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L.R.
Martes, 29 de noviembre 2022, 18:08
Se han convertido en un elemento indispensable en las cocinas. De múltiples formas y distintos colores, siempre tienen hueco en los cajones. Irrumpieron y pronto acapararon todos los focos por sus múltiples ventajas. Tienen gran elasticidad, soportan grandes cambios de temperatura y se adaptan a ... las formas de cualquier tipo de creación. Además, cuando ya se ha sacado el producto del horno, la silicona se limpia de forma rápida y sencilla. Pero lo cierto, es que detrás de este producto que tanto ha gustado, se esconden un abanico de peligros que pueden afectar al organismo.
Este producto que a simple vista parece inofensivo y que se lleva todos los focos por su versatilidad, esconde riesgos que pueden afectar a la salud. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alerta que los moldes para hornear liberan una mínima parte de sustancias químicas que podrían llegar a nuestro organismo, cuyos efectos toxicológicos a largo plazo son desconocidos. Las tintas de impresión utilizadas en su decoración contienen sustancias tóxicas y las fibras vegetales contienen compuestos nocivos que pueden migrar al alimento.
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Estos moldes están fabricados con un polímero inorgánico derivado del polisiloxano que ofrece una gran resistencia al calor, la humedad y la electricidad. Sin embargo, en estos tipos de productos se han encontrado fragmentos y compuestos de siloxano procedentes de una fabricación imperfecta de los moldes, aditivos clasificados cancerígenos, mutagénicos o tóxicos a nivel reproductivo que se forman durante el proceso de fabricación del molde y otras sustancias químicas, que si se hace un uso intensivo de los moldes, podrían tener efecto tóxico a largo plazo.
De los 23 moldes analizados por la organización, solo cuatro son seguros, en el resto se presenta alguna sustancia peligrosa, se revelan como poco seguras y no siguen las normas de salubridad. Los moldes Amazon Basic e lonegg que comercializa Amazon superan el límite de migración de sustancias tóxicas al alimento.
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• Sigue las recomendaciones de uso del fabricante. No lo utilices todos los días, ni lo coloques cerca de las paredes del horno. Lava el molde con un detergente suave y no utilices cuchillos o utensilios punzantes.
• Es en el primer uso cuando se desprenden más sustancias del molde, pero hay un remedio para poder evitarlo. Llena el molde con una mezcla de agua, harina y aceite. Mételo en el horno a 220 grados durante una hora y luego tira la mezcla. De esta forma se evitará ingerir sustancias residuales del proceso de fabricación del producto.
• No fabriques tu propio molde en casa con otros materiales, puesto que no se conoce con garantías si las sustancias tóxicas no pasarán al alimento.
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