El Congreso de los Diputados dio este martes el primer paso para reformar la ley que regula el derecho de asociación, lo que permitirá ilegalizar las organizaciones que fomenten «la apología el franquismo», y en la práctica, disolver la Fundación Franco. La proposición de ley, ... impulsada por el PSOE fue aprobada con una amplia mayoría –314 votos a favor–, el apoyo del PP, ninguna abstención y solo el voto en contra Vox. Pero a pesar de este aparente consenso, el debate derivó en otro momento de confrontación entre el PPy el PSOE.
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El diputado popular Jaime de Olano aprovechó su intervención para fijar posición sobre este tema para arremeter contra el presidente del Gobierno y el PSOE por el 'caso Begoña Gómez' y la reforma legal que rebaja las penas a presos de ETA, opacando el debate. «Sí hay caso Begoña Gómez: caso de corrupcióndel matrimonio Sánchez y Gómez», inició su exposición, calificando de «demoledor» el auto de la Audiencia Provincial de Madrid que avala que el juez Juan Carlos Peinado siga investigando el grueso del caso contra la mujer del líder del Ejecutivo.
De Olano fue llamado al orden en varias ocasiones por Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que sustituía en ese momento a la presidenta Francina Armengol al frente de la Cámara y le advirtió con retirarse la palabra si no ceñía al punto que se estaba debatiendo. El parlamentario del PP descalificó entonces la iniciativa de los socialistas por hacer «todo lo posible por mantener viva la memoria» de Franco y de convertir al dictador «en su comodín» pese a que lleva «más de 40 años muerto».
Cargó entonces contra el «estercolero moral» que, defendió, Sánchez y el secretario de Organización del PSOE –presente en el hemiciclo– han convertido al PSOE. De Olano reclamó al Gobierno que retire la norma que hará que 44 etarras vean recortadas sus penas e impedir que salga adelante en las Cortes sin modificaciones. «Un error que hemos cometido todos los grupos de esta Cámara», admitió, «al menos todos los grupos que tenemos algo de dignidad y que estamos del lado de las víctimas. Está en su mano que esta ignonimia no ocurra y traer esa trasposición sin enmiendas tramposas», zanjó. La secretaria general del grupo socialista, Montse Mínguez, pidió que se retiraran los ataques al PSOE y a Cerdán y Rodríguez Gómez de Celis lo concedió.
No fue el único momento bronco. La intervención del diputado de Vox Ignacio de Hoces, que acusó al PSOE de tener una «historia aterradora y criminal» que sería motivo, a su juicio, para proceder a la disolución de las asociaciones ligadas a la formación por su vinculación con «golpes, crímenes y torturas» fue reprochada por el PSOE, Podemos y ERC. Los socios del Gobierno fueron también muy críticos con la «tibieza» de los socialistas a la hora de aplicar la ley de la Memoria Democrática y adelantaron enmiendas.
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