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Una semana ha tardado Eva Loza en deshojar la margarita y finalmente opta por conservar el acta de concejala del Ayuntamiento de Logroño, con lo que se mantendrá como edil no adscrita toda vez que ha causado baja en el grupo municipal socialista.
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En un comunicado remitido este martes, la concejala de Logroño explica que ha decidido conservar su acta, a pesar de darse de baja del PSOE el 1 de abril, para «seguir trabajando» para la ciudad y «cumplir con mis obligaciones», ya que su «compromiso con Logroño sigue intacto». Loza, que pasará a ser concejal no adscrita, ha señalado que su decisión de mantenerse como edil busca «vigilar cuestiones» que la «han dejado preocupada».
«No renuncio a ser concejala. No renuncio» es el título del comunicado enviado por Loza, quien ha indicado que hoy es un día en el que se enfrenta «a una forma de hacer política» que no le representa y lo hace «con la palabra, con serenidad y con firmeza». La edil ha explicado que convertirse en no adscrita implicará la pérdida de todos los derechos y condiciones asociados a formar parte de un grupo político, como el salario mensual, el equipo de apoyo, la cotización a la Seguridad Social y el derecho a baja, desempleo o vacaciones. «Para mí, lo fácil habría sido quedarme callada y seguir cobrando un salario público, pero mis principios no me lo permiten y no si no se trabaja con honestidad, con coherencia y con la mirada puesta en servir a la ciudadanía», ha remarcado en el escrito remitido.
Por eso se queda, ha subrayado, para «seguir trabajando, para cumplir con mis obligaciones, para vigilar cuestiones que me han dejado preocupada porque sigo siendo concejala y mi compromiso con Logroño sigue intacto». Loza también ha desvelado que, hasta ahora, cobraba 3.298 euros brutos al mes con una dedicación parcial del 75 % y con su decisión actual cobraría solo las dietas que le corresponden como concejal no adscrita.
Su objetivo es ser «una política, una persona en la que la ciudadanía confía, sin estructuras de partido, pero con principios; sin etiquetas, pero con voz y con la mirada puesta en Logroño».
Loza ha explicado que la frase concreta que le hizo tomar la decisión de quedarse en la Corporación fue «en cuanto hablas con esta chica, te das cuenta de que no está bien», pronunciada por un dirigente del PSOE de Logroño y que alude a la salud mental. «Fría, calculada, mezquina, dañina y, además, falsa», ha precisado sobre esa frase Loza, para quien «la política debe cuidar a las personas» y ha defendido que no hay que convertir «el sufrimiento emocional en un arma política», ni «la salud mental en un estigma».
Respecto a la salida del PSOE, ha afirmado que lo hizo «de la forma más respetuosa y haciendo el menor ruido posible», dado que si ha habido ruido, lo que hecho el PSOE, no ella, quien habitualmente comparte en sus redes sociales circunstancias importantes de su vida, como hizo en esta ocasión. «Pero lo hice de forma más escueta que nunca porque, precisamente, no buscaba hacer daño al PSOE, sino dar cuenta de una decisión importante en mi vida», en referencia a que dejaba de militar en este partido después de 19 años.
Loza ha asegurado que comunicó su baja del PSOE con «orden, respeto y transparencia», dado que primero envió un correo electrónico a la Ejecutiva de La Rioja, luego un mensaje al portavoz del Grupo Municipal de Logroño, al chat del grupo y, una hora después, lo anunció en las redes y a su familia. «Lo hice así porque no quería filtraciones, ni rumores, ni versiones cruzadas» y «lo hice sola, sin ruido, sin cálculo», ha añadido la concejala exsocialista, para quien la respuesta del PSOE fue «demasiado rápida» y en menos de 24 horas se formalizó su baja.
Cree que se le ha exigido el acta de concejala, que considera suya, en «un tono muy poco respetuoso»; además de que «nadie del partido» la llamó y nadie quiso saber cómo estaba«, ni qué le había llevado a dar ese paso. Loza ha recordado que, al inicio de este mandato municipal, eligió una dedicación parcial del 75 % para compaginar su labor pública con su profesión de abogada desde hace 25 años; y nunca ha pedido un móvil ni tableta oficiales, dado que ha utilizado las suyas.
La noticia saltó hace justo una semana. En un sorpresivo mensaje en Facebook, la edil hasta entonces socialista anunciaba que había solicitado por correo electrónico su baja como afiliada del PSOE: «Por varios motivos y después de una decisión muy difícil, muy dura y muy reflexionada, acabo de comunicar al PSOE de La Rioja mi voluntad de no seguir perteneciendo al mismo». Y al día siguiente, aún con sus excompañeros de partido en estado de cierto shock por no esperarse la noticia, informaba que se hallaba en un proceso de reflexión acerca del acta.
Un día después, el propio portavoz del PSOE de Logroño exigía en una comparecencia pública el acta a Loza por considerar que no le pertenecía a la edil sino al partido con el que concurrió a las elecciones. En un tono duro, Luis Alonso instaba a su compañera de bancada a que dejara el acta de concejal «de inmediato».
Pero Loza se resistía. Y el interés crecía cuando un día más tarde, el pasado jueves 3 de abril, la protagonista acudía a la sesión ordinaria del Pleno del Ayuntamiento de Logroño en calidad de concejal no adscrita, una condición que mantendrá de ahora en adelante. En un derroche verborreico, Loza atendía a los medios en una declaración a caballo entre la emoción y la indignación para explicar que eran políticos los motivos que la habían empujado a abandonar las siglas en las que había militado desde joven. «No es que yo haya abandonado al PSOE, sino que el PSOE me ha abandonado a mí», soltó Loza.
Los mensajes de apoyo que la concejala de Logroño ha ido recabando, principalmente en redes sociales, pero también de forma pública, de personalidades del PSOE como el exministro riojano Javier Saénz Cosculluela, que dedicó el pasado domingo una tribuna en este mismo periódico, han contribuido sin duda a que la edil finalmente se decante por conservar el acta, una decisión que, una semana después de iniciado el cisma, no ha sorprendido en su ya expartido, donde admiten que la demora de la decisión de Loza hacía presagiar este desenlace final.
Fuentes socialistas han indicado a este periódico que aún no ha culminado la tramitación administrativa de la baja definitiva de Loza del grupo municipal, ya que el procedimiento implica más complejidad que la mera baja. Por ejemplo, restan trámites como la redefinición de las comisiones municipales en las que figuraba Loza así como la concreción final del grupo en sí.
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