Una UDL sin bandas y con atasco en el centro

Muy animados estuvieron ayer los vermús blanquirrojos después de que la entidad hiciera pública la lista de altas y bajas para la próxima campaña. Una relación de jugadores que ha sido objeto de debate y análisis por parte de todos los seguidores blanquirrojos. Cada aficionado tiene un entrenador dentro. Y cada uno tiene su propia lista de bajas.

Lo que sí ha quedado claro es que la marcha de hombres como Miguel Martínez, Miguel Santos, César Caneda o Antonio Asencio, Ñoño, suponen un cambio de ciclo en un club que arriba por primera vez en su historia al fútbol profesional.

Y si mucho se ha hablado de la lista de bajas, también se ha invertido mucha saliva en escrutar cómo será la UD Logroñés de la temporada 2020/21. Según la nómina de nombres que hizo pública ayer el club, de momento hay doce futbolistas con contrato en vigor, que conformarían la columna vertebral de la plantilla. Aunque hay que leer con letra pequeña para comprobar si la totalidad de los futbolistas tendrá la suerte de jugar en Segunda.

«En principio, no contemplamos la salida de quienes tienen contrato. Estamos convencidos de que pueden dar un buen rendimiento». Estos son los planes de Sergio Rodríguez, entrenador de la UDL, expresados en una entrevista a Diario LA RIOJA.

Un mirada rápida por el dibujo de la actual UDL presenta un equipo con atasco en la zona central (Errasti, Arnedo, Andy, Olaetxea, Petcoff), con solo un hombre de banda (Zelu) y tres delanteros (Ousama, Vitoria y Roni). Rubén Miño continúa una temporada más en Logroño. Los números están ahí y lo señalan como el segundo portero menos goleado de la categoría. Además fue el héroe en la ronda de penaltis ante el Castellón. Queda la incógnita de saber si Sergio Rodríguez cuenta con el catalán como primera opción o si el Logroñés fichará a un portero titular con experiencia en la categoría.

En la actualidad hay dos defensas con contrato en vigor. Uno es Gorka Pérez. Un futbolista joven (25 años) que ha protagonizado una temporada de menos a más. Cada vez que ha tenido que jugar, ha cumplido con creces. Tuvo dos momentos puntuales: el penalti a lo Panenka que anotó contra el Cádiz en Copa y el balón que alojó en la escuadra en el primer lanzamiento desde los once metros de la UDL ante el Castellón.

El otro hombre es de la casa: Pablo Bobadilla. Una lesión de rodilla le ha dejado todo el año en blanco, pero el de Nájera ha trabajado mucho y bien y ahora mismo se encuentra plenamente recuperado. Es un jugador de la confianza de Sergio Rodríguez. Le respondió la pasada campaña cuando el técnico se jugaba el puesto. ¿Le dará una oportunidad en Segunda?

El atasco en la zona central del juego en monumental. Continúan un año más los tres magníficos, los integrantes del trivote que dotó de equilibrio al equipo: Andy Rodríguez, Lander Olaetxea y Jon Errasti. Nadie discute su calidad para jugar en Segunda.

En esa parcela también aparecen dos hombres con historias particulares. Uno es el canterano Álvaro Arnedo, que ha visto cómo su rodilla le ha privado dos temporadas de jugar al más alto nivel. Se encuentra recuperado y con muchas ganas. Pero pasar de dos años inactivo a la categoría de plata del fútbol nacional es un salto grande. Sergio Rodríguez deberá decidir.

El otro centrocampista con contrato es Damián Petcoff. El argentino llegó en el mercado de invierno y apena tuvo unos minutos de juego en liga. Sin embargo, en La Rosaleda participó activamente cuando el equipo sufrió más (últimos minutos y prórroga) y demostró que puede aportar.

José Luis García, Zelu, por su parte, se queda como único hombre de banda. Ha disfrutado de la confianza del técnico desde que llegó. Su aportación en banda es buena, aunque deberá disminuir su intermitencia si quiere tener sitio en el equipo.

Los tres delanteros de esta campaña tienen contrato en vigor: Ousama, Vitoria y David González, Roni. Tres hombres de equipo, con unos perfiles complementarios, pero que parecen abocados a la llegada de un ariete titular, referente en la categoría. Ellos pelearían por acompañarle.

A estos doce jugadores hay que añadir los tres que tienen oferta del club para continuar. Todos están muy cerca de aceptar. Dos ellos reforzarían las debilitadas bandas blanquirrojas: Iñaki Sáenz y Rubén Martínez. El otro, Jaime Sierra, se sumaría a la numerosa lista de centrocampistas. Es un jugador que llegó a prueba y ha convencido a cuerpo técnico y afición. Pero lo que está claro es que a la UDL le queda mucho mercado por delante.

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