ApaRioja reclama vallado flexible para las nuevas zonas de esparcimiento canino de Logroño

A principios de este año 2023 un galgo se estrelló en plena carrera contra la valla, al no estar la zona iluminada y 'camuflarse' la estructura metálica de color verde con el césped. Este triste suceso ya motivó entonces una aclaración pública del Ayuntamiento de Logroño, que en enero advirtió de que las nueve zonas de esparcimiento canino están en proceso de construcción. «El vallado de estas zonas aún no está concluido y posteriormente se llevará a cabo el acondicionamiento del interior, con bancos, senderos, papeleras, fuentes y elementos de juego», informó el Consistorio logroñés, desaconsejando su uso hasta que la finalización del proyecto que, ahora sí, es un hecho en La Ribera, La Concordia, Los Enamorados, San Miguel, Rosalía de Castro, Gallarza, Carmen, Primero de Mayo y Las Chiribitas.

Ya finalizadas e inauguradas las zonas, la queja también es ya si no oficial, al menos pública. «Las vallas con las que el Ayuntamiento de Logroño ha dotado a estos espacios para los perros son rígidas, de gran resistencia y están pintadas de verde oscuro, por lo que los perros no las distinguen. […] También varios ciudadanos han denunciado que hay agujeros por debajo de la vallas y los perros se escapan con facilidad», informa APA Rioja. Hay que aclarar que, con la entrada en vigor de la nueva ordenanza municipal de tenencia responsable y protección de animales, se prohíbe que estos caven hoyos para no deteriorar el césped, el acceso a las hembras en celo, perros enfermos y cachorros de menos de 4 meses, además de que los potencialmente peligrosos deben portar bozal e ir sujetos.

«Hemos solicitado al Ayuntamiento que instale, a la mayor brevedad, vallado flexible o que añada un doble vallado de malla para que amortigüe el golpe en caso de accidente. También que cierre los agujeros por los que los animales se escapan. Nos parece un despropósito que suceda esto en unas instalaciones recién estrenadas y advertimos a todos los propietarios para evitar que ocurran más accidentes», reclama ApaRioja. Sin embargo, el Consistorio logroñés asegura no tener constancia de ninguna reclamación recibida oficialmente en el Registro municipal. «Lo que le sucedió a una galga fue antes de que se inauguraran las zonas y no ha habido ningún otro suceso posterior. Y en el caso de que se presentase alguna reclamación, se estudiaría», advierten desde el Ayuntamiento de Logroño.