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«España ha perdido, los independentistas están ganando y el PSOE ha desaparecido». Esa es la conclusión que extrae Alberto Núñez Feijóo del acuerdo alcanzado entre el PSOE y Junts para investir la próxima semana a Pedro Sánchez y que engrosará uno de los capítulos ... más negros de la historia de la democracia española. Un pacto que implica la aprobación de una ley de amnistía para los encausados del 'procés' y del que elsecesionismo «sale reforzado» para retomar su pulso contra el Estado. «La entrega es completa y sin matices», censuró el líder del PP en una declaración institucional desde Génova donde mañana reunirá al comité de dirección del partido.
Con las banderas de España y de Europa de fondo, el dirigente conservador calificó de «capitulación a espaldas de los españoles» el acuerdo alcanzado en Bruselas porque «quiebra la igualdad» de los españoles, «convierte en legales hechos delictivos» y condena a todos los que defendieron la democracia en Cataluña «cuando fue atacada» con el referéndum ilegal y la declaración unilateral de independencia. Feijóo se lamentó además de que haya sido «un prófugo de la justicia» quien haya tenido que informar del pacto para «condicionar la gobernabilidad» del país mientras Sánchez permanece escondido tras los muros de la Moncloa.
De acuerdo con su análisis, la amnistía es una «amenaza» a la democracia como la que ya sufrió España con el 23-F o el terrorismo de ETA porque «humilla al poder judicial», hace «posible» el referéndum de autodeterminación, crea «un conflicto internacional que no existe», rompe la homogeneidad ferroviaria de España y cambia los votos independentistas por más de 15.000 millones de euros de todos los españoles. Feijóo incluso cree que la medida de gracia supone un desafío mayor porque mientras los ataques anteriores «tuvieron en frente a un presidente», ahora es el presidente quien «se confabula con los que quieren mutilar España». Una deriva que augura «no llevará al PSOE a buen puerto» porque ha renegado de su historia y de sus principios «enterrando su tradición constitucionalista».
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El PP, avisó Feijóo, va a oponerse a este acuerdo con todos los «resortes» a su alcance, incluida la vía parlamentaria –en el Senado, donde gozan de mayoría, ya han puesto la maquinaria en marcha para reformar el Reglamento y dilatar lo más posible la entrada en vigor de la ley de amnistía– y la legal, que aventura recursos de inconstitucionalidad y otras medidas que pondrán en marcha los populares en los tribunales. Pero el dirigente conservador llamó también a la movilización en las calles «firme, serena, y respetando la convivencia» diferenciando así las manifestaciones de carácter pacífico que organiza el PP frente a las protestas convocadas los últimos días por Vox y grupos de ultraderecha ante la sede del PSOE en Madrid que han derivado en graves disturbios.
Los conservadores han convocado este domingo en todas las plazas de las 52 capitales de provincia concentraciones en contra de la medida de gracia. El PP pretende que sea una movilización masiva pero «serena y sin ira» tras las críticas que han recibido por no haberse desmarcado con mayor firmeza desde el principio de las protestas violentas que se han desarrollado en la capital. Feijóo acudirá junto a Isabel Díaz Ayuso a la que concentración que se celebrará en la madrileña Puerta del Sol mientras el resto de dirigentes territoriales se repartirán por sus comunidades.
La presidenta regional ha sido una de las dirigentes más críticas con el pacto con Junts, que considera un «cheque en blanco» a los soberanistas y supone el «mayor atentado» perpetuado contra el «estado de Derecho». «Nos han colado una dictadura. Nos la han colado por la puerta de atrás», criticó Ayuso, que aseguró que el PSOE «está dispuesto a reconocer Cataluña como nacion», a pesar de que Santos Cerdán negó ese extremo en su comparecencia en Bruselas.
Los presidentes autonómicos del PP, con los que Feijóo ha estado en contacto, coinciden en que el acuerdo es un «despropósito colosal», una «humillación» y un «agravio injustificable» con el resto de comunidades. La extremeña, María Guardiola, ya ha avanzado que se sumará a la petición que hizo su homólogo gallego Alfonso Rueda para que se convoque una Conferencia de Presidentes. Una convocatoria que los populares podrían forzar si deciden hacer frente común. Se necesita que la pidan al menos diez mandatarios y el PP gobierna en once comunidades además de en Ceuta y Melilla.
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