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Todas las opciones... y sus riesgos ¿Falta de deseo sexual o desequilibrio hormonal? La testosterona a debate: ¿Estás andropáusico?

Muchos especialistas vinculan la falta de deseo sexual con un desequilibrio hormonal que suele producirse en los varones a partir de los 40 años. Para solucionar el problema, los geles de testosterona prometen recuperar la vitalidad perdida. Sin embargo, esta “nueva panacea” no está exenta de riesgos. Te los contamos.

Miércoles, 11 de Enero 2023, 12:16h

Tiempo de lectura: 6 min

Parece que la ciencia ha hecho un dramático y novedoso descubrimiento: uno de cada tres hombres sufre el llamado 'deficit de testosterona'. esta insidiosa enfermedad, dicen algunos expertos, suele pasar inadvertida aunque produce acumulación de grasa abdominal, anemia, sofocos, osteoporosis, pérdida de apetito sexual y mal humor.

Para ponerle freno, varias compañías comercializan esta hormona masculina en crema, para su aplicación cutánea. Y su negocio marcha viento en popa: en países como Alemania, Suiza o los Estados Unidos se está vendiendo como la seda. Según un estudio realizado entre más de diez millones de clientes de una compañía norteamericana de seguros médicos, ya se les está recetando testosterona a casi el tres por ciento de los hombres de más de 40 años. Pero el informe ha sacado a la luz algo más: la mayor parte de esas prescripciones médicas no son necesarias. Además, afirman los críticos, la moda de la testosterona oculta riesgos. Consumida en exceso, estimula el desarrollo del cáncer de próstata y favorece los infartos cardiacos y cerebrales. Los hombres con hipogonadismo, cuyos testículos producen poca o casi ninguna testosterona, sí se benefician de estas pomadas –en eso están todos los médicos de acuerdo–, pero pocos hombres sufren un hipogonadismo serio.

¿Desde cuándo preocupa?

La idea de un climaterio masculino ya fascinaba en la Antigüedad. Los romanos consideraban que el año 63 de la vida suponía un peligroso hito y se felicitaban por haber superado el annus climactericus maximus.

Hará unos cien años, médicos especialistas en enfermedades nerviosas observaron que los hombres también sufrían su propia 'menopausia'. Aseguraban que, pasada cierta edad, sufrían una «llamativa sensibilidad no apreciada con anterioridad y una tendencia al llanto».

Después, con el avance de las investigaciones sobre las distintas glándulas del cuerpo, el presunto climaterio masculino pasó a explicarse a partir del déficit de testosterona. En un primer momento, los químicos la procesaban a partir de toneladas de testículos de toro y sudor humano hasta que, en 1935, se consiguió su síntesis en laboratorio.

¿Vivimos una epidemia?

Cuando, hace pocos años, los científicos hallaron la manera de administrar la testosterona no solo como inyección o parche, sino mediante un gel, estas dolencias masculinas irrumpieron con fuerza: casi a la par que el nuevo producto surgió la nueva epidemia.

En Estados Unidos ya se está recetando testosterona al tres por ciento de los hombres mayores de 40 años

Algunas empresas que comercializan estos geles utilizan las páginas web para pescar pacientes. «¿Falta de energía?, ¿pérdida del deseo sexual?», preguntan al internauta y, a continuación, le proponen: «Haga nuestro 'testo test' on-line». Siguen 18 preguntas sobre dolores, sudor, sueño, irritabilidad, potencia sexual, libido. Aunque se responda a todas ellas con la opción 'trastornos moderados', se recibe un diagnóstico de acuerdo con el cual se estaría 'seriamente afectado'.

De esta manera, cada vez son más los hombres que le preguntan a su urólogo por la testosterona. Sin embargo, unos valores bajos de esta hormona no llevan necesariamente a presentar molestias. Al contrario: es normal que el nivel de testosterona se reduzca ligeramente a lo largo de la vida.

¿Cuál es el nivel adecuado?

El bienestar masculino, en realidad, no depende en absoluto de lo alto que sea el nivel de esta hormona. Algunos hombres presentan unos valores de testosterona por encima de la media y aun así se sienten decaídos. Otros, por el contrario, tienen ese valor por los suelos y la energía por las nubes.

Y otro dato: «Los pacientes que creen que estas terapias tienen un efecto apreciable sobre todos o la mayoría de los síntomas se quedarían sorprendidos al ver los resultados de los estudios aleatorios», han afirmado los médicos estadounidenses Lisa Schwartz y Steven Woloshin en la publicación Jama Internal Medicine. También sostienen en sus páginas que el tratamiento con testosterona solo reduce ligeramente la acumulación de grasa corporal y que apenas favorece el aumento de la libido y la satisfacción sexual. Y ni siquiera mejora el estado de ánimo.

¿Qué perjuicios causa?

En un estudio reciente, a más de 200 hombres mayores se les aplicó a diario o bien una pomada sin principio activo alguno (placebo) o un gel de testosterona. De los que recibieron la hormona, 23 hombres sufrieron dolores en el pecho, hipertensión, desmayos, edemas, infartos cardiacos… Los propios médicos decidieron interrumpir el estudio al cabo de seis meses para no seguir poniendo en riesgo la salud de los participantes.

La administración de testosterona puede desatar hipertensión e infartos, y aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de próstata

También se ha demostrado que la administración de testosterona puede aumentar el riesgo de desarrollar un cáncer de próstata. Más del 40 por ciento de los hombres mayores de 50 años presentan en la próstata pequeños focos cancerígenos que se mantienen en estado latente. Es precisamente sobre estas células cancerígenas, en sí inofensivas, sobre las que la testosterona actúa como un acelerador del crecimiento.

Un escándalo similar se dio hace un par de décadas en las mujeres. Los ginecólogos minimizaron durante años los indicios que apuntaban a que las hormonas sexuales sintéticas, administradas para tratar la menopausia, podrían ser peligrosas. Como consecuencia, numerosas mujeres que tomaron confiadamente este tipo de productos acabaron desarrollando cánceres de mama.

Algunos consejos

¿Cómo aumentar la testosterona?

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MÉTODOS QUÍMICOS

GEL:

  • Se extiende cada mañana sobre la piel (en la espalda, el abdomen, la parte superior del brazo, el muslo), y la libera durante 24 horas.

INYECCIÓN TRIMESTRAL:

  • Se administra por vía intramuscular y libera la testosterona de forma lenta y estable durante tres meses.

PASTILLA:

  • Existen, pero no están recomendadas: en concentraciones pequeñas no son tan efectivas como las inyecciones o los geles, mientras que en concentraciones elevadas pueden causar efectos graves en el hígado.

PARCHE:

  • El transdérmico se coloca sobre la piel (espalda, abdomen, muslos o brazos) cada noche para que libere la hormona durante 24 horas. El bucal es una tableta-parche que se coloca en la encía superior dos veces al día. No se disuelve completamente y hay que extraerlo al cabo de 12 horas.

MÉTODOS NATURALES

COMER SANO:

  • Varios estudios han demostrado que aquellos hombres con dietas ricas en grasas saludables (como las monoinsaturadas y las omega 3) tienen unos niveles de testosterona más altos.

ELIMINAR GRASA CORPORAL:

  • Cuanto más sobrepeso tiene el hombre, mayores son sus niveles de estrógeno. La grasa corporal contiene una enzima, la aromatasa, que convierte la testosterona masculina en estrógeno femenino. Con unos ejercicios 'quemagrasas', la testosterona aumenta.

DORMIR BIEN:

  • Un estudio de la Universidad de Chicago revela que los hombres que duermen entre seis y ocho horas tienen más testosterona que los que duermen menos. Los niveles de la hormona son, en todos los casos, un 30 por ciento más altos por la mañana que por la noche. Por eso, el hombre suele sentirse más excitado al despertarse que por la noche.

REBAJAR EL ESTRÉS:

  • Ante el estrés, nuestro cuerpo secreta cortisol, una hormona que suspende la producción de testosterona.
'Testo test'

Compruebe sus niveles

El 'testo test', un cuestionario del doctor Morley, es el que proponen las farmacéuticas para saber si se anda bajo de testosterona.

1 | ¿Siente menor deseo sexual?

2 |  ¿Siente falta de energía?

3 | ¿Se siente con menos fuerza y/o menor resistencia?

4 | ¿Ha perdido estatura?

5 | ¿Nota que ya no disfruta tanto de la vida?

6 | ¿Se siente triste y/o malhumorado?

7 | ¿Sus erecciones ya no son tan potentes como las de antes?

8 | ¿Últimamente nota que ya no puede hacer deporte como antes?

9 | ¿Se queda dormido después de cenar?

10 | ¿Nota que rinde menos en el trabajo?


RESULTADOS. Si ha respondido afirmativamente a las preguntas 1 o 7 o a por lo menos tres de las demás cuestiones, sus síntomas pueden ser indicativos de un bajo nivel de testosterona.


texto alternativo
John Morley, el endocrinólogo de la Saint Louis University (Misuri) que diseñó el 'testo test', reconoce que el cuestionario solo es una base de trabajo. «Es posible que un resultado desfavorable pueda deberse solo a una depresión, no a unos niveles bajos de testosterona, y que, al contrario, hombres con la libido baja tengan un nivel normal de testosterona».