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Conjura del Partido Popular en Galicia con un claro objetivo de fondo: trasladar una imagen de fuerza y poner de manifiesto que el poder municipal y autonómico cosechado el pasado 28-M supondrá un escollo casi insalvable para que Pedro Sánchez haga efectiva su hoja ... de ruta. Con ese objetivo, Orense acogió en la tarde de este sábado la primera jornada de la 26ª edición interparlamentaria del PP, que reúne a senadores, diputados, alcaldes y distintos cargos del conjunto de España; y que sirve, de paso, para calentar motores de cara a los comicios gallegos del 18 de febrero, los primeros tras las cuatro mayorías absolutas de Feijóo.
Fuentes populares sostienen que la cita –cuyo lema es el de 'Cumplir con la palabra' en clara alusión, pero por contraste, al PSOE– servirá para incidir en un mensaje contundente acerca de cómo afrontar los meses venideros en la pugna con el Gobierno, condicionados por el debate de la amnistía y el nuevo ciclo electoral. El primer partido de la oposición pretende ejercerla para acorralar a Sánchez en las Cortes, la Unión Europea, la calle y los tribunales a fin de demostrarle que «el único lugar donde podrá sentirse cómodo es en la Moncloa». «Que sientan el aliento en la nuca», insisten en Génova, en una ofensiva intensificada por las últimas cesiones a Junts, especialmente en la cuestión migratoria, y el ataque de la vicepresidenta Ribera al juez García Castellón que ha imputado a Carles Pugdemont por terrorismo.
«Cada día que pasa lo que significa es un nuevo caso de entrega total del gobierno de Pedro Sánchez a los intereses de ruptura de los socios independentistas», sostuvo la secretaria general, Cuca Gamarra, la única dirigente nacional del PP en intervenir este sábado en la inauguración de la interparlamentaria –antes de ella tomaron la palabra su homóloga en Galicia y el presidente del partido en Orense–. Este sábado, un puñado de kilómetros separaban a los populares del PSOE, congregrado en La Coruña en su convención política. Pero Gamarra y el resto del partido trazan un abismo con un rival que ha asumido «el programa político de Carles Puigdemont redactado en Waterloo». «Es el sometimiento vergonzoso de un partido histórico a un prófugo», zanjó la dirigente riojana.
Lo batalla política, judicial y social en la que el PP vuelve a poner el foco es la respuesta tanto a las políticas de Sánchez como a la necesidad propia de recobrarse tras la frustración de no alcanzar la Moncloa. El lunes, sin ir más lejos, Feijóo anunciaba que forzará a partir de ahora en el Senado –donde tiene mayoría absoluta– tres plenos al mes, en vez de los dos actuales, con el fin de reforzar el control al Ejecutivo como nunca antes. El expresidente gallego quiere convertir la Cámara Alta en un fortín en el que los socialistas deberán acostumbrarse a la derrota parlamentaria. Y aunque son conscientes de que en el Congreso no disponen de esa misma fuerza, insisten en que –como demostró el pleno en el que el Gobierno salvó por los pelos dos de sus tres reales decretos–, el constante «chantaje» de los socios al presidente le acabará haciendo caer.
En paralelo al pulso en las Cortes, los populares recuperan las protestas a pie de calle con otra manifestación el próximo domingo en la madrileña Plaza de España que seguirá la estela de las que han reunido a decenas de miles de personas en los últimos tres meses. Y respecto a la derivada europea, este sábado mismo Carmen Fúnez, vicesecretaria de Organización, apuntaba –en alusión a las críticas de la vicepresidenta Teresa Ribera al juez García Castellón– que el PP «trasladará a la UE que tenemos un Ejecutivo que no respeta la independencia de la Justicia y que eso tiene consecuencias nefastas para los españoles».
Feijóo será el encargado este domingo de clausurar una interparlamentaria –también intervendrán Miguel Tellado, portavoz parlamentario, Elías Bendodo, coordinador general, o Alfonso Rueda, presidente de la Junta y candidato a las gallegas– en la que los populares, a través de distintas mesas de trabajo desarrolladas este sábado por la tarde han reflexionado sobre asuntos como la bajada de impuestos para las familias, el empleo, el sector primario, el desarrollo rural, la industrialización o la energía. Temas que, acusan en Génova, no preocupan al PSOE pero sí demuestran que el PP «tiene un proyecto de país que ofrecer a la ciudadanía».
El músculo municipalista del que los populares quiere hacer gala este fin de semana no se queda aquí se proyectará a esta lunes. Feijóo reunirá en Génova a los alcaldes populares de las grandes ciudades tras el 28-M para seguir reivindicando que son ellos quienes están a pie del cañón de las necesidades sociales y no los de Sánchez.
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