Manual yogui para novatos Alivia el estrés, fortalece la columna, ayuda a perder peso... ¿Qué tipo de yoga es mejor para mí?

Pero ¿qué tipo de yoga es el más conveniente para cada uno? ¿Dónde se puede practicar? ¿Duele? ¿Es necesario aprender sánscrito para practicar bien el yoga? Estas y otras preguntas tienen respuesta.

Para empezar, ¿qué es el yoga? Se trata de una disciplina milenaria con beneficios reconocidos para la salud, que cada vez cuenta con más practicantes en el mundo occidental. Quizá porque parece capaz de llenar un vacío que móviles de última generación y tabletas no pueden. Pero elegir un tipo de yoga –porque hay más de uno– y un centro adecuado al que acudir puede desanimar al neófito más entusiasta. Quizá lo primero que debemos preguntarnos, antes de comenzar la búsqueda, es qué esperamos encontrar en el yoga. ¿Cuáles son nuestras expectativas? ¿Paz interior? ¿Relajación? ¿Una forma de ejercicio físico suave?

Hay tipos de yoga para satisfacer todos los gustos y necesidades; casi tantos como maestros, porque, a medida que se ha extendido, ha experimentado cambios más o menos profundos. Diferentes yoguis, diferentes interpretaciones.

Aunque también es cierto que no solo se trata de espiritualidad y meditación. Un estudio del Centro Médico Erasmus de Róterdam asegura que el yoga es tan bueno a la hora de reducir los riesgos de enfermedad cardiaca como otros ejercicios aeróbicos; entre ellos, la bicicleta o caminar. Además, su práctica habitual contribuye a reducir el índice de masa corporal, la presión sanguínea y el colesterol.

Este tipo de beneficios resultan especialmente prácticos en personas con enfermedades cardiacas previas que no pueden realizar ejercicios extremos. Así que, puestos a elegir un deporte, y si no estamos dispuestos a dejarnos la piel en la camiseta, el yoga es más que una buena opción.

Pero ¿cómo elijo el centro y el profesor?

Según la Federación Catalana de Yoga, solo hay un título oficial y es el Certificado de Profesionalidad en Instrucción en Yoga, que entregan los servicios de empleo autonómicos tras haber realizado un curso en un centro homologado. Pero en la actualidad, cuenta uno de los expertos en la materia, Juan Almirall, autor de Contradicciones de un yogui occidental, «es cierto que desde 2012 existe un Certificado de Profesionalidad en Instrucción de Yoga, pero aún es pronto para que dicha titulación esté implantada y pueda ser exigible. Se trata de un título que cualifica a los profesores para impartir un yoga muy orientado a la práctica de posturas, pasando por encima los demás aspectos de esta disciplina».

Y entonces ¿cualquier centro vale? «Profesores con titulación hay muchos», asegura Almirall. El Centro de Yoga y Bienestar Yogi Omniverse, en Madrid, destaca la importancia de  «ratificar que los profesores del centro son titulados y tienen acreditación oficial. También es interesante que ofrezcan una prueba gratis para saber cómo te hace sentir la práctica y el profesor».

¿Qué debo hacer si tengo problemas con algún centro o profesor?

No hay una única asociación o federación de profesores y centros, y su afiliación no es obligatoria. Si tuvieras algún problema que no pudieras resolver con tu profesor o centro, tendrías que presentar una reclamación formal.

Qué tipo de yoga debo elegir si...

¿Soy una persona constante? ¿Soy poco disciplinada? ¿Enérgica? ¿Tranquila? Para Juan Almirall, «cualquier tipo de yoga está indicado para todo el mundo. Lo importante es encontrar un buen profesor, es lo que te hará ser constante y disciplinado. Son muchos los beneficios del yoga y se experimentan muy rápidamente.

«Quizá, si eres una persona enérgica, lo mejor es un yoga tranquilo que te ayude a equilibrar la mente; si eres alguien tranquilo, tal vez un yoga energético –como el kundalini– te aporte lo que te falta», agrega Almirall.

¿Y si quiero perder peso? ¿O si tengo problemas de espalda?

«Hay centros que ofrecen clases destinadas a embarazadas, niños o para mayores de 65 años. Si tienes problemas de espalda, es mejor asesorarse de los ejercicios más beneficiosos y avisar a tu profesor, que en general podrá darte un programa adaptado. Y si quieres perder peso, mejor hacer un ejercicio aeróbico o buscar un yoga algo más dinámico».

Hay tres variantes fundamentales: raya yoga ('yoga regio'), gñana yoga ('sendero del conocimiento') y karma yoga ('unión a través de la acción'), pero su difusión en Occidente ha propiciado la aparición de multitud de variantes. La profesora de yoga Raquel Clemente nos ayuda a clasificarlas.

'Hatha yoga' | 70% espiritual, 30% físico: Forma parte del raya yoga, y podría decirse que es lo que el común de la gente entendemos por 'yoga'. Un conjunto de asanas (posturas de yoga) dirigidas a preparar el cuerpo para la meditación. Probablemente, es el tipo de yoga idóneo para iniciarse y alcanzar un buen estado de relajación. Y el secreto de la envidiable forma física de Jennifer Aniston.

'Iyengar yoga' | 80% espiritual, 20% físico: Es un tipo de hatha yoga de estudio de las posturas, que trabaja de forma muy precisa los alineamientos corporales a la hora de practicarlas. Es muy segura para la salud y muy entretenida, ya que las posturas varían mucho. Si eres muy flexible, es el yoga ideal para ti.

'Ashtanga yoga' | 80% espiritual, 20% físico: Se trata de un yoga dinámico que aporta flexibilidad y ejercicio aeróbico gracias a un sistema de movimientos y respiración sincronizados, denominado vinyasa, que encadenan una postura con otra. Madonna es una de sus fans.

'Yoga nidra' | 100% espiritual: También denominado ‘yoga de los sueños’, este estilo persigue adentrarse en el umbral del sueño, sin llegar a dormirnos. Llevando la mente a un estado entre el consciente y el inconsciente, es el que mejor prepara para la meditación. Alcanzar un profundo estado de relajación y paz interior es su objetivo.

'Power yoga' | 100% físico: Un estilo muy vigoroso y físicamente exigente, en el que se pasa de una postura a la siguiente de manera muy fluida. Se creó en los Estados Unidos y deriva del ashtanga yoga. Es una práctica física muy dinámica y busca fortalecer el cuerpo. Requiere fuerza y gran elasticidad.

'Kundalini yoga' | 80% espiritual, 20% físico: Se lo llama el 'yoga de la conciencia'. Es físicamente menos exigente que otros y persigue activar la energía kundalini, que reside en la columna. Además de a las posturas, se recurre a ejercicios de respiración, mantras, cánticos y meditación. Es el preferido de Cindy Crawford.

Yoga desnudo | 50% espiritual, 50% físico: No necesita muchas explicaciones. Para quienes deseen experimentar una profunda sensación de libertad y comunión con el propio cuerpo... y el de los demás. Quienes lo practican aseguran que el pudor se vence rápidamente.

'Nada yoga' | 100% espiritual: Se basa en el sonido. Divide la música en dos categorías: la interna o anahata y la externa o ahata. A través de la respiración y el uso de sonidos, el yogui es capaz de escuchar su propio anahata. Sting practica un tipo de yoga –denominado jivamukti yoga– que incluye este particular estilo en sus doctrinas.

'Yoga bikram' | 100% físico: Muy exigente desde el punto de vista físico, se practica en una sala climatizada, que trata de emular las condiciones de la India. Implica 26 posturas en una atmósfera sofocante y requiere mucha hidratación por parte del alumno. Quienes lo practican aseguran que está indicado para perder peso y desintoxicarse. Es el estilo elegido por celebrities como Katie Holmes.

Yoga aéreo | 80% físico, 20% espiritual: Se practica suspendidos en el aire, en una tela o, en ocasiones, en un trapecio. Esto, además de resultar muy plástico, facilita ciertas posturas y hace que flexiones y estiramientos sean más profundos. ¿Quién lo practica? Vanessa Hudgens.

Yoga acuático | 50% físico, 50% espiritual: Muy suave y terapéutico. Se practica en piscina. Hace especial énfasis en la respiración y en la alineación. Al realizarse en el agua, el cuerpo pierde peso, lo que reduce sustancialmente el riesgo de lesiones. Facilita estiramientos profundos y un satisfactorio estado de relajación.

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