes. Quiero decir… no lo sé, lo decidieron ellas, Benny y yo tuvimos que decir que sí.

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La rubia y 'el de las plataformas'. Björn y Agnetha se casaron en 1972, antes de formar ABBA. Tienen dos hijos. En 1978 se separaron, pero siguieron en el grupo tres años más hasta que este se disolvió. Agnetha casi nunca aparece en público y no viaja en avión. |Imago-Cordon

XL. Agnetha Fältskog y Anni-Frid Lyngstad no estuvieron en la rueda de prensa. ¿Evitan los focos?

B.U. Sí. Las dos son artistas y les encanta este trabajo creativo, cantar y hacer música. El resto no les interesa nada. Alguien tenía que encargarse de hablar del disco nuevo, así que Benny y yo dijimos: «Lo hacemos nosotros».



Los cuatro integrantes de ABBA se reunieron en el Riksmixingverket en 2017 para grabar las voces de Don't shut me down y I still have faith in you, dos temas nuevos. Lo hicieron sin más, por diversión. Aquellas dos canciones se convirtieron en cinco. A partir de la quinta, la cosa se puso seria. Y surgió un álbum entero.

Las diez pistas de Voyage se mueven entre la balada romántica a la luz de la chimenea y la invitación nostálgica a saltar a la pista de baile. «Echo de menos los viejos buenos tiempos, cuando bailabas conmigo», dice una de las canciones. El disco incluye un tema navideño titulado Little things, que cuenta cómo los miembros del grupo ven a unos niños jugar. ABBA sigue siendo apto para todos los públicos.


XL. Cuando tenía 53 años, dijo: «A mi edad ya no se hace música pop». ¿Y cómo es que a los 76 sí?

B.U. ¿Quién dice que sea música pop? Simplemente hemos hecho la música que nos apetecía hacer. Dijimos: esta vez vamos a componer lo que nos gusta. Y lo que nos guste cómo queda lo grabamos. No le hemos dado muchas vueltas. No nos hemos fijado en qué están haciendo otros. Si el resultado es música pop, es puramente accidental.

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La morena y 'el de barbas'. Benny y Frida se casaron en 1978 y se divorciaron tres años después. Ella tenía una hija con su anterior marido, la cual falleció en un accidente de tráfico en 1998. Un año después, murió de cáncer su tercer esposo, un príncipe sueco por quien tiene el título de princesa. |Imago-Cordon

XL. ¿En privado escucha otros tipos de música? ¿Clásica quizá?

B.U. Escucho todo tipo de música. ¿Clásica? Siempre. ¿Beethoven? Siempre. Pero también las listas de éxitos, de vez en cuando hay canciones realmente buenas. En nuestra época dorada, nos fijábamos mucho en los Bee Gees.

XL. Ahora no siguen con tanta atención lo que hace Billie Eilish, por ejemplo.

B.U. Nos hemos relajado...

XL. Hace dos años volvió a ponerse uno de aquellos viejos y extravagantes modelos suyos…

B.U. Fue en el estreno de Mamma Mia! The party en Londres. Es bueno saber que todavía me vale aquella ropa. Lo hice para divertirme un rato. En cuanto puede, me cambié.

"Físicamente me siento muy bien, pero ir de gira como los Rolling Stones sería un circo. Ninguno de los cuatro tenemos las más mínimas ganas de hacerlo"

XL. ¿De verdad le gustaba llevar zapatos de plataforma?

B.U. [Se mira los pies]. Si hubiese podido elegir, habría preferido zapatos normales. Habitualmente no iba por ahí con zapatos de plataforma, pero sí que acabé aprendiendo a andar bastante bien con ellos. Incluso a saltar. En el escenario teníamos una tarima más o menos así de alta (señala el borde de la mesa) y saltaba desde ahí arriba con mis botas.

XL. ¿Qué hace cuando está en una fiesta y de repente empieza a sonar Dancing Queen?

B.U. Nunca he estado en una fiesta en la que sonara Dancing Queen.

XL. Oh, vaya.

B.U. Cuando voy a fiestas de gente que conozco, no ponen Dancing Queen. Si pasara, bueno, probablemente me limitaría a sonreír e intentar ser educado: «Sí, es Dancing Queen...».

XL. ¿Y cuando suena en la radio?

B.U. Entonces, a veces sí que la escucho. Pero si son videoclips o actuaciones en televisión, ya no, no me gusta verme. Nunca veo las entrevistas que di. Prefiero cambiar de canal.

XL. ¿Eso quiere decir que no irá a muchas funciones de ABBA Voyage? Tendría que verse a sí mismo.

B.U. No, probablemente no vaya muy a menudo. Durante las pruebas y hasta el estreno, sí, claro. Luego solo iré de vez en cuando. Imagino que a nivel musical me resultará emocionante. Todavía no lo he visto, aún siguen trabajando en ello.


Por lo que se va sabiendo sobre el show con los avatares, técnicamente va a ser el no va más.

ABBA son las primeras viejas estrellas del pop que ordenan su legado musical de una forma tan clara que dejan establecida la imagen que el mundo futuro tendrá de ellos. Y lo hacen con un espectáculo que elimina el espacio y el tiempo para otorgarle a su música un halo de eternidad. Y con un álbum que será el último, como ha asegurado Benny Andersson.

De todos modos, lo que ABBA está preparando no resulta tan excepcional, el universo virtual ya es un escenario cotidiano para las estrellas del pop. El año pasado, el rapero Travis Scott dio un concierto en la Fortnite Battle Royale, lo que quiere decir que el encargado de actuar fue su avatar. Veintiocho millones de jugadores asistieron al evento.


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'ABBA-TARES'. Los miembros de ABBA con los atuendos que se han usado para convertirlos en avatares. Así es como darán su última —y eterna— gira con su nuevo —¿y último?— álbum. |D.R.

XL. Un deseo recurrente en la música pop es aquello de «forever young» ('joven para siempre'), como cantaba el grupo Alphaville. ¿Con sus avatares han querido hacer realidad ese deseo?

B.U. Lo que me motivó de verdad fue la idea de intentar algo que nadie hubiese hecho antes. Se trata de superar fronteras, no de querer ser joven para siempre.

XL. Los avatares recuerdan a algo que ya se ha hecho: hologramas.

B.U. Esa es una tecnología antigua. De lo que estamos hablando aquí es de algo totalmente nuevo.

XL. Sí, de acuerdo, pero a lo que yo quería ir es que en los últimos diez años hemos visto varios 'shows' con hologramas, de Frank Zappa, Roy Orbison, Michael Jackson… Todos ya fallecidos. ¿Por qué avatares si ustedes todavía están vivos?

B.U. Porque era el momento justo para hacerlo.

XL. ¿Por qué?

B.U. El cráneo no cambia con los años. El resto del cuerpo sí, va desmoronándose poco a poco. Pero el cráneo sigue siendo igual que con 20 años, por decir una edad. Si intentas crear los avatares partiendo de fotos o vídeos viejos, el resultado nunca será tan bueno como usando de referencia las medidas de los cráneos reales. Y es lo que nos han hecho, medirnos con la máxima precisión. Lo que quiere decir que estos avatares serán mucho más auténticos, darán mayor sensación de vida.

"El cuerpo se desmorona con los años, pero el cráneo no cambia. Nos lo han medido con total precisión. Cuando ves los hologramas, crees que estás viendo a ABBA de verdad"

XL. La palabra 'avatar' tiene su origen en el sánscrito y hace referencia a la encarnación de una deidad en la tierra.

B.U. ¿De verdad? No lo sabía.

XL. ¿Se identifica con ese significado?

B.U. No, aquí no hay nada de divino. Es la encarnación de algo en la tierra, eso sí. La de nosotros cuatro, porque hemos puesto nuestra alma en esos avatares mediante la técnica de captura de movimiento. Es como si nos hubieran volcado dentro de los avatares. Somos nosotros. Somos realmente nosotros. Otra de las cosas que me parecen fascinantes es que, cuando miras a los avatares durante un momento, crees que estás viendo a ABBA de verdad.

XL. Una vez dijo usted que ABBA era música pop para el aquí y el ahora. En el caso de ABBA Voyage, da la sensación de que estuviera hecho para la eternidad.

B.U. Sí [ríe].

XL. ¿No es una contradicción?

B.U. Cierto, suena contradictorio. Pero en su día, cuando nosotros creamos nuestra música, lo hicimos para el aquí y el ahora. Nunca se nos pasó por la cabeza que pudiera resistir tanto tiempo. Así que, en cierta manera, no es una contradicción. La música ha demostrado que a lo mejor no está hecha para todas las épocas, pero probablemente sí para otros diez o veinte años. Para entonces, llevará ahí ya cuarenta o cincuenta años.


© Der Spiegel


Etiquetas: Cantantes
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