La denuncia anónima de trato humillante y machista que provocó ayer la repentina dimisión del portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, llevaba unos días en las redes sociales, pero en el PSOE aseguran que todo les ha pillado por sorpresa. No hubo, según apuntan ... tanto fuentes del partido como del Gobierno, ningún contacto previo de sus socios de coalición que les permitiera anticipar lo que iba a ocurrir. Pero en Ferraz se apresuraron a levantar un cortafegos «Nosotros siempre vamos a estar con las víctimas de violencia machista. Que Sumar investigue hasta el final», reclamaron fuentes del partido. Pedro Sánchez, sin embargo, evitó mostrar en público algo distino de «confianza» en la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y su formación.
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«El Gobierno trabaja por una España feminista donde las mujeres tengan los mismos derechos, las mismas oportunidades y la misma libertad y seguridad que los hombres. Toda mi condena a quienes atentan contra este proyecto de igualdad. Todo mi apoyo a las mujeres que sufren acoso y abusos –escribió el jefe del Ejecutivo en la red social X–. Y toda mi confianza para la vicepresidenta Yolanda Díaz y Sumar, una organización que ha hecho y está haciendo mucho por el progreso de las mujeres».
El estallido del escándalo llega en una situación difícil para los socialistas, sacudidos por las novedades del 'caso Koldo' y la más que previsible imputación del exministro José Luis Ábalos, pero además necesitados de una estabilidad política que cada vez les es más esquiva. No es este tampoco el momento de mayor complicidad entre los dos partidos del Gobierno, después de que Sumar respaldara este martes en el Congreso una iniciativa del PP para obligara consultar al Parlamento el envío de armas a países como Ucrania.
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El PSOE achacó el miércoles esa conducta de su socio a la presión de Podemos, que sin las ataduras de estar en el Ejecutivo batalla con más ligereza por las banderas de la izquierda. La amenaza de los de Ione Belarra de tumbar los Presupuestos si no se aceptan medidas que los socialistas consideran tan «imposibles» como bajar por ley un 40% los nuevos contratos de alquiler preocupa porque teme que pueden cumplirla.
Los socialistas admiten que el 'caso Errejón' tiene «mala pinta», pero, de momento, nadie se atreve a hacer vaticinios de cómo afectará a la dinámica de la legislatura.
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