Secciones
Servicios
Destacamos
Se hizo esperar pero su llegada no defraudó a nadie. Entre aplausos y vítores de «¡presidenta, presidenta!», Isabel Díaz Ayuso hizo este sábado su entrada triunfal en el Palacio de las Artes y las Ciencias de Valencia, penúltima parada de la convención itinerante del PP, ... con el firme objetivo de enterrar el hacha de guerra y firmar una tregua con Pablo Casado. «Ho te quiero decir Pablo, delante de todo el mundo que tengo meridianamente claro dónde está mi sitio y que daré lo mejor por Madrid», aseveró la líder regional después de que sus planes para asumir las riendas del partido en la Comunidad hayan abierto una grieta con la dirección nacional.
Díaz Ayuso aprovechó su intervención en una mesa redonda con el resto de presidentes autonómicos del PP para demostrar su lealtad a Casado y dejar claro que entre sus aspiraciones no está, al menos de momento, disputarle el sillón. La madrileña ligó su futuro político al Palacio de Correos de la Puerta de Sol, lejos de la Moncloa como tanto preocupa en la cúpula nacional. Con los galones de baronesa «podría aspirar a todo», reconocen fuentes del partido, y convertirse en una espada de Damocles para Casado, como le pasó en su día a Mariano Rajoy con Esperanza Aguirre. «Mi proyecto siempre ha sido el tuyo», zanjó Díaz Ayuso, dispuesta a aportar su granito de arena para que el líder del PP se convierta en el próximo jefe del Ejecutivo. «Daré lo mejor –defendió– para que tú seas presidente».
La intervención de la madrileña despertó la ovación cerrada de las cerca de mil personas, el aforo permitido por las restricciones sanitarias, presentes en el auditorio que levantó Santiago Calatrava. En su mayoría, dirigentes nacionales, regionales y locales del partido. Supuso, en parte, un alivio para la cúpula del PP, que no quiere un contrapoder que amenace el liderazgo de Casado y que busca cerrar este capítulo cuanto antes para estirar el momento dulce que le conceden las encuestas. Pero, como advierte un barón, «aún queda mucho partido por jugar».
Noticia Relacionada
María Eugenia Alonso
El congreso regional está previsto para el primer semestre de 2022 y el calendario, insisten en la dirección nacional, es inamovible, por más que Díaz Ayuso apriete. En Génova defienden una bicefalia, pero la presidenta autonómica no está dispuesta a tirar la toalla. Cree que hay que «devolver la normalidad al partido», en manos de una gestora desde que Cristina Cifuentes dejó el cargo, en 2018, por el escándalo del 'caso máster'. Insiste en su «derecho» de concentrar ella los dos cargos y presidir el PP de Madrid y el Ejecutivo autonómico como hacen Alberto Núñez Feijoó en Galicia o Juanma Moreno en Andalucía. «Gobierno y partido –dijo– van de la mano». «Es lo normal», señalan la mayoría de dirigentes territoriales.
Pero aunque reconocen la legitimidad de sus reivindicaciones no todos los líderes regionales comparten el manejo de los focos ni de los tiempos. «Ha conseguido lo que quería», insistía este sábado uno de los barones que compartió escenario con la madrileña y que vio en su anuncio un «afán de protagonismo». «Ella es así», apuntaba otro líder autonómico.
Díaz Ayuso llegó a Valencia con el mensaje muy pensado. Prueba de ello es que su intervención estaba mecanografiada y con las últimas anotaciones hechas a mano. Recordó que siempre estuvo al lado de Casado cuando accedió a la presidencia de Nuevas Generaciones en Madrid o cuando se convirtió en el vicesecretario de Comunicación y portavoz nacional del partido. «Quería zanjar ya este tema», asegura un dirigente que habló con ella tras sus palabras. Sin embargo, casi nadie en el PP cree que lo consiga, aunque confían en que no empañe el discurso que hoy dará Casado en el cierre de la convención que ha preparado con tanto mimo durante los últimos meses y que espera le sirva como trampolín para llegar a la Moncloa.
Los presidentes autonómicos del PP, incluida Díaz Ayuso, estarán en la plaza de Toros de Valencia, escenario de las mayorías absolutas de antaño del partido, acompañando al líder de los populares y proyectando una imagen de unidad sin fisuras. «Unir para ganar y ganar para gobernar, y gobernar para crecer y ofrecer a los españoles un proyecto de vida», defendió el secretario general de los populares, Teodoro García Egea.
Noticia Relacionada
Un mensaje de unión que repitieron uno a uno el resto de barones, que se conjuraron para que Casado se convierta en el próximo inquilino de la Moncloa. «El PP es un partido leal y no un partido de codazos ni de zancadillas», recordó Núñez Feijoó. «Llegamos siempre más lejos cuando estamos unidos», avisó, por su parte, el presidente andaluz Juanma Moreno. También el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Manueco, dejó claro su respaldo a Casado al que se refirió como única alternativa al socialista Pedro Sánchez. «Debe quedar meridianamente claro –remarcó– que es el presidente que necesita España».
176 escaños. Es el objetivo que ayer se marcó el secretaio general del PP, Teodoro García Egea, para colocar a Pablo Casado en la Moncloa. El número dos de los populares fue el encargado de hacer el discurso interno, sin atril, y con una gran pantalla en la que se iba detallando la curva del ascenso del partido desde que Casado es presidente. Una línea que le situaba en cuarta posición en las encuestas, tras Ciudadanos, cuando cogió las riendas del partido y que acabó, al final, en primera posición con una mayoría absoluta de cara a las próximas generales. «Hemos construido un gran partido», aseveró García Egea, aunque reconoció que no ha sido «tarea fácil». «Cuando la tormenta está encima –señaló– solo los grandes equipos son capaces de ver detrás de las nubes».
Una meta, la de los 176 diputados que otorga la ansiada mayoría absoluta, que sólo conseguirán si triunfa la reunificación del centroderecha bajo las siglas del PP. «Ése es nuestro objetivo», reconoció la mano derecha de Casado para, a continuación, para marcar distancias con Vox, como le han reclamado a lo largo de la convención dirigentes del partido. «Si aspiramos a volver a ser un gran partido de centroderecha que configure una nueva mayoría –remarcó–, hemos de ocupar precisamente ese espacio».
García Egea insistió en que «ningún pacto» puede alejar al PP de la vocación de partido mayoritario para la que nació, defendiendo también la conformación de «los gobiernos de la libertad» formados en 2019 con Ciudadanos y manteniendo al margen a los de Santiago Abascal. «Pactar con dos socios que no se hablan entre sí no es fácil, pero tres años después todos vemos que mereció la pena mantenerse firme» y no ceder, remarcó, ante Vox.
Puso como ejemplo el Ejecutivode Andalucía, donde Juanma Moreno gobierna gracias a la coalición con los liberales, pero donde ha necesitado hasta ahora del apoyo de la ultraderecha tanto para la investidura del líder popular como para sacar adelante los Presupuestos u otras iniciativas en el Parlamento autonómico.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.