Jacobo Pombo: «Me han destrozado la vida, no tengo nada que ver con el 'caso Koldo'»

Conocido en Santander por los lazos familiares de su apellido -su padre es un conocido médico de familia ya jubilado-, el empresario cántabro es uno de los rostros populares del verano santanderino debido al foro de jóvenes líderes mundiales que organiza todos los años en La Magdalena, el Global Youth Leadership Forum. Una cita que le ha abierto los despachos de los políticos, de las grandes firmas patrocinadoras y de los profesionales más prestigiosos en el ámbito económico, cultural y social, no solo de Cantabria, sino de todo el mundo.

De hecho, la noticia de su aparición en la investigación del juez, el pasado jueves, le cogió trabajando en la novena edición del congreso, según él mismo relata a El Diario Montañés. «Fueron mis amigos los que me avisaron que salía en los periódicos. Yo no tengo acceso al auto judicial ni me ha llamado la Policía ni he tenido que ir a declarar ni nada de nada. Todo esto me ha cogido por sorpresa y no tengo absolutamente nada que ver con este asunto», asegura.

Sin embargo, el juez sitúa a Pombo dentro de la operación para que el Gobierno balear no reclamara la devolución del dinero por las mascarillas gestionadas por el asesor de Ábalos, Koldo García, y un grupo de empresarios afines. Fue hace un año, con la actual presidenta del Congreso, Francina Armengol, al frente del Govern, cuando se inició una reclamación a Soluciones de Gestión por un lote de mascarillas erróneo que costó 3,7 millones de euros. Pero el expediente administrativo no se firmó hasta un día después de que llegara al poder la popular Marga Prohens tras las elecciones. Tras las alegaciones de las empresa, el PP declinó seguir con esas diligencias, dejando morir el expediente por silencio administrativo.

Lo que dice el juez, basándose sobre todo en pinchazos telefónicos efectuados por la Policía durante la investigación, es que Koldo García utilizó presuntamente a Jacobo Pombo para evitar que Soluciones de Gestión pagara a la Administración balear la devolución de las mascarillas. El cántabro aparece mencionado junto al de José Luis Ábalos como las dos personas que sirvieron de puente con el Gobierno de las islas.

A pesar de la información aparecida en la investigación, Pombo insiste en que no tiene nada que ver con esta trama. Hasta el punto de no conocer personalmente a muchos de los implicados. «No conozco a nadie en Baleares ni a ninguno de los empresarios que aparecen citados. La Policía habla de una conversación de Koldo con otra persona en la que se me cita, pero yo ni he hecho pagos de ningún tipo ni me han hecho pagar».

Lo que sí reconoce el empresario cántabro es conocer a José Luis Ábalos y Koldo García, pero no en los términos que dice el auto judicial: «Evidentemente tengo relación con ellos, pero no comercial. Mi contacto con el exministro ha sido para invitarle como conferenciante a Santander. Nada más».

Este evento se celebra todos los meses de septiembre en el Palacio de La Magdalena y Ábalos era un fijo cada año, debido a sus estrechos vínculos con Pombo y a su cargo como ministro de Fomento y de Transportes. Era habitual ver tanto a Ábalos como a su hijo Víctor y a Koldo García, principal implicado en la trama corrupta, cenar en restaurantes de Puertochico.

Los primeros vínculos de Pombo con la política son con el PP. Además de formar parte de Nuevas Generaciones, trabajar en FAES y en el Ayuntamiento de Madrid y de participar activamente en el grupo municipal popular del distrito madrileño Moncloa-Aravaca, Pombo estuvo contratado en el departamento de Relaciones Internacionales en la sede de la calle Génova, con el exdiputado José Ramón García Hernández como jefe y mentor, quien después, en 2018, se presentó como candidato a liderar el PP frente a Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría. Tras su derrota, quedó relegado del partido, y Pombo se llegó jactar en público de que gracias a sus contactos en el PSOE pudo conseguir para García Hernández el cargo de embajador en Noruega, que ejerce desde septiembre de 2020.

Ahora, el empresario cántabro teme las consecuencias que pueda tener en sus negocios aparecer en uno de los casos de corrupción más sonados de los últimos años. «Me han hundido la vida en solo veinte minutos. Profesionalmente no sé qué va a ser de mí. La reputación siempre ha sido lo más importante, y me la han reventado. No tengo una vida de lujos, ni siquiera un piso en propiedad, vivo de alquiler con mi mujer», reconoce.

El nombre de Jacobo Pombo también apareció en 2015 entre los papeles que la Policía encontró al estafador conocido como el 'pequeño Nicolás' (Francisco Nicolás Gómez) relacionados con la creación de una empresa de seguridad ferrovial internacional. Junto al nombre de Pombo estaba anotada la cifra de 9.000 euros, y en ese mismo documento figuraba el nombre de Eduardo Zaplana, aunque Pombo negó en todo momento cualquier vínculo profesional con el 'pequeño Nicolás'.