Los jugadores del Leganés rodean a Iglesias Villanueva pidiendo mano de Andy y penalti. Insistieron hasta que el colegiado fue al VAR y decretó el penalti que acabó dándoles la victoria y los tres puntos. Fernando Díaz
Logroñés

La UDL comete tres pecados capitales

Los riojanos caen en Las Gaunas ante el Leganés con un gol de penalti desvelado por el VAR tras varias tomas televisivas

Sábado, 17 de octubre 2020

Repetía la UD Logroñés a Las Gaunas en el plazo e ocho días como anfitrión de otros aspirante al ascenso, el Leganés, que además es uno de los equipos que hace unos meses jugaba en Primera. Y visto lo visto, es un serio aspirante ... . Repetían los riojanos, pero no pudieron abandonar Las Gaunas con la misma sonrisa que ante el Almería. Perdió la UD Logroñés en casa. No lo hacía desde el 1 de septiembre del pasado año, día en el que el Haro ganó en el Municipal. La derrota fue cuestión de detalles, del VAR y de tres pecados que cometieron los riojanos y que resultaron capitales: demasiado respeto al rival, muchas concesiones a balón parado y reacción generada por un marcador en contra.

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Yaroslav Meykher, Yari, fue uno de los nombres propios del partido. Nadie esperaba su debut en la portería. Sólo los interesados sabían de las molestias de Miño. Además, Roberto Santamaría sigue lesionado. Yari, que en marzo cumplió 20 años, calentó y jugó. Víctor Pradas pasó de la grada al banquillo.

UD Logroñés

Yari, Iago, Álex Pérez, Gorka (Rubén, 81), Iñaki, Errasti (Paulino, 45), Zelu (Roni, 59), Olaetxea (Sierra, 88), Andy, Siddiki y Leo Ruiz (Vitoria, 88).

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Leganés

Cuéllar, Palencia, Omeru0, Tarín, Javi Hernández, Dani Ojeda (ERaso, 76), Rubén Pérez, Gaku (Bustinza, 83), Arnáiz (Prado, 83), Santos (Perea, 76)y Borja Bastón (Merino, 63).

  • goles: 0-1, m. 30. Borja, de penalti.

  • árbitro: Iglesias Villanueva. Colegio Gallego. Amonestó a Zelu, Borja, Merino y Javi Hernández.

Yari no dejó pasar la oportunidad, aunque sabe cuál es su lugar, en un partido en el que el Leganés propuso un fútbol de posesión frente al de orden, robo y transición rápida de los anfitriones. El guardameta salvó a los cinco minutos a su equipo, con una intervención maravillosa con el pie derecho, a remate de Tarin y repitió al filo de la media hora, al responder con su mano izquierda a oro remate de Tarin. Sin embargo, su estirada fue inútil, ya que el VAR denunció la mano de Andy en su salto dentro del área. Penalti y gol de Borja Bastón. Una mano que necesitó de varias tomas televisivas para verla y que se amparó, además en la veteranía de los pepineros, que insistieron al colegiado hasta que le entraron las dudas. La UD Logroñés apostaba por salir rápido con el balón. No llegaba ni con facilidad ni con asiduidad al portal de Cuéllar. Siddiki y Leo se buscaron en el primer palo, pero Tarin impidió el remate del colombiano. Sin balón, los locales cometieron dos errores capitales. En el segundo, se reiteraron en él. El primero, el exceso de respeto al Leganés. Le esperó, se metió en demasiado en su campo y su llegada hasta Cuéllar fue casi inexistente.

El segundo, conceder muchas acciones a balón parado. Hasta tres faltas cercanas al área concedió y en todas ellas Gaku y Tarin crearon problemas, penalti incluido. Demasiadas facilidades y desajustes. Sin balón, Andy no aparecía y el ostracismo del granadino hacía vivir a sus compañeros de ataque en la noche. Siddiki se asomó a la luz y tras irse hasta la línea de fondo dejo el balón atrás. Olaetxea buscó la diagonal hacia la red, pero Leo metió el pie y desvió el cuero hacia fuera del campo. Inocencia. Fue una de las dos respuestas de Olaetxea antes de que Rodríguez intentase ordenar ideas en vestuarios.

El técnico propuso otro partido. Un duelo a campo abierto. Errasti dejó su plaza a Paulino. Poco después se sumó Roni. La UDL retrasó a Andy y Olaetxea y pasó a jugar con dos puntas y de acabar casi con tres centrales con la inclusión de Rubén Martínez por Gorka. Todo fue en vano, pero antes de llegar a ese momento, minuto 81, Yari había salvado a sus compañeros en el mano a mano con Arnáiz, primero, y Santos, después. Se jugó el penalti.

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Ahora bien, la UD Logroñés ya no trataba de usted a su adversario. Le tuteaba. Enlazó unos minutos de rabia con mayor posesión. El Leganés pasó a defender en busca, además, del golpe de gracia. José Luis Martí, técnico del Leganés, había agitado su árbol. Y es que el árbol pepinero tiene un robusto tronco. Con más balón, apareció la pierna izquierda de Iñaki y con ella el peligro. Uno de sus muchos centros al área dejó tan solo a Andy ante Cuéllar en el segundo palo que no lo creyó. Balón al cuerpo de portero, que se movió al palo corto por intuición. No era el día del granadino, que no obstante insistía en lanzar a sus compañeros al ataque. Tras una de sus aperturas, Paulino puso en apuros a Cuellar, que despejó de puños. Siddiki contraatacó desde el punto de penalti con una cabezado y Omeruo despejó sobre la raya de gol.

Acabó la UD Logroñés mejor de lo que empezó, pero pagó caro el tercer pecado capital, aquel que hace referencia a mandar cuando la necesidad impera. Fue mejor la UD Logroñés que el Leganés con el marcador en contra. Fue mejor cuando su actitud fue más ambiciosa, menos contemplativa. Fue mejor cuando quiso marcar ese gol como si fuera el último gol de su vida en el último partido de su historia. Pero para ese momento, perdía por 0-1. Ya lo ha dicho en alguna ocasión Sergio Rodríguez. En esta categoría, quien marca primero tiene mucho camino recorrido en la disputa por llegar al triunfo.

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