'La mosca'
Joyas impopulares ·
Kurt Neumann dirige con firmeza y elegancia un relato claustrofóbico que se mueve entre lo grotesco y malsano que atrae y repele con idéntica intesidadSecciones
Servicios
Destacamos
Joyas impopulares ·
Kurt Neumann dirige con firmeza y elegancia un relato claustrofóbico que se mueve entre lo grotesco y malsano que atrae y repele con idéntica intesidadCuando la imaginación prima sobre el efectismo, cuando se apela al instinto y a lo primario frente a la afectación y el artificio, el fruto suele suplir con lucidez y seducción las carencias más obvias. Las parábolas de la ciencia ficción, el terror y el fantástico –especialmente en los años cincuenta, incluyendo el esplendor de alguna fecunda serie B – han propiciado ejemplos transparentes de ese caudal imaginativo y ejercicios de estilo y potencia narrativa.
El horror primigenio, el vértigo científico, las fronteras más allá de lo humano y el desafío creativo constituyen la tela de araña en la que se teje el universo en el que 'La mosca' atrapa al espectador con su extrañeza. Lo admirable del filme de Kurt Neumann, fechado en los años cincuenta, es su expresividad, solidez, valentía y capacidad para generar una atmósfera de credibilidad y espanto.
Pese a la fantasía animal y científica que puede convertirse en irrisoria metáfora (en otras manos, ridícula) la película supera todo interrogante y crea un clímax ascendente donde lo inasible, la incomprensión, lo atávico e incontrolable se convierten en el principal factor de horror y soledad existencial. Es la naturaleza, estúpido, parece decirse el científico osado ante la reacción de quienes le rodean.
Desde la mutación a esos chillidos finales, que se clavan como miles de alfileres en un cuerpo descuidado, 'La mosca' es el vuelo de un escalofrío que atrae y repele con idéntica intensidad. El artesano Neumann, conocido por sus adaptaciones de Tarzán, funde eficacia, elegancia y ritmo para crear la idea de un monstruo. No se trata tanto de llegar a visualizar al humano transformado en insecto.
Con unas pocas palabras Kafka dejó el legado universal de 'La metamorfosis' como metáfora de la condición humana. Entre destellos, deslumbrante en ocasiones, el director de 'Regreso a las minas del rey Salomón' subraya la figura de ese científico víctima de su exceso de ambición en sus experimentos.
La presencia de Vincent Price otorga fuerza y pasión y esa luminosidad pasional de los personajes atormentados y las situaciones límite que van alimentado la ficción a través de su destreza para mezclar géneros.'La mosca' puede servir de referente ilustrativo, quizás ingenuo pero muy efectivo, de los debates actuales marcados por la genética y las células madre y, por ende, la propia ética científica.
El éxito y el impacto del filme propició una muy limitada y previsible secuela , 'El regreso de la mosca', que dirigió Edwards L. Bernds de nuevo como Vincent Price como protagonista. Lo curioso es que fuera del cine de culto y de los amantes del género 'La mosca' quedó en el olvido y tuvo que ser un remake de los ochenta, firmado por David Cronenberg, el que devolviera la vista hacia el pasado. La película de Cronenberg, sin embargo, lograba reinventar el argumento, ser respetuosa y adaptar el clima de fondo al progreso y los avances científicos.
No obstante, el filme original sigue siendo superior. El poder de la imaginación y la sugestión, la capacidad para extender una sombra de duda y temor y de construcción de una atalaya que se asoma a lo desconocido. El atractivo relato de Langelaan alcanza la excelencia con el guion de James Clavell. Y el cineasta rubrica la progresión firmando un filme que reparte emoción, desgarro y sombras dramáticas desde su arranque casi gore hasta la sorpresa final.
Hay estremecimiento y el filme exuda lo sobrecogedor cuando el humano insecto siente poco a poco sus conversiones físicas y sus diferentes percepciones de la naturaleza. La firmeza y elegancia, el uso del formato cinemascope, la claustrofobia e inevitabilidad componen los potentes elementos que elevan el poderoso imán de la historia.
Además, 'La mosca' va fundiendo la intriga con lo policía, lo oculto con la sospecha, la ilusión con el espejismo, el secreto con lo detectivesco. La música de Paul Sawtell contribuye a la tensión y los trucajes fotográficos dotan al filme de un aire artesanal dentro de un progresivo ambiente de conmoción.
Las imágenes de pesadilla, esa idea de monstruosidad no siempre revelada, lo que la hace más inquietante, salpican un ambiente que se mueve entre lo grotesco y malsano hasta hacer del asombro el cauce hacia ese punto sin retorno donde confluyen naturaleza, humanidad y más allá.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Javier Campos y Justo Rodríguez | Logroño
Juan Cano, Sara I. Belled y Clara Privé
Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.