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Se barajaron otros nombres ¿Por qué Persia se llama ahora Irán?

En el primer cuarto del siglo XX  fue cuando Reza Pahlaví decidió el cambio de nombre. Es el único que ha sido sah de Persia y de Irán.

Jueves, 09 de Septiembre 2021

Tiempo de lectura: 2 min

Todo el mundo asocia Irán con el poderoso y temido Imperio persa, que ocupó un inmenso territorio que incluía vastas regiones de África, Asia y Europa entre los siglos VI y IV antes de nuestra era.

Fue en 1935 cuando Reza Pahlaví, el único monarca que ostentó al mismo tiempo los títulos de sah de Persia y sah de Irán, decidió cambiar el nombre de su país por el de Irán.

La razón que motivó ese cambio es que la denominación de Persia no reflejaba la variedad étnica del país, dado que solo señalaba a los persas, que eran una parte de la población. Por esa razón, a partir del siglo XX, las autoridades insistieron en utilizar el apelativo de Irán, que engloba la gran riqueza etnográfica, cultural e histórica de esta estratégica nación de Asia Occidental.

Irán podría haberse llamado Iranestán, como otras naciones cercanas. Afganistán o Tayikistán

El sah Reza Pahlaví era una especie de mezcla entre el personaje cosaco Tarás Bulba y el líder turco Kemal Ataturk, que quedó fascinado por Hitler. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, los aliados lo obligaron a dejar el trono en manos de su hijo Mohammad Reza Pahlaví, que huyó de Irán en 1979, poco antes de que el ayatolá Jomeini tomara el poder e instaurara la actual República Islámica de Irán.

Cuando se decidió cambiar el nombre de Persia por el de Irán se podían haber tenido en cuenta otras opciones. Por ejemplo, Irán podría haberse llamado Iranestán, como otras naciones cercanas (Afganistán o Tayikistán). Pero en persa, que es el idioma oficial del país, el sufijo ‘stán’ no hace referencia a todo el territorio, sino solo a algunas de sus provincias, como Lorestán, Kurdistán o Baluchistán.

Su mayor esplendor correspondió al reinado de Darío I (522-486 a. C.), quien lo gobernó con mano de hierro desde los fastuosos palacios de Susa y Persépolis.

Para el turista europeo, Irán es el país de las alfombras persas. Pero, si uno lo visita, será mejor no cometer el error de referirse a los iraníes como ‘persas’, sobre todo si el interlocutor es kurdo o azarí, en cuyo caso podría enfadarse. En realidad, solo un poco más de la mitad de la población de Irán es persa, seguidos por los azaríes (un 25 por ciento) y por los kurdos, baluches, turkmenos, armenios y árabes (estos últimos forman una pequeña minoría de solo un 1 por ciento de la población).

Antes de la conquista árabe, la mayoría de los iraníes eran zoroastrianos, pero también había comunidades cristianas y judías. La islamización fue un proceso lento que concluyó a finales del siglo X, cuando la mayoría de la población ya era musulmana.

Idioma

La conquista de los mahometanos contribuyó al uso del árabe hasta el siglo X, cuando se produjo el renacimiento del neopersa, lengua en la que escribió el poeta Omar Jayam.