Carles Puigdemont, ayer en Barcelona Agencias

Los atestados sobre la fuga: gorras y sombreros para despistar y huida con una mujer

Varios vehículos y una moto, según los diferentes informes, participaron en plan de fuga, en el que Turull tuvo un papel importante

Viernes, 9 de agosto 2024, 14:55

Los atestados de los Mossos d'Esquadra sobre la fuga del expresidente, a parte de los cuales ha tenido acceso este periódico, revelan algunos datos desconocidos hasta ahora sobre la rocambolesca huida que protagonizó el expresidente el jueves por la mañana tras su efímera ... intervención en el acto de «recepción oficial» preparado por sus acólitos en los alrededores del Arco del Triunfo.

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La principal novedad es que los informes revelan la presencia de una mujer en el operativo de escape del huido. La fémina, según ha declarado un agente de paisano que estaba en las cercanías del escenario y que el funcionario vio con claridad, conducía el vehículo Honda blanco matrícula 2251 JTM, propiedad del primer mosso detenido y que ya ha sido puesto en libertad.

Puigdemont se montó en la parte posterior de la conductora de ese vehículo, tras ponerse una gorra azul, como la que portaba Jordi Turrull, supuestamente para despistar. Probablemente la gorra se la facilitó su abogado, Gonzalo Boye. Uno de los informes señala que el agente identificó «claramente al señor Jordi Turull, vestido con pantalones oscuros, camisa clara, chaqueta oscura y una gorra de color azul oscuro» montarse también el vehículo, seguido del propio expresidente. Turull se sentó en la parte de atrás del coche junto al huido.

En el asiento del copiloto había una silla de ruedas, cuyo uso no especifican los informes, aunque algunas fuentes conjeturan en que se pudo usar para llevar al huido disfrazado por las calles de Barcelona o para conseguir entrar en zonas de tráfico restringido de la ciudad.

Los agentes interrogados en estas diligencias coinciden en que más de un coche fue usado en el plan de huida. Uno de los funcionarios habla de dos vehículos y una moto y un segundo de tres coches.

Unos de los funcionarios de incognito que estaba en las proximidades intentó seguir al coche, «pero la actitud de las personas que vigilaban y controlaban del agente cambió de manera repentina, comenzando a increparle cuando trataba de seguir al vehículo«. Otro de los agentes fue igualmente descubierto por la muchedumbre que, destacan los atestado, intentó obstruir en todo momento el paso a cualquier persona extraña. Una marea de personas con grandes sombreros de paja obstruyó la visibilidad en el momento de la huida, destacan los documentos.

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