Sánchez diluye el papel de Iglesias en el Gobierno al nombrar una cuarta vicepresidenta

Al situar a Ribera al frente de la Vicepresidencia de Transición Ecológica y Reto Demográfico, el presidente del Gobierno señala que la lucha contra el cambio climático será uno de los ejes de su mandato pero además informa a Pablo Iglesias de que no será un 'primus inter pares' sino uno de los cuatro vicepresidentes. Sánchez ha dejado claro que no quiere sombras.

El líder de Podemos ya no será «el vicepresidente»que se dijo el pasado 12 de noviembre tras el anuncio del preacuerdo para gobernar en coalición con los socialistas. Si quiere adquirir la preeminencia política de un número dos del Gobierno no será por su cargo orgánico, se lo tendrá que ganar en el día a día.

El Ejecutivo de coalición aún no ha empezado a caminar y ya ha sufrido un par de encontronazos. La difusión de los nombres de los ministros de Podemos dejó la sensación de que la tan temida por Sánchez coexistencia de dos gobiernos paralelos en el Consejo de Ministros iba a ser irremediable. El líder socialista explicó en julio pasado que el riesgo de que se diera esa dualidad era una de las razones de peso que tuvo entonces para vetar la coalición.

PSOE y Podemos intentaron arreglar el desaguisado inicial con la firma de un protocolo este miércoles, que ya estaba previsto pero que puso negro sobre blanco las reglas del juego de la alianza. Entre otros aspectos, el documento obliga a los dos socios a «compartir y coordinar» la estrategia de comunicación. Pero el compromiso no duró ni 24 horas.

La Moncloa difundió este jueves por la mañana que habrá una cuarta Vicepresidencia y que estará encabezada por la ministra de Transición Ecológica. Iglesias no tenía ni idea del movimiento, reconocieron en la dirección del partido morado, donde daban por hecho que su líder sería el vicepresidente segundo por detrás de Carmen Calvo. También se quejaron, aunque en voz no muy alta, de que Sánchez haya hecho el nombramiento de Ribera una vez cerradas las negociaciones del acuerdo presentado el pasado 30 de diciembre.

Los socialistas se limitaron a resaltar que la composición del Gobierno es una potestad exclusiva del presidente que no tiene por qué consultar los nombramientos. La Moncloa apuntó que la única vía «oficial» para conocer los nombramientos es la Presidencia del Gobierno. De hecho, la Secretaría de Estado de Comunicación solo este jueves confirmó que Montero reemplazará a Isabel Celaá (aunque seguirá en educación) en la Portavocía del Ejecutivo e informó de las careteras que asumirán Iglesias, Yolanda Díaz, Irene Montero, Alberto Garzón y Manuel Castells.

Sánchez será el primer jefe del Ejecutivo que contará con cuatro vicepresidentes. Adolfo Suárez y José Luis Rodríguez Zapatero tuvieron tres, pero fue por breves periodos y como resultado de crisis gubernamentales. La Moncloa puso además en valor que de los cuatro tres son mujeres.

Carmen Calvo será la vicepresidenta primera y coordinará la respuesta política del Ejecutivo aunque pierde las competencias de Igualdad, concentradas en el Ministerio que dirigirá Irene Montero. Retiene el control de la comisión de secretarios y subsecretarios, auténtica sala de máquinas del Consejo de Ministros en la que se decide qué va y qué no va a las reuniones del gabinete. Asumirá asimismo la gestión de la Memoria Democrática, un capítulo que reúne la memoria histórica y el desarrollo de la laicidad, y por la que Podemos batalló sin éxito en la negociación. El partido morado también trató de que el Ministerio de Igualdad llevara un segundo apellido de Feminismo, pero el PSOE no lo permitió.

Teresa Ribera será la primera responsable de política medioambiental que ocupa una Vicepresidencia del Gobierno. Una decisión con la que Sánchez pretende subrayar que la lucha contra el cambio climático deja de ser una 'maría' para convertirse en uno de los ejes de la legislatura. También incorporará a su gestión medioambiental las políticas demográficas porque la respuesta a la «España vaciada» es otra prioridad de la coalición gubernamental. Sánchez se había comprometido a crear un ministerio específico, pero ha optado por reunir tareas en la Vicepresidencia.

Pablo Iglesias será el vicepresidente de Asuntos Sociales y Agenda 2030, el ambicioso plan de Naciones Unidas para alcanzar 17 objetivos de desarrollo sostenible, y cuya gestión estará en manos de la diputada de Podemos Ione Belarra. Desde esa atalaya, el líder de los morados coordinará las carteras que gestionarán sus compañeros de partido.

Nadia Calviño será el mensaje a Bruselas y a los mercados financieros. Fue un compromiso de campaña electoral.

Además, el ministro de Ciencia, Pedro Duque, seguirá en su puesto, mientras que la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, y el titular de Cultura, José Guirao, no continuarán.