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La esperada tormenta sobre el patio de San Millán no hizo ni amago de aparición. Apenas alguna nube, que incluso vino de perlas para aliviar el calor en un acto en el que Haro –a través del Rioja Voley y de María Vargas, Medalla de La Rioja y Riojana Ilustre respectivamente– fue el gran protagonista. Pero la tormenta, y el ambientillo de letra pequeña, estaba en el patio de butacas. Los periodistas esperábamos, incluso con avidez, cuando menos un encontronazo de miradas, un abrazo o una mínima conversación entre la presidenta saliente, Concha Andreu (PSOE), y el entrante, Gonzalo Capellán (PP). No pudo ser un día antes en un acto de la Universidad de La Rioja y tampoco fue este viernes en San Milllán, pese a que ambos estuvieron muy cerca, como ilustra la cámara de Juan Marín.
El protocolo tampoco lo facilitó. El Gobierno de La Rioja decidió obviar la invitación a los diputados y alcaldes elegidos por los riojanos el pasado 28 de mayo y se limitó a convidar a ediles y parlamentarios en funciones, hasta el punto de que Capellán se tuvo que 'colar' en la fiesta –más bien funeral en la parte política–, entre los invitados del Rioja Voley: «Gonzalo es un gran seguidor del equipo, incluso viaja en los desplazamientos y por esto está aquí, pero no hemos recibido ninguna invitación oficial», confirmaban fuentes del PP. Si la recibió un día antes para el pregón de Santa Coloma, pero entonces invitaba el Parlamento y no el Ejecutivo de Andreu.
Así las cosas, Capellán, que fue el centro de atención en los minutos previos a comenzar el acto –Andreu entró directamente con los premiados –, se colocó con su mujer en el grupo de invitados de los galardonados, a la izquierda del escenario, mientras que los miembros del Gobierno riojano, parlamentarios, así como responsables del resto de instituciones civiles, religiosas y/o castrenses ocupaban el flanco derecho.
Pese a que Andreu deseó expresamente «suerte» a Capellán y a su futuro ejecutivo en su discurso –muy elegante por cierto– y aludió incluso a las virtudes de la alternancia del «juego democrático», lo cierto es que ambos no escatimaron a continuación 'zascas' en el set de TVR, a donde acudieron ambos, aunque por separado.
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Pablo Álvarez/TVR
A preguntas de Carlos Santamaría y Marta Rodríguez, Capellán no dudó en denunciar que «el traspaso de poderes que he pedido, incluso personalmente a Andreu, no se ha producido hasta ahora, aunque espero que se haga en breve por el bien de todos los riojanos porque, ya lo dije, estamos trabajando desde el minuto uno». Extremo que confirmó minutos después Andreu en la televisión de los riojanos, aunque no sin cierta ironía: «El traspaso va fenomenal... Ya le dije a Capellán que no se preocupe, porque nosotros lo vamos a hacer un poquito mejor que lo que nos hicieron en 2019... A mí me llegó un Vía-T a la Consejería de Agricultura, una llave que ni siquiera entregó el consejero saliente...». «Ya lo digo aquí –insistió Andreu–, tranquilo, que lo vamos a hacer un poquito mejor, pero no antes de que Capellán sea presidente, que hay tiempo para todo». Buen rollito.
Capellán
Andreu
No había que ser un observador muy fino para comprobar que en el acto había únicamente siete consejeros, en lugar de ocho. Ni rastro de Raquel Romero que, si bien sigue cobrando, no encontró motivación para celebrar el Día de La Rioja ni el pregón previo de Santa Coloma. Entre los diputados, los más contentos, los del PP, especialmente Carlos Cuevas –aunque eclipsado por la parlamentaria nacional Cuca Gamarra a la que siguen los medios nacionales y no perdió la oportunidad para repartir al 'sanchismo'– y con ausencia también casi general de la bancada de Ciudadanos, ya que, salvo David Miranda, este cronista no vio a sus otros tres compañeros.
En el PSOE hubo fotos de familia tras el acto con Andreu y el 'equipo oficial', aunque los aún diputados Paco Ocón, Ana Santos y Nuria del Río, junto con algún militante como Carlos Arriazu hacía rato que ya estaban echando un vinito mientras seguían sonando los flashes socialistas en el exterior. Y es que el acto del Día de La Rioja recuperó el tradicional ágape en el claustro de Yuso, con vino institucional de la Bodega de La Grajera, un criancita que, como curiosidad, el presidente del Parlamento, Jesús María García, optó por mezclar con Coca-Cola. Ya se sabe: cuánto mejor es el vino, mejor es el calimocho.
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Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
Sergio Martínez | Logroño
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
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